viernes, 27 de mayo de 2016

PACA: LAGUNA DE PACA


Muchas veces estuve en la laguna de Paca y solo una vez fui a la ciudad, de eso hace muchos años, de tal manera que decidí nuevamente hacer una visita a la ciudad, cuyos recuerdos compartiré en este relato. Lo que hace el turista generalmente es ir a Jauja y de allí ir a la laguna, pocos son los que pasan de largo la laguna y siguen camino hasta el mismo pueblo.

Paca es el nombre de uno de los 34 distritos que conforman la provincia de Jauja en el departamento de Junín. Se encuentra localizado a  3,430 msnm.

Es un distrito pequeño con casas típicas serranas muy antiguas, es decir casitas con paredes de adobe y techos a dos aguas con tejas rojas. Como en todo lugar también encontramos construcciones de material noble pero son pocas.

Desde épocas remotas aquí se asentaron algunos grupos humanos dedicados principalmente a la agricultura, pero recién a fines del siglo XIX  se consolida con un pequeño pueblo. En 1,921 es declarada como Villa de Paca y finalmente el 30 de setiembre de 1,943 es elevado a la categoría de distrito.

Para llegar a su plaza principal se tiene que abordar un medio de transporte desde la ciudad de Jauja. Existen muchos autos y mototaxis que cubren esta ruta. En esta oportunidad abordé una mototaxi para hacer este recorrido. La idea era que al ir en mototaxi el trayecto se recorre más despacio, su velocidad no es la misma que la de un auto, lo cual permite disfrutar mejor de los paisajes naturales de la ruta. La carretera esta en perfectas condiciones.

 
Una característica del camino es que la carretera pasa muy cerca de la laguna, lo que permite observar un manto azul en medio de las montañas.
 
Luego de pasar por la laguna en paisaje cambia. La carretera que se encuentra en muy buenas condiciones se vuelve serpenteante pero vamos tranquilos. Por esta altura de la carretera no hay mucho tránsito porque como dije al inicio lo normal es que la mayoría de los vehículos y mototaxis que trasladan visitantes llegan solo hasta la laguna, raras veces llegan hasta el mismo pueblo.


Después de recorrer unos 7 km en un lapso de tiempo aproximado de 20 minutos llegamos finalmente a la plaza principal del distrito de Paca. El cielo luce despejado con algunas nubes, los rayos solares caen sobre mi cuerpo y no se siente frio.
 
La plaza  principal es pequeña y en ella se encuentran los locales de las principales instituciones del distrito.
 
En la parte central de la plaza se encuentra una pileta construida de una forma muy peculiar. Me parece que hubieran escrito en alto relieve  un mensaje en un dialecto desconocido o tal vez serán adornos La pileta es coronada con la estatua de un poblador paqueño con su típica vestimenta.
 
Por la otra parte de la pileta se encuentra la figura de un chuto, el cual es considerado como el personaje danzante   más pícaro y gracioso de la huayligía y  tunantada. La huayligía es un baile que se desarrolla con mucho arraigo en toda la zona de la provincia de Jauja y por supuesto en Paca. Es un baile tradicional y costumbrista de adoración al niño Jesús.

En la mayoría de los pueblos la huayligía comienza el 25 de diciembre y termina el 6 de enero, cubriendo las festividades de Navidad, Año Nuevo y Bajada de Reyes. El chuto de la huayligía lleva cubierto su rostro con una máscara, viste pantaloneta negra, chaleco blanco bordado con hilos de colores, medias coloridas, ojotas y un sombrero de forma piramidal que termina en punta.
 
En una de las esquinas del perímetro de la plaza principal se ubica la iglesia del Señor Animas,  una iglesia pequeña con dos torres a los costados que sirven de campanarios.



En su interior se venera al Señor Animas considerado el Patrón del pueblo cuya fiesta se celebra en la primera quincena de febrero. La fecha coincide con las celebraciones de los carnavales y con la entrega de la mayordomía para el próximo año en la fiesta de las comadres y compadres. La gente baila al ritmo de la pachahuara.

La leyenda popular dice que en la noche el Señor Animas de Paca baja de su altar para bailar la pachahuara, por eso los devotos en el día preparan y  visten al Señor son sus mejores trajes

La pachahuara es una danza que se baila recordando la esclavitud de los negros y su posterior liberación, por eso consta de dos partes: la primera parte conocida como la pasión de la esclavitud en donde los que representan a los esclavos negros bailan con pasos lentos y rítmicos. La segunda parte es conocida como el pasacalle, en donde los negros bailan con mucha alegría porque representa la abolición de la esclavitud y la libertad de los negros.

El nombre pachahuara proviene de dos palabras quechuas: “pacha” que significa “tierra” y “huara” que significa “amanecer”, interpretando se podría decir “amanecer de la tierra” o “tierra que amanece”. En esta danza la liberación de los negros de la esclavitud se interpreta como un nuevo amanecer.

Cuenta una historia que un agricultor estaba arando la tierra cuando sintió que su arado golpeo algo. Al limpiar la tierra descubrió con sorpresa que se trataba de la imagen de Cristo. Cuando las autoridades de Jauja se enteran de este episodio se apersonan a Paca con la intención de constatar los hechos.  Al querer llevarse la imagen se desataron tormentas con fuertes lluvias, rayos y truenos que llevaron a todos los presentes a deducir que la imagen quería quedarse en este lugar.
 
En una esquina de la plaza se encuentra el local de la municipalidad de Paca,  una edificación de dos pisos construido con material noble cuyo diseño modesto no rompe la naturalidad del entorno, como si sucede en otros pueblos antiguos y pobres en donde los locales municipales son construcciones inmensas, llenas de acabados modernos que no guardan relación con el entorno y menos aún con las demás casas de los pueblos. En la misma cuadra antes de llegar a la municipalidad encontramos una glorieta.               
 
La laguna de Paca es la atracción turística del distrito. Mientras regresaba de la plaza principal de Paca a la ciudad de Jauja, durante gran parte del trayecto apreciaba el lecho azul de la laguna.
 
 
Según los datos oficiales la laguna tiene una extensión de 6 km2 con una profundidad máxima de 22 metros. Se encuentra localizado a 3.5 km de la ciudad de Jauja y dentro de su perímetro podemos localizar algunas islas artificiales, la más grande es conocida como la isla del amor. Hace años los botes llevaban hasta la isla del amor, hoy en día el paseo en bote es mucho más corto y ya no llegan hasta allí.

 
En ciertas partes de la laguna crecen totorales y en los alrededores se observa árboles de eucaliptos y sauces. En un lugar de descanso y esparcimiento en donde se brindan servicios de alimentación, hospedaje y paseos en botes.
 
Como muchas de las lagunas del Perú ésta también tiene sus propias historias, mitos y leyendas  que trasmiten los paqueños de generación en generación, orgullosos de sus recursos y atractivos naturales  e historia.

Una de estas leyendas dice que cuando el conquistador español Francisco Pizarro capturó en Cajamarca al Inca Atahualpa, este último viendo el interés que tenían los españoles por el oro ofreció por su rescate llenar un cuarto de oro y dos de plata hasta la altura donde llegue su brazo levantado.

Una caravana de súbditos venia del Cusco con llamas cargando alforjas llenas el oro y la plata para pagar el rescate del Ica.  Cuando pasaban por este lugar rumbo a Cajamarca les llegó la noticia de que el inca había sido asesinado. Al enterarse de la triste noticia arrojaron las llamas y las alforjas al fondo de esta laguna. Por eso los lugareños y los niños que cuentan las historias a los visitantes dicen que en el fondo de la laguna hay mucho oro y plata.
 
También se dice que en el fondo de la laguna habita una hermosa sirena de cabellos dorados que sale en las noches de luna llena y que con su belleza atrae y se  lleva a los hombres al fondo de la laguna para matarlos o volverlos locos.

La base de esta historia dice que una noche de luna llena caminaba por el borde de la laguna una hombre cuando de pronto se encuentra con una bella mujer de cabellos dorados que le dijo al hombre que se     quedaría con él toda la vida si él la seguía a donde quisiera. El hombre siguió a la mujer y sin darse cuenta se fue adentrando al fondo de la laguna en donde la mujer, que en realidad era una sirena, tena una mansión llena de lujos y comodidades. Después de un mes de desaparecido  el hombre aparece nuevamente en el pueblo pero completamente loco. Cuando los pobladores preguntaban al hombre sobre donde había estado todo este tiempo, el hombre loco contaba su historia con la sirena.
 
Otra historia cuenta que en una época muy remota un anciano llegó al pueblo como un mendigo. Estaba sediento por la caminata y tocaba la puerta de casa en casa pidiendo un poco de agua. La gente  hacía caso omiso a sus suplicas y le negaba lo solicitado. Casi desfallecido el anciano llegó a la casa de una familia caritativa, quienes le brindaron el agua que pedía.

El anciano pidió a la familia que se fueran del pueblo esa misma noche porque iba a desencadenarse un diluvio y que por más que escucharan ruidos les recomendó que no voltearan para ver  lo que pasaba.  La familia salió  de su casa en la noche rumbo a las alturas de un cerro. Ellos escuchaban llantos y gritos pero según lo indicado por el anciano no volteaban para ver lo que pasada. Finalmente más pudo la desobediencia y la curiosidad, primero volteó el niño y se convirtió en piedra, en seguida volteo el padre y la madre y corrieron la misma suerte. El anciano en realidad era Dios que venía a comprobar los sentimientos de la humanidad. Al ver el comportamiento de sus hijos quiso castigarlos y les mandó un diluvio que desapareció la ciudad. Las lluvias de ese diluvio forman la laguna que hoy se conoce como la laguna de Paca.
 
En unos de los cerros que encierran la laguna se observa la silueta de un indio dormido. La leyenda cuenta que un gran cóndor vio una pareja de indios caminando muy juntos. El cóndor se abalanzó sobre ellos y cogió a cada uno con cada pata con la intención de llevárselos a su nido para devorárselos. Al escuchar los gritos de los jóvenes la gente comenzó  a tirar piedras y flechas al animal. Una de la flechas cayó en una pata y el animal soltó al joven que al caer sobre el cerro se convirtió en piedra, adoptando la posición de un indio dormido.

Pero la historia no termina ahí, el cóndor siguió volando llevando entre sus garras a la joven india. A su paso por los aires seguía recibiendo los disparos de flechas y piedras que lanzaba la gente al escuchar los gritos de ayuda de la joven.  Finalmente una flecha cayo en la pata y el ave  soltó a la joven que al caer sobre el cerro también se convirtió en piedra. Pero el cóndor había volado bastante llegando hasta Tingo Maria en donde suelta a la joven, por eso en esa ciudad se aprecia en uno de los cerros circundantes la silueta conocida como la bella durmiente.
 
Muy cerca de la carretera se ubican varios restaurantes en donde se puede degustar platos típicos de la sierra central del Perú.  Solo hay que tener un poco de paciencia porque la atención demora un poco. Pero mientras esperas el servicio puedes acercarte a la orilla de laguna y tocar con las manos el agua fría de la laguna. Cuando se camina cerca de la laguna se experimenta la sensación de que la tierra se mueve.

 Es un lugar adecuado para comer al aire libre disfrutando de la naturaleza y el bello paisaje.
 
Uno de los platos típicos de esta zona y muy popular en todo el Perú es la pachamanca. Su verdadera preparación requiere de cierto conocimiento. Para ello previamente se calientan las piedras y se colocan dentro de una cavidad hecha en la tierra, luego se echan diversas carnes, de res, chancho, carnero, aderezadas, sazonadas y maceradas con hierbas y especias saborizantes. Se cubren con hojas especiales y se agregan papas, habas y humitas. Se deja por un tiempo que el calor concentrado haga su trabajo para después servir todo junto en un solo plato. Es la recompensa a un largo paseo, un premio al paladar y una satisfacción a nuestra debilidad gastronómica por la comida serrana.
 
Si queremos un plato frio se puede saborear un rico ceviche de trucha que algunos dicen es pescado en la misma laguna, pero lo más probable es que provengan de algunos de los criaderos que se encuentran en los pueblos de los alrededores. Largas tiras de pescado con ese brillo característico del pescado fresco nos abren el apetito. Eso sí, tiene que tener su punto de picante sino no es ceviche. Se acompaña con maíz tostado, granos de choclo.
 
Pero no te puedes ir sin antes haber surcado sus aguas en cualquiera de las lanchitas, sintiendo una brisa helada que nos golpea la cara mientras un niño va narrando las historias de la laguna. Las lanchas son movidas por remos de madera con solo la fuerza del hombre, con ello se evita la contaminación de la laguna pero se explota al hombre, por eso es bueno dejar al “capitán” una buena recompensa por tanto esfuerzo. Para los más pequeños también hay juegos que hacen más feliz su estadía.
 
Sobre el origen del nombre de este distrito  los historiadores señalan que deriva del vocablo quechua “paccac” que significa oculto o escondido, algo así como pueblo oculto o escondido entre cerros.

El centro mismo del pueblo es pequeño con pocos servicios para el turista, ello se compensa con la amabilidad y cortesía del poblador paqueño. Lo recomendable es hacer una visita rápida y disfrutar el mayor tiempo posible en su atractivo turístico: La laguna de Paca. También se puede pernoctar en los alojamientos muy cerca de la laguna.

Este viaje los realice en setiembre del 2,014, cualquier dato puede haber cambiado a la fecha.