martes, 30 de julio de 2013

SILLUSTANI: RESBALADERO DE UÑAS


La noche anterior había preparado mi hoja de ruta para el día siguiente con el objetivo de conocer el Complejo Arqueológico de Sillustani. De acuerdo a lo planificado salí del hotel a las 9.00 de la mañana, desayuné algo ligero, abordé un taxi y por S/ 3.50 me trasladó al terminal interprovincial para tomar las combis que van a la ciudad de Juliaca.

Hasta este momento Sillustani era un lugar del cual sabia poco de su historia; para ser sincero solo sabía que eran unas tumbas muy antiguas ubicadas en el altiplano. Siempre las había visto en afiches turísticos como un icono emblemático del departamento de Puno, conjuntamente con el  Lago Titicaca y sus islas flotantes de los Uros, Taquile y Amantani.

Siempre que viajo a algún lugar trato de leer y recabar información sobre el lugar escogido, lo cual  me da la oportunidad de saber hacía donde me dirijo. Cuando decidí viajar a Puno no fue la excepción, comencé a leer un poco de su historia y de los atractivos turísticos que ofrecía al visitante. Y entre estos atractivos estaba Sillustani, lo que leí primero y lo que vi posteriormente me permiten escribir este resumen de viaje.

Sillustani es un complejo arqueológico compuesto por chullpas de piedra  ubicados en la localidad de Atuncolla a orillas del  Lago Umayo.  Aproximadamente 34 Km al norte de Puno y sobre los 3,915 msnm.

Desde hace 2 años el Banco Central de Reserva del Perú viene  acuñando y poniendo en circulación cada cierto tiempo monedas de un sol de oro que pertenecen  a la colección “Riqueza y Orgullo del Perú”. La colección completa será de 26 monedas  y cada una de ellas representa a cada uno de los 24 departamentos del Perú y 2 monedas más. La moneda que representa al departamento de  Puno está representado por las chullpas de Sillustani y salió en circulación el 23  de Febrero del 2011 con una emisión de 10 millones de unidades.  Luego de completada esta emisión especial se debe  destruir el cuño utilizado para su fabricación  como señal que no volverá a acuñarse más monedas de este tipo. Como coleccionista de monedas ya tengo guardadas algunas de estas monedas.
  


Antes de abordar en el terminal interprovincial una combi que hace la ruta Puno-Juliaca coordino con el chofer para que me avise  en el desvío  a las ruinas. Durante el viaje a través de la ventana observo el paisaje desolador del altiplano donde solo crece el ichu y al borde de la carretera paneles de aviso que recuerdan que nos estamos acercando a  Sillustani. Luego de 35 minutos de recorrer 40 kilómetros por una buena carretera asfaltada , a través de las ventanas del lado izquierdo del carro logro avistar a lo lejos sobre una pequeña loma algunas de las chullpas, habíamos llegado al desvío indicado.
Una vez en el desvío encontramos un panel muy grande que nos indica el camino a seguir para llegar a Sillustani. Mirando a cada lado y después de comprobar que no hay peligro cruzo la carretera y allí se encuentra el paradero inicial de los colectivos  que van a Sillustani, pasando primero por el pueblo de Atuncolla  y cuyo destino final es mucho más adentro. El costo del pasaje hasta la entrada de las ruinas es de S/. 2.50, pero hay que esperar que se llene el carro para que pueda partir.  Si uno quiere salir rápido puede contratarlo como taxi y  cobra S/.10.00; también se puede pagar los asientos que faltan llenar y el carro sale.  En mi caso lo contraté como taxi.


Después de recorrer 14 kilómetros en  15 minutos por una carretera afirmada que en ciertos trechos levanta polvo llegamos a la entrada del complejo. Allí existe una garita de control en la cual hay que pagar S/. 5.00  por persona para poder entrar.  Pero para llegar hasta las mismas ruinas hay que ir  por un camino empedrado ligeramente empinado como  unas cinco cuadras aproximadamente.  El camino empedrado es bonito, ordenado y limpio, cada cierta distancia encontramos bancas con sus  sombrillas para descansar y protegerse del sol que a estas horas de la mañana es muy fuerte.



A mitad del camino al lado derecho se observa una pequeña iglesia, se ve que es nueva y está construida de material noble.



Al terminar este camino llegamos a lo que verdaderamente seria la entrada a las ruinas, los carros de los tours llegan hasta esta entrada. Un gran panel verde nos da la bienvenida en español e inglés. Se termina la pista y la vereda y  comienza un sendero señalado de tierra afirmada. Desde aquí levantando la cabeza vemos en la cima de un pequeño cerro la chullpa más grande y representativa de Sillustani.


Luego  se camina como medio kilómetro aproximadamente, entre curva y curva vamos subiendo, considero que esta subida es la parte más difícil de la ruta, pues el camino es regularmente elevado.  Con paso lento pero firme recorro el sendero, de rato en rato hago una parada para descansar y tomar aliento. Las ganas de conocer un nuevo lugar hacen que la falta de aire por la altura o el sol abrazador pasen a un segundo plano.



Una vez en la cima lo primero lo que hice fue detenerme, respirar hondo, tomar un poco de agua para recobrar el aliento y contemplar aquellas chullpas, que por muchos años, desde la época del colegio solo las veía en las fotografías de mis libros. A pesar del sol fuerte, en la cima se sentía un viento muy frío. Por momentos el calor hacia que me quitara la casaca y al poco rato el frio helado hacia que me la volviera a poner. Este clima es típico de las alturas, en lugar despejado te quema el sol y en la sombra se siente frio.


El Complejo Arqueológico de Sillustani es considerado un cementerio antiguo donde se puede ver una serie de tumbas llamadas chullpas pertenecientes a la cultura Colla que se desarrolló entre 1,200 a 1,450 DC. El  máximo gobernante de los Collas era el Zapana Cápac, el cual era apoyado por grandes curacas o mallkus que gobernaban las comunidades vecinas. Los collas  fueron grandes criadores de camélidos como las llamas y alpacas. También fueron excelentes arquitectos y talladores de piedra tal como podemos apreciar en las Chullpas de Sillustani. Adoraban a Tunupa, deidad andina venerada en todo el altiplano, conocido como el temido dios de los volcanes y del rayo. Hacia 1,450 fueron invadidos por las fuerzas del Inca Pachacútec, quien conquistó el altiplano, después de grandes combates.


Los collas conjuntamente con los Lupacas y Pacajes dieron origen a la cultura Aymara. Se considera que Atuncolla fue la capital de los Collas, Chucuito de los Lupacas y Caquiaviri de los Pacajes. Existieron otros reinos más débiles que estuvieron controlados, a manera de colonias, por estos tres  grandes reinos.

Los reinos aymaras políticamente formaron varios reinos, que no alcanzaron una unidad geopolítica, pero si formaron una unidad lingüística y cultural, lo cual permitió que el grupo étnico aymara fuera el más numeroso y el que ejerció el dominio político y demográfico en la región altiplánica, prueba de ello es que  en varias zonas de Puno se habla mucho el idioma aymara.
Las chullpas, son torreones circulares de piedra levantados para albergar los restos funerarios momificados de las principales autoridades Atuncollas, antiguos pobladores de la meseta del Collao.  Los estudiosos dicen que las chullpas sirvieron para enterrar a los líderes étnicos cuyo objetivo principal era proteger el cuerpo para poder recibir veneración, pero además servía como un recuerdo del poder que el líder ejercía en vida y que seguía ejerciendo después de morir. 

La chullpa mejor conservada y la única que está completa es la que se conoce con el nombre de Chullpa Hatunwasi "Chambilla".
Un panel sobre esta chullpa dice: " Es la más imponente chullpa y mejor conservada de Sillustani. Es de piedras labradas y de la época Inka. Tiene una planta circular de 5.50 m de diámetro, con hiladas de 8.60 m de altura. Se ensancha progresivamente hasta alcanzar el arranque  de la cúpula compuesta por piedras labradas. Sobre la sexta hilada, hay una cornisa o platabanda. Las juntas o uniones son finas, hiladas casi uniformes, ajustadas con precisión. La primera hilada está sobre la superficie rocosa. La entrada es de 0.50 m, por 0.50 m, permite apenas pasar rampando. La cámara funeraria es de piedras rústicas unidas con barro, compuesta por tres niveles o pisos. El primer nivel es de 2.00 m de altura, el segundo de 1.50 m y el tercero algo menor. El techo del primer piso está compuesto por losas y un tronco no muy grueso."

Algunas chullpas eran exclusivas para el líder gobernante, pero  otras también albergaban los cuerpos de sus esposas y familiares o sirvientes. En algunos casos se han encontrado hornacinas dentro y fuera de las chullpas que pudieron contener ídolos u objetos valiosos para el líder o gobernante.
Existen de diferentes tamaños, la más grande tiene más de 12 metros de alto, 7.20 de diámetro en la parte inferior y 7.60 en la parte superior.  Se caracterizan por su forma cónica, es decir su base es menor a la parte superior.  La mayoría de las chullpas están semi-destruidas y otras pareciera que quedaron a medio terminar o de lo contrario fueron sustraídas sus piedras.

Gran cantidad de bloques de piedras se encuentran dispersos en toda la explanada.


Todas las chullpas que encontramos en este lugar no son iguales, no solo en su tamaño sino también en la forma en que han sido trabajadas. Existen algunas hechas de piedra pulida y unida sin argamasa al estilo incaico, las cuales pueden ser de base cuadrada o redonda; también existen otras hechas con pequeñas piedras unidas con argamasa de barro y paja. Ello demostraría que las construcciones son de diferentes épocas, que van desde los reinos aimaras, pasando por  el reino colla hasta la presencia incaica. La parte superior de las Chulpas de la época incaica, son las mejores trabajadas y presentan una hilera sobresaliente, formando una cornisa que adorna la chulpa.


Algunas de las piedras que forman la chullpas conservan tallados o bajorrelieves representando lagartos. En la antigüedad a los lagartos se les consideraba un símbolo de la vida, ya que son animales que pueden regenerar sus colas.   Pero no solo hay chullpas en Sillustani sino también en varios pueblos de Puno, como las chullpas de Molloco  en Acora, las de Cutimbo en Pichacani. Parecería que la costumbre de enterrar a sus muertos en chullpas fue una costumbre muy arraigada en los pueblos del Altiplano.


Otra característica importante de estas chullpas es que la entrada, siempre estaba  orientada  hacia el Este, punto cardinal por donde sale el Sol, posiblemente para la comunicación del espíritu del difunto con el dios Sol. Esta entrada generalmente está compuesta por un solo bloque de piedra que para darle la forma deseada tuvieron que labrar en algunos casos hasta 12 ángulos, los cuales permitieron uniones casi perfectas.  Las entradas que aparecen en la parte de abajo de cada chullpa son demasiadas pequeñas para que a través de ellas se hayan podido introducir los fardos funerarios, motivo por el cual los estudiosos consideran que el fardo era introducido por la bóveda, antes de ser cerrada. Tal vez estas entradas servían para depositar ofrendas a los difuntos, teniendo en cuenta que las creencias antiguas decían que después de la muerte resucitarían en alguna otra parte en  donde comerían  y beberían a voluntad, como lo hacían antes de morir.


Era un día de semana por la mañana  cuando fui a conocer a este lugar y no vi guías en el mismo lugar,  pero se observan algunos paneles explicativos de la zona, escritos en español e inglés, que ayudan a comprender este complejo arqueológico.


Estando en la cima cuando uno mira hacia atrás hay una vista espectacular del lago Umayo.  Un lago hermoso que refleja el intenso color azul del cielo, que se comunica a través del río Illpa con el lago Titicaca.  Cuenta con una profundidad máxima aproximada de 14m. y una extensión de 336 Km2.  Algunos por su tamaño no lo consideran como un lago sino como una laguna grande.  En medio del lago resalta la isla Intimoqo o de Umayo, con su enigmática y sugerente apariencia de una gran terraza que emerge a noventa metros por sobre la superficie del lago.


Hay diversos y misteriosos relatos y leyendas sobre este lago, uno de ellos explica que sus aguas son muy saladas por ser las lágrimas de la princesa Ururi, que las vertió al perder a su amado, un plebeyo llamado Tumi. Ante tanto dolor el sol se ocultó y hubo años de sequía y hambre. Pasaron muchos años hasta que los padres culpables del drama, imploraron la vuelta del sol, pero durante todo este tiempo las lágrimas de la princesa también llegaron a la laguna, haciéndola más salada. Después del regreso del sol, sólo el tiempo y el menor sufrimiento de las personas la hizo menos salada, para que se procreen los peces.

Otra historia dice que en Sillustani se casarón el hijo del alcalde con la hija de un hacendado, los cuales festejaron la boda a lo grande. En el transcurso de la celebración de la boda se acercó al padre del novio un anciano con ropas viejas y harapientas el cual le pidió comida aunque sea las sobras, el padre del novio lo rechazó y arrojó del lugar. El anciano ya se marchaba cuando de pronto le llamó la criada y le ofreció un poco de comida, era poca pero lo que contaba era la intención de la buena mujer para con el anciano. El anciano le dijo a la criada que se marchase llevando a su hijo y que no se detuviera ni mirara hacia atrás, la mujer cogió su hijo y se marchó; pero ya cuando se encontraba en medio camino volteó y vio que una enorme ola cubría lo que una vez fue su pueblo. Según los pobladores dicen algunas veces  escuchar el sonar de la campana de la iglesia en la que se casaron los novios. Otras versiones dicen que el anciano era Dios que vino a saber si los hombres eran solidarios con sus semejantes.
Umayo en quechua significa "cabeza del río" resultado de la unión de dos palabras quechuas, "Uma" que significa cabeza y "Mayo" que significa río. En aymara significa "lugar para tomar agua".  Es muy común en el departamento de Puno  escuchar que sus pobladores hablan tres idiomas, el quechua, el aymara y el español.

Tratando de saber que significaba Sillustani encontré que se puede decir que es:  Resbaladero de uñas. Según el dialecto aymara "Sillus" significa uñas y "Llustani" resbaladero.  Quizás haciendo referencia a que la unión de los bloques externos no permite ni el pase de una uña. 

A poca distancia del complejo arqueológico se encuentra el Museo de Sitio, donde se conservan diversas piezas de las culturas Colla, Tiahuanaco e Inca.

Después de disfrutar de este espectáculo mágico en medio de la soledad altiplánica, llena de historia y misterio por la chullpas, llena de color por el Lago Umayo, juntas una combinación armoniosa de historia y belleza, muy a mi pesar comencé la retirada, descendiendo por el  mismo sendero, tratando de encontrar mis huellas que había dejado horas antes al subir, las cuales serán borradas al poco tiempo por las pisadas de otros turistas, la intensidad de la lluvia o por la fuerza del viento.
El lugar se encuentra muy bonito y ordenado debido a que a fines del año 2,011 se terminaron las obras de puesta en valor del Complejo Arqueológico Sillustani cuyas tareas principales fueron limpiar la zona, mantenimiento de las chullpas, instalación de paneles de información; construcción de la plazoleta, del paseo peatonal, del mirador, del estacionamiento vehicular y de las áreas para venta de artesanías. Los artesanos del distrito de Atuncolla puedan exhibir y vender sus productos en un espacio ubicado estratégicamente en el circuito y no están abordando u ofreciendo sus productos a cada rato como ocurre cuando uno visita otros lugares turísticos.
Cuando se llega a la salida del complejo no hay oportunidad de tomar un taxi, lo mejor que puede suceder es que llegue algún turista en ese momento y que haya tomado este servicio. Lo que queda es esperar que pase el colectivo que viene del pueblo y que con un poco de suerte encontremos asiento libre.  A los 15 minutos de estar esperando apareció el colectivo.
Una vez en la carretera me quedaba dos opciones:  Ir a Puno o ir a Juliaca, en ambos casos hay que esperar las combis.  También hay algunos autos que hacen el servicio o particulares que están de ruta. En mi caso me subí a un auto de ruta, era el único pasajero y por  S/. 5.00  me llevó hasta Juliaca.
Las Chullpas de Sillustani fueron declaradas Patrimonio Cultural de la Nación mediante R.S. Nº 296/INC-2003, por el Instituto Nacional de Cultura.
Como comentario final puedo decir que es fácil llegar por cuenta propia hasta las mismas chullpas de  Sillustani, pero hay que tener en cuenta que se caminará regular distancia a cielo abierto, con sol y viento helado al mismo tiempo que unido a la altura hace que uno esfuerce el cuerpo, sintiéndose fatiga. Lo recomendable es ir en las tardes, después de las 4 pm cuando el sol ya está disminuyendo su intensidad. Si se desea evitar estos esfuerzos se puede contratar el servicio de un tours que lo encontramos en cualquier agencia de turismo, que lo llevará y regresará por  un costo es de S/. 35.00.
Este viaje lo hice en junio del 2012, algunos datos pueden haber variado a la fecha.
Cuanto más lejos vas, más recuerdos te dejan.
 
 
 
 
 
 

 

 
 

viernes, 26 de julio de 2013

LAREDO Y SU LAGUNA CONACHE

  
Constantemente estoy en busca de lugares escondidos, de poca divulgación y que no son muy conocidos. Algunos se pueden llegar fácilmente y otros requieren de una logística mayor para conocerlos.

Muchas veces había estado en Trujillo y siempre leía entre  sus principales atractivos turísticos a su pasado histórico  representado en la ciudadela de  Chan Chan, la huaca del Sol y la Luna, el complejo El brujo donde se encontró la momia conocida mundialmente como la Señora de Cao; en sus casonas coloniales con sencillas fachadas,  balcones de madera tallada y grandes ventanas de rejas de fierro forjado; sus hermosas playas como Huanchaco, Buenos Aires o Las Delicias que invitan a refrescarse en sus tibias aguas o simplemente a disfrutar de la puesta de sol en un atardecer dorado sintiendo como la brisa marina nos acaricia el rostro trayéndonos el olor a mar. Pero lo que no sabía es que  muy cerquita había una laguna en medio de los arenales.

Comencé a recolectar datos sobre dicha laguna, conocida como Laguna Conache y nos fuimos con mi hermano Carlos en busca de dicho lugar.  Lo primero fue ir hasta Trujillo, a 8 horas aproximadamente de Lima.

Una vez en Trujillo abordamos unos autos en la Av. España y por S/. 3.00 nos llevaron a Laredo, uno de los once distritos de la provincia de Trujillo. Tiene su origen en la antigua Hacienda Laredo, que fuera propiedad privada de  algunas familias de hacendados que se alternaron en el tiempo,  hasta que el Estado  expropió la hacienda en 1,969 cumpliéndose con la Ley de reforma Agraria que dictara el gobierno militar de Juan Velasco Alvarado.

Esta hacienda prácticamente data de la época de la Conquista, a fines del siglo XVIII un adinerado español de nombre Gaspar Antonio Ramírez y Laredo adquiere la hacienda. Es de allí que el pueblo se va formando alrededor de la hacienda tomando el nombre de Laredo.
 
La casona que hoy vemos en la hacienda fue mandada construir por el próspero minero de oro DonManuel Antonio Chopitea, posteriormente su hijo Ignacio agrega la torre donde coloca un reloj de cuatro caras, uno de los pocos del Perú.
 
 
 


El distrito de Laredo se encuentra a 9 kilómetros del centro de la ciudad de Trujillo y el tiempo aproximado de viaje  es de 20 minutos por una carretera totalmente asfaltada.  
 
La plaza principal es pequeña y en ella sobresale la iglesia principal conocida con el nombre de Jesús y María. También en el centro de la plaza se encuentra una pileta cuya figura principal hace referencia a una planta de caña de azúcar y, en todo el borde de la base de la pileta se encuentran gravados de estilo mochica.
  
 

A un costado del mercado de Laredo se encuentran los colectivos y combis que hacen la ruta hasta el poblado de Conache. Cuando se abordan los colectivos en Laredo y todos los pasajeros tienen como destino final la laguna, los colectivos llevan hasta la misma laguna. En nuestro caso solo mi hermano y yo íbamos hasta la laguna, motivo por el cual el auto nos dejó en lo que sería una plazuela de tierra donde destaca un colegio. La distancia de Laredo a Conache es de 6 km que se transita por una vía afirmada  en un tiempo aproximado de 10  minutos. El costo del pasaje fue de S/. 1.50.
Conache está situado en el valle de Moche,  en la epóca pre-inca en este lugar se desarrolló la cultura mochica. En la actualidad este pueblo tiene terrenos arenosos, los cuales son bañados  por el río Moche que permite a los pobladores dedicarse a la agricultura y ganadería con el cultivo de maíz, frijol, caña de azúcar, hortalizas, forraje y cría de ganado.

El caserío de Conache, empezó a formarse por los años 30 del siglo pasado con solo tres famiilas de la sierra de La Libertad. El origen de su nombre se desconoce, aunque se relaciona con los vocablos "mache" o "moche". Los más antiguos atribuyen que el origen del nombre se debe a que los viajeros que querían pasar hacia Moche tenían que hacerlo "con hacha" en la mano debido a la gran cantidad de espinos que copaban los caminos.
Desde el colegio hay que caminar cerca de 1 kilometro hasta llegar a la misma laguna. El camino es de tierra en medio de arbustos, la mayoría de las viviendas son de adobe y en menor cantidad de palos y esteras. Durante la caminata no hay espacios para protegerse de los fuertes rayos solares del sol norteño que nos caen directamente, para minimizar un poco su efecto debemos tomar precauciones con el uso de bloqueadores solares, unos lentes para el sol y una visera o sombrero que nos cubra la cabeza  y parte de la cara y cuello.
 


Cuando llego al lugar lo primero que observo es un cartel donde se indica una serie de recomendaciones y prohibiciones, como por ejemplo está prohibido el ingreso de bebidas alcohólicas, de mascotas, pescar y cazar aves, arrojar basura en la laguna. El horario de atención es de 9 de la mañana a 5 de la tarde y la entrada general tiene un costo de S/. 1.00.
 



Nos acercamos a la puerta de entrada, que más que  una puerta era una tranquera rústica hecha con troncos de algarrobos donde se han clavado unas maderas y triplay. Tratamos de abrir la tranquera  pero nos dimos cuenta que estaba cerrada con cadena y candado, al parecer era muy temprano. Después de unos minutos de estar mirando desde aquel lugar todo el entorno, a lo lejos vemos que un señor se acercaba hacía nosotros. Nos saludamos  y le comentamos que estábamos de viaje, que habíamos hecho un viaje desde Lima exclusivamente para conocer esta laguna. El hombre como todo buen norteño nos demostró su hospitalidad y muy gentilmente retiró el candado permitiéndonos  pasar.


 
  
En la actualidad esta laguna  es de propiedad privada, tiene una extensión de nueve hectáreas aproximadamente, y está cerca de las Pampas de San Juan, jurisdicción del centro poblado Santo Domingo. La profundidad de sus aguas en algunas zonas es de 4 m.
 
 

Las aguas parecen quietas,  tranquilas,  solo tienen un leve movimiento de acuerdo a la intensidad  del viento; son tan limpias que claramente se reflejan en ellas todo el paisaje que rodea la laguna.
 


La laguna está próxima a grandes cerros y dunas de arena, como el cerro Bolsillo del Diablo. Algunas dunas tienen alturas de hasta 80 metros con pendientes entre 35 y 50 grados las cuales son visitadas por los amantes del sandboard, un deporte de aventura que consiste en el descenso de dunas o cerros de arena, sobre tablas especiales. Uno de los principales atractivos de este deporte es que se practica al aire libre utilizando los recursos de la naturaleza  y disfrutando de los paisajes que ésta nos ofrece.



Se observa la presencia de abundante totora y junco que crece en el interior de la laguna. La totora crece de manera silvestre en lagunas y zonas húmedas  pantanosas, aunque en algunos casos también son cultivadas, debido a que con ellas se pueden construir casas y embarcaciones, utilizar su fibra para hacer trabajos artesanales como canastas, sombreros y también servir  de alimento para el ganado.



Gran cantidad de  algarrobos circundan toda la laguna. Estos árboles cuentan con profundas raíces que  les permiten captar el agua del subsuelo, permitiéndoles vivir muchos años.  Por su longevidad se han convertido en los árboles más representativos de los desiertos de la zona norte del Perú.



A lo lejos observo  garzas blancas y patos silvestres.  En determinadas épocas del año se puede observar bandadas de aves que migran a este hábitat para anidar. Algunas personas comentan que la laguna está poblada de peces conocidos con el nombre de tilapias

 


Antiguamente el origen de esta laguna era estacional, es decir se formaba periódicamente, durante la época de lluvias en la zona  y meses después se secaba. Después de concluir la segunda etapa del proyecto especial de irrigación Chavimochic,  en 1,998 se invadieron  80 hectáreas de tierras eriazas de las Pampas de San Juan. Con el uso no planificado del agua y con el continuo riego por inundación de los sembríos, poco a poco se comenzaron a generar  filtraciones de agua que ocasionó  que esta  laguna llegara a tener agua permanentemente que sigue aumentado su volumen.
 

 
El Proyecto Especial Chavimochic es un sistema de irrigación iniciado en la década de 1,960 que se extiende por casi toda la costa del departamento de La Libertad.  Chavimochic es un acrónimo conformado por las primeras sílabas  de los nombres de los cuatro valles que cruza el canal principal del proyecto, cuyos nombres son: Chao, Virú, Moche y Chicama.

Existe un solo bote a remos de regular tamaño por medio del cual los visitantes pueden dar un paseo con la finalidad de adentrarse y conocer un poco más la laguna.



Las personas que gustan de las caminatas pueden dar una vuelta alrededor de la laguna, descansando bajo la copa de los árboles que se encuentran al borde de la laguna o simplemente disfrutando de las huellas de nuestras pisadas sobre la arena.
 


Los fines de semana la laguna de Conache es visitada por muchas personas, grandes y pequeños llegan a la laguna como pueden, algunos caminando y otros  en taxis, micros, combis y camionetas para disfrutar del lugar. En el interior se encuentra un gran espacio reservado con mesas y sillas donde los visitantes pueden degustar los exquisitos platos norteños que se venden en el único restaurante ubicado dentro del perímetro de la laguna.

Algo que vi y que realmente no me agradó fue que en el interior de la misma laguna se estaba construyendo una casa con material noble, con cemento y ladrillos. Si bien es cierto esta laguna es de propiedad privada, considero que es deber ciudadano conservar la armonía y paisaje del lugar, que es lo que le da valor y hace que la gente vaya a visitarla y generé réditos al propietario. Me comentaron  que esta laguna fue comprada a los pobladores por un tercero que lo convirtió es un espacio recreativo con fines de lucro. Tal vez ahí está la respuesta a este deterioro de la naturaleza.



Es posible obtener ingresos con el turismo, respetando la naturaleza, su biodiversidad y costumbres de cada lugar, para que generaciones futuras puedan disfrutar del lugar y conocer las raíces de su pasado.
Este viaje se realizó en abril del 2,009 algunos datos pueden haber variado a la fecha.
Con motivo de escribir este reporte hice un nuevo viaje a esta laguna en Junio del 2013, y lo hice abordando unas combis, con la letra “S” cuyo paradero inicial se encuentra a la espalda del terminal terrestre de Trujillo. Estas combis atraviesan en su recorrido toda la ciudad antes de llegar a Laredo, y como se comprenderá el caos del transporte vehicular hace que este viaje tenga una duración aproximada de 1 hora.
Como siempre al llegar al distrito de Laredo lo primero que se observa es el arco que conmemora el primer centenario de la creación de los caseríos de Laredo y La Merced, cuya fecha de creación es el 9 de diciembre de 1,878. Posteriormente el 28 de diciembre de 1,961 mediante ley se crea el distrito de Laredo, siendo Presidente Constitucional del Perú Don Manual Prado Ugarteche.

 
 
Muy cerca del arco se encuentra la plaza principal del distrito. En medio de la cuadra 3 de la calle la Merced se ubica la Iglesia Jesús y María la cual estaba igual de pintada como la vi hace cuatro años atrás, al frente se encuentra la comisaria de  la ciudad. Viejos laredos sentados en la bancas de la plaza disfrutan de una amena tertulia, sus gestos y sonrisas asi lo delatan, imagino que entre conversación y conversación rememoran grandes recuerdos de sus vidas, quizá de un amor o comentan sobre la forma acelerada en que  fue creciendo la ciudad en cerca de 52 años de creación política de este distrito.



El paradero de los autos que llevan hasta Conache sigue siendo cerca del mercado, el costo del pasaje es de S/.2.00 pero ahora llevan hasta la entrada de la misma laguna, prácticamente ya no se camina nada. La vía hasta cierto tramo esta asfaltada pero cuando desviamos hacia el pueblo mismo de Conache pasa a ser solo afirmada, y después es todo tierra motivo por el cual el paso del auto levanta bastante polvo.

 

Pasaron cerca de 4 años y el aspecto de la laguna ha cambiado notablemente. La vieja tranquera hecha de troncos viejos que impedía la entrada ha sido reemplazada con un enrejado de fierro. Muy cerca de la cual se encuentra una caseta para el cobro de la entrada cuyo costo ahora se duplicó a S/. 2.00.



Se ha construido un pequeño embarcadero de madera con una extensión aproximada de unos 5 metros desde donde zarpan los botes de paseo.



Ahora cuenta con varios botes pequeños para que los visitantes a la laguna puedan disfrutar de un paseo por el precio de S/.1.00 por persona.

 
El restaurante que antes era totalmente rústico ahora se ha modernizado, con mejores mesas y sillas.  Muy cerca encontramos un camioncito muy antiguo, sin lunas ni capot, casi destartalado.


Uno de los motivos principales que me llevo a ir nuevamente a este lugar era saber que era lo que habían construido finalmente en medio de la laguna. Cuando trate de ubicar vi que estaba casi todo igual. Cuando pregunte, me dijeron que se había construido una especie de mirador, que los botes transportaban a la gente hasta este lugar, pero  una crecida de la laguna hizo que colapsara esta construcción y finalmente quedó como se observa actualmente:  solo sobresalen los pilotes que sirvieron de base y unas paredes de ladrillos a medio construir.



Después de descansar a la sombra de los algarrobos, admirando la naturaleza y disfrutando del  paisaje que rodea  la Laguna de Conache, llega el momento más triste de todo paseo: el retorno. Nuevamente pongo mi mochila al hombro llevándome muchos recuerdos, algunos de los cuales comparto en esta publicación.

 

Los lugares que he llegado a conocer siempre han dejado un recuerdo en mi mente. Cada viaje, cada paseo tiene su propia historia, aunque se vuelva al mismo lugar estoy seguro que será una nueva historia.