miércoles, 28 de agosto de 2013

HUAYTARA: LA FLOR QUE RENACERA


Planificamos con mi hermano el viaje a Huaytará, capital de la provincia del mismo nombre con el objetivo de conocer la Iglesia San Juan Bautista.

Revisando los mapas observamos que se encuentra ubicada en la vertiente occidental de la cordillera de los andes, a 2,726 msnm. Si bien es cierto es una provincia que pertenece al departamento de Huancavelica, para llegar a ella la ruta más corta es ir por la costa.

La planificación del viaje consistía en ir primero a Ica y pernoctar allí. Luego al día siguiente muy temprano iríamos a Huaytará y regresaríamos el mismo día, era lo que llamo un “viaje relámpago”.

Después de pernoctar en Ica, al día siguiente muy temprano fuimos al terminal de una empresa de transportes y abordamos un ómnibus que después de recorrer 75 nos trasladó hasta  San Clemente.  Este  distrito pertenece a la provincia de Pisco y desde aquí  se inicia la carretera de los Libertadores-Wari, vía que une el departamento costeño de Ica con Huancavelica y Ayacucho en la sierra.

En la entrada a San Clemente en la misma carretera panamericana sur, kilometro 228, muy cerca del puesto policial se encuentra el paradero inicial de los carros que hacen la ruta San Clemente-Huaytará. Cuando llegamos estaba por llenarse un auto colectivo y después tocaba salir una minivan. Decidimos esperar para irnos en la minivan. Separamos nuestros asientos y  mientras esperábamos que se completen los pasajeros, nos tomamos un desayuno muy cerquita del paradero.

Después de esperar cerca de 45 minutos, finalmente se completó el número de pasajeros y partimos  rumbo a Huaytará.  Inmediatamente el chofer enrumbó por la vía Los libertadores Wari, a los pocos minutos pasamos por Humay,  tierra de la Beatita de Humay ; luego pasamos por el complejo arqueológico de Tambo Colorado; seguimos subiendo y poco a poco, entre curva y curva vamos dejando la costa para entrar directamente a la sierra.

La carretera se encuentra en perfectas condiciones y el viaje transcurre con normalidad. Iba cómodamente sentado en el asiento del copiloto y desde allí tenía una vista privilegiada, los cerros arenosos de la costa iban quedando atrás, para dar paso a los cerros llenos de verdor.  El camino de subida y lleno de curvas permitía apreciar el paisaje serrano.

Después de recorrer  aproximadamente 112 km desde San Clemente, en un tiempo de 2.30 horas llegamos a Huaytará, un pintoresco poblado enclavado entre tres cerros. Un arco en la entrada nos da la bienvenida.

Parece que el origen del nombre deriva de la palabra “huayta” que significa flor, a la que se le agrego el sufijo “raq” para denominarlo Waytaraq que significa “florecerá”.  Otros dicen que la palabra “huayta”  significa flor, a ella se le agregó la palabra  “Tara” que es una planta medicinal, traduciendo al español sería algo así como “La flor de tara florecerá”. Haciendo honor a su nombre esperemos que algún día este lugar pueda florecer y vencer la pobreza. Estamos en los límites de Huancavelica uno de los departamentos más pobres del Perú.

Huaytará como pueblo existió mucho antes de los Incas, estuvo poblado por los Guaytarás, los Chocorvos y otras poblaciones menores, que fueron sometidos al Imperio por el inca Pachacútec. Por su ubicación estrategia entre la costa y la sierra fue un centro administrativo y  militar  donde Pachacútec construyó su cuartel general con muros que hasta la fecha muestran las características de la arquitectura Inca. La cantidad de restos arqueológicos pre-incas  e incas de la zona guardan el rico pasado prehispánico del departamento de Huancavelica, por tal motivo a Huaytará se le conoce como la “Capital Arqueológica de Huancavelica”.

En la época republicana sufrió muchos cambios en su denominación. En junio de 1,825 mediante decreto dictatorial es elevada a la categoría de pueblo por Simón Bolívar; el 2 enero de 1,857 fue creado como distrito siendo presidente de la república el Mariscal Ramón Castilla. Finalmente después de muchas luchas reivindicativas, el 26 de setiembre de 1,984 se crea la provincia de Huaytará siendo presidente de la república el arquitecto Fernando Belaunde Terry.  Actualmente lo conforman 16 distritos y sus límites son: por el norte con Castrovirreyna, Huancavelica y Angaraes, por el sur y  oeste con Ica y, por el este con Ayacucho.

Primero llegamos a la plaza principal, la cual es pequeña pero muy limpia y bien cuidada. Allí se encuentra el moderno local municipal, construcción de tres pisos cuya entrada tiene portales en forma de arcos. Dentro del perímetro de la plaza principal no se encuentra ninguna iglesia, este hecho no dejó de sorprenderme  ya que es muy característico en todos los pueblos del Perú que  dentro del perímetro de la plaza principal se encuentra una iglesia.



En el centro de la plaza se encuentra un pequeño monumento hecho de piedras con una base  de tres niveles en cuya cima se encuentra el  busto de Túpac Amaru.



Desde la plaza principal se observa en la cima de una colina la colorida Iglesia San Juan Bautista de Huaytará. Caminamos hacia ella por una pendiente bien pronunciada que me causó cierta fatiga, el sol serrano quemaba intensamente y cada paso que daba era un esfuerzo.



Luego de subir dos cuadras durante unos 10 minutos aproximadamente estaba frente a la iglesia por la cual estaba realizando este viaje. Un cielo completamente limpio, de un color azul intenso daba un plus adicional a la belleza espectacular del ambiente.

La iglesia San Juan Bautista fue construida en el S.XVI sobre una construcción inca.



Para comentar sobre este templo hay que dividirlo en dos partes, uno la base sobre la cual fue construida la iglesia, que corresponde a una construcción de un edificio inca  y la otra la construcción española de la iglesia propiamente.

Cuando se está en el frontis de la iglesia no se logra apreciar la construcción inca, para eso tenemos que bordear la iglesia hasta llegar por uno de sus lados a una puerta de entrada, donde una señora de edad avanzada nos indica que debemos pagar S/. 2.00 para poder acceder al interior.

Traspasando la entrada lo que se observa es una explanada grande y al fondo se observa toda la parte lateral del templo y en ella podemos ver claramente como sobre las piedras de la construcción  inca se pusieron los adobes de barro para la construcción del templo.
 
El cronista mestizo Inca Garcilaso de la Vega en su famosa obra "Comentarios Reales de los Incas" menciona que este edificio fue mandado a construir por el Inca Pachacútec, durante los años de conquista de la nación de los Chincha a inicios del siglo XV.  Pachacútec fue el inca que convirtió un simple curacazgo inca en un gran imperio, cuyo gobierno se inició alrededor del año 1,438 y terminó con su muerte alrededor del año 1,471.

En la cara exterior vanos ciegos trapezoidales de doble jamba ordenados en línea recta adornan el muro que sirve de fachada. Podemos contar hasta 7 hornacinas trapezoidales de doble jamba con sus ventanas,  alineados de forma casi perfecta.

 

Conforme me voy acercando al muro inca observo los vanos ciegos trapezoidales de doble jamba ordenados en línea y en ella se aprecia la perfección de los cortes y  uniones de una piedra con otra, característica principal de la técnica y arquitectura inca que la podemos apreciar en las construcciones más importantes de los incas a lo largo de todo el Perú.



Una de las características del palacio Inca son  sus hornacinas de triple jamba de formas trapezoidales. La jamba es cada una de las piezas laterales verticales de un vano o apertura que sostienen un dintel. En la época incaica era un símbolo de poder y nobleza. Los incas las usaron solo en las construcciones de sus templos y palacios más importantes.



Estudios posteriores hacen que los arqueólogos no se pongan de acuerdo en la función que cumplía este lugar, la de mayor consenso señala que debió ser el palacio de algún funcionario estatal Inca de alto rango, de algún curaca que gobernaba el valle o un Intiwasi, también conocido como templo del sol.

Llegan a esta conclusión debido a varias características que tiene el lugar. La primera a la forma trapezoidal del edificio, teniendo por medidas 74 metros de largo por 53 metros de ancho en el muro oeste y 45 metros en el muro orientado al este.  Segundo, el material empleado es la piedra sillar, perfectamente labrados como corresponde al momento mejor logrado de la técnica y la arquitectura Inca. Tercero, todo el muro esta adornado con hornacinas trapezoidales y vanos de doble jamba signo distintivo de importancia, en las construcciones incas. Cuarto, está asociado a una paccha o manantial de agua, conocidas popularmente como "baños del inca". Todo esto hace pensar en Huaytará como un lugar con alto rango dentro de la organización del Tawantinsuyu , motivo por el cual fue declarado patrimonio cultural de la nación.

Muy cerca del lugar encontramos lo que conocemos como los baños del inca. Esta conformado por  una gran mole de piedra granítica, con dos canales tallados y con relieve para la caída de agua  al pozo; circundan el baño piedras rústicamente pulidas.
 
Este tipo de baños es muy característico de la época incaica, la encontramos en muchos lugares donde hay vestigios de construcciones incas, servía de descanso y relajo del  Inca cuando hacia los grandes viajes para conocer sus reinos. Viajes que duraban en algunos casos muchos meses. La precisión de las caídas de agua es tan perfecta que si ponemos dos envases a cada caída de agua los dos envases se llenan igual al mismo tiempo.
Aún se pueden observar las piedras labradas en forma de canales que permitían hacer llegar el agua hasta el baño del inca y otros canales servían a modo de desague.



Bordeamos toda la construcción inca y constatamos que todo el alrededor se encuentra conformado por hornacinas.


Terminamos de apreciar este lugar y ahora volvemos a la entrada principal del templo donde nos abren las puertas para ingresar y apreciar el interior.

A primera vista lo que me llama la atención es que dentro del templo católico sigo viendo los muros del palacio inca, algo realmente espectacular. Esta forma de los conquistadores de construir sus templos  católicos sobre los restos de los palacios incas, es muy común, y lo hicieron como una demostración de su poder, para que los antiguos pobladores entiendan que por encima de sus creencias estaba la superioridad del nuevo culto, de la nueva religión traída por ellos.



Con el paso de los años se logró un sincretismo cultural de tal manera que hoy las hornacinas incas sirven de altares para las imágenes de la religión católica.  El sincretismo es la unión de dos o más rasgos culturales de origen diferente.



Esta iglesia por estar construida sobre un palacio inca es de una sola nave, y en el altar mayor se observan seis imágenes de la religión católica, entre ellas logro distinguir al corazón de Jesús,  Fray Martin de Porres, San Juan Bautista.



Algunas piedras que conforman el muro dejan una abertura a modo de ventanas que permiten la ventilación y el pase de la luz hacia el interior de la iglesia. Las paredes laterales son de adobe y sobre ella se han pintado pasajes de la vida de Jesús.  Todo el techo a dos aguas está cubierto con calaminas sostenidas sobre un armazón de troncos de eucalipto.



Aquí un detalle, al lado izquierdo de la foto observamos que sobre la base de unas gradas de piedra se ha adaptado las patas de una mesa que sirve de base para el reposo de una imagen religiosa.


 
El frontis  es  desde la base construcción colonial y fue adicionada a la construcción inca. Tiene ornacinas que tal vez en algún momento habían imágenes de santos.  Las dos torres que sirven de campanario  a partir de la mitad hasta las cúpulas tienen  adornos pintados con vivos colores.
Luego de apreciar en su totalidad la iglesia partimos por un sendero de piedra rumbo a la cima de una colina conocida también como  morro de Arica o cumbre de Arica, donde se encuentra el mirador turístico. Cuenta la historia que esta plataforma servía como mirador o adoratorio y también para simular fiestas guerreras o de índole religioso  presidido por el inca y su corte, además era el lugar de las ofrendas o sacrificios. Algunos dicen que este morro tiene un pasaje subterráneo que sale del palacio Inca, y que por allí pasaba el inca para no ser visto  por sus súbditos.
 
El mirador es de forma circular y cuenta con asientos de cemento y sobre el techo existe una cruz blanca que de noche es iluminada y se puede ver desde cualquier punto de Huaytará.
 
Desde el mirador se precia parte del pueblo y todo el valle enclavado entre los cerros.



 
Observamos la carretera de Los libertadores, cual culebra de cemento serpentea en el verdor del valle. Al fondo entre los cerros discurre el rio Vizcacha cuyas aguas sirven para regar las fértiles parcelas de cultivos. También se aprecia árboles grandes como el eucalipto y el molle. Realmente un lugar para quedarse, pero como  todo tiene su final, la hora avanzaba y nosotros teníamos que regresar.



 
Mientras descendía por el camino no dejaba de admirar y maravillarme con el paisaje, que tranquilidad, que silencio, que color, que bonito.


Lo díficil fue conseguir un lugar donde almorzar, todos los lugares que nos informaban donde podiamos encontra comida no atendian, era un día semana casi toda la gente almuerza en su casa  y generalmente no hay turistas. Seguimos preguntando y buscando hasta que encontramos un lugar donde solo nos podian preparar un lomo saltado de pollo.

Me hubiese gustado comer algo típico del lugar, pero dadas las circunstancias no me podia poner exquisito, asi que ordené que me prepararan el lomo saltado de pollo.  Cuando me servieron el plato vi que en lugar del arroz blanco tenia un arroz de color verdoso tipo arroz con pollo , pero sin pollo. Esto me demostró que el Perú en cuanto a la gastronomia es un pais creativo y de fusiones, cada uno crea su propia combinación con los ingredientes que tiene a la mano, y para ser sinceros no estaba mal.

Mientras almorzaba con mi hermano comentábamos que el pueblo era tranquilo y que no había mucho movimiento, motivo por el cual tal vez iba ser díficil encontrar movilidad para el regreso y que lo mejor era dirigirse a la plaza principal. Mientras nos acercábamos escuchamos el claxón de una minivan que salia con destino a San Clemente, para suerte nuestra solo quedaban dos asientos libres, sin pensarlo dos veces nos subimos y el carro partio rumbo a su destino final. Una vez en San Clemente abordamos un bus que nos trajo de nuevo a Lima.

Pero Huaytara no es solo lo que yo he conocido es mucho más.  Queda pendiente un viaje a futuro para conocer:

El complejo Arqueológico de Inka Wasi o casa del Inca, donde se encuentra un templo inca también conocido como Palacio de las dos Ventanas, los baños del Inca, el Ushnu, las viviendas, el sector administrativo y la Kancha, restos de terrazas que pudieron haber sido los jardines del Inca.

A espaldas de la municipalidad y a una cuadra de la plaza principal se ubica el Museo de Arqueología “Samuel Humberto Espinoza”, donde se  exhibe  una variada e importante riqueza textil y artesanal, momias,cráneos, huesos, plumas y armamentos hallados en las excavaciones realizadas en los complejos arqueológicos de la provincia.

El Banco Central de Reserva el 20 de marzo del 2013 puso en circulación la decimosegunda moneda de colección “Riqueza y Orgullo del Perú”  de S/. 1.00, la misma que tiene acuñada la imagen del templo inca de Huaytará, que conocí aquella oportunidad. En la moneda también se observa la marca de la Casa Nacional de Moneda sobre un diseño geométrico de líneas verticales así como la denominación en número y el nombre de la unidad monetaria sobre unas líneas ondulantes. En la parte superior se muestra la frase “Templo Inca Huaytará S. XV d.C.”




Este viaje lo realicé en Noviembre del 2,008 cualquier dato puede haber cambiado a la fecha.

Finalmente algunas recomendaciones:

Si vamos por nuestra cuenta hay tener muy presente que los dias de semana la movilidad es escasa, que solo salen cuando se llenan totalmente los asientos; esto puede originar que esperemos algún tiempo para partir hacia Huaytará o para poder regresar de nuevo a San Clemente de Pisco.

Encontrar alimentación a cualquier hora es un poco complicado.

No había guias de turismo en el lugar.

De acuerdo a la temporada de visita hay que llevar las protecciones del caso; en verano el sol es muy fuerTe entonces debemos llevar mucha agua, gorrito y bloqueador; en invierno ropa abrigadora y tal vez para soportar la lluvia.
 





 






sábado, 17 de agosto de 2013

CAÑON DEL COLCA: MAS QUE UN MIRADOR DE CONDORES. PARTE II


Regresé a la plaza principal de Cabanaconde para esperar la movilidad que me llevaría hasta el mirador del cóndor más conocido como cruz del cóndor. Este  lugar se encuentra a media hora de distancia de Cabanoconde, a 3,287 msnm. Se ha construido una gran cruz sobre una gran piedra y un pequeño muro de piedra para la comodidad de los turistas. Las personas que no quieren pagar el costo para acceder al mirador, se quedan en esta zona, al borde del precipicio, donde no hay barandas de protección.
 

También existe un pequeño monumento de piedra que nos recuerda que estamos en el mirador cruz del cóndor.

 
Desde la carretera se observa hacia abajo lo que es propiamente la zona para avistar el vuelo de los cóndores. Para acceder hasta allí se tiene que comprar un boleto turístico que tiene un costo de S/. 25.00 y que además te permite el ingreso a las iglesias siempre y cuando se forme parte de un grupo de tours.


Es una zona construida para dar comodidades y sobretodo seguridad al turista ya que cuenta con barandas de seguridad, asientos, sombrillas y servicios higiénicos.


 

El Cóndor andino es considerado como el ave voladora más grande y pesada del planeta. Los adultos llegan a medir hasta 1.40 m de altura y entre 2.70 y 3.30 m de envergadura con las alas abiertas, pesan de 11 a 15 kg los machos y de 8 a 11 kg las hembras. Es una de las aves que vuela a mayores alturas, puede llegar con relativa facilidad los 7,000 m y volar por cientos de kilómetros, aprovechando las corrientes de aire para planear casi sin mover las alas extendidas. Muchas de ellas llegan hasta las riberas del océano en la costa en busca de alimento.

Los cóndores suelen tener plumas negras  a excepción de algunas plumas blancas en la parte externa de las alas.   de la cabeza que es calva. Los machos tienen un característico collar blanco. No es un depredador porque sus robustas patas solo le sirven de soporte y carecen de garras afiladas. Su arma principal es  un poderoso pico encorvado con gancho y bordes cortantes, que es capaz de desgarrar la piel de los animales muertos. Entre el límite del cuello y el cuerpo llevan un collarín blanco de plumas finísimas como algodón.  Son las aves más longevas pueden vivir hasta los 85 años, son monógamos y solo cambian de pareja por la muerte de uno de ellos, cada pareja tiene una cría cada dos o tres años y ambos padres deben cuidar la cría durante un año entero.

Como se comprenderá esta parte del camino es el lugar principal a donde llegan todos los tours turísticos. Se ve mucha gente con características y colores de piel diferentes, que al escuchar su forma de comunicarse sabemos que son de otros países. Escucho palabras pronunciadas en otros idiomas algunas de las cuales no logro identificar. Al borde de la carretera encontramos gran cantidad de pobladores que con su vestimenta típica ofrecen diversos productos generalmente artesanías y ropa, que los turistas adquieren como souvenirs y recuerdos de su presencia en esta zona. La artesanía del Colca destaca por los bordados de ropa y  tejidos a base de fibra de alpaca y llama elaborados localmente por los pueblos de la parte alta. Es curioso ver como los turistas y los pobladores locales para realizar las transacciones de compra venta, al no poder entenderse y comunicarse por el idioma,  se guían de señas y gestos para llegar a un acuerdo y cerrar la transacción, una prueba más de que el comercio es universal y no tiene limitaciones.


Un poco más alejado del lugar se encuentra la zona de parqueo de los carros particulares y de las agencias de turismo, muchos de los cuales salen de madrugada del mismo Arequipa y otros inician su recorrido desde Chivay después de haber pernoctado en este lugar. Es una explanada grande suficiente para el parqueo de microbuses, combis y autos.



El mirador es parada obligada de todos los carros, generalmente se detienen aquí como 15 minutos, permitiendo que algunos pasajeros bajen a observar el lugar y otros comiencen a alistar sus cosas para subir a ellos y emprender el retorno. Era hora de partir, miré por última vez el lugar tratando de gravarlo en la memoria y abordé el ómnibus con destino al siguiente poblado.
Mi próxima parada fue el anexo de Pinchollo que pertenece al distrito de Cabanaconde. Entre Pinchollo y Cabanoconde se encuentra la zona del mirador de cóndores. Está ubicado aproximadamente a 32 km al oeste de Chivay, en la margen izquierda del río Colca , a una altura de 3,625 msnm.
Encontré varios significados para  Pinchollo pero el que más me agradó es el que dice que proviene de la palabra Pinchu Llalla  que significa el que vive solo.
La plaza principal es grande con bancas para sentarse y en el centro se encuentra una pileta de agua coronada por la estatua de un ángel.  Por encima del nivel de la plaza al lado suroeste se puede apreciar el Templo de San Sebastián, rodeado por un atrio amurallado. La construcción del templo de San Sebastián fue iniciada en los primeros años del siglo XVII y se culminó en 1,624 con la colocación de sus cuatro campanas.


El templo es de una sola nave  muy alargada, de forma rectangular con techo de calamina. Al lado derecho posee una torre, de planta cuadrada que sirve de campanario. La puerta  principal es simple, decorada con relieves y pintura mural. Es considerado Patrimonio Cultural de la Nación según la R.M. No. 0928-80-ED del 23/07/1980 con la denominación de Monumento Histórico.
 

Después de esperar media hora abordé otro ómnibus con destino al distrito de Maca situado a una altura de 3,262 msnm.

Maca es un poblado ubicado a 24 km de Chivay  en las faldas del Volcán Sabancaya y del nevado Hualca Hualca. Una leyenda que da origen al nombre del pueblo, dice que el inca Mayta Cápac llegó al pueblo, y por alguna razón olvidada estuvo a punto de sufrir una derrota. Sorprendido por la capacidad guerrera de estos hombres, el Inca pronunció: “Macca”, que en quechua significa “pelear”.
 
La plaza principal es grande y bien cuidada, en ella destaca la Iglesia Santa Ana de Maca. Lo que se observa ahora es un templo totalmente reconstruido en sillar que culminó en el 2,007. Tiene planta de cruz latina con una sola nave, dos torres de base cuadrada a cada costado que también sirven de campanario. La parte de arriba de la fachada principal que da al atrio cuenta con arquerías.


La entrada tiene una forma muy particular, tiene una forma de arco con relieves y pintado de otro color y dentro de este arco hay otro más pequeño que sirve de marco y da forma a la puerta de entrada. Cuando uno mira el arco se observa que fue hecho a pulso, por eso no se ve una armonía perfecta en su construcción.


 

Estas iglesias solo abren las puertas cuando llegan los turistas y difícilmente dejar tomar fotos. Hay que tener suerte para coincidir con un grupo de turistas y poder ingresar. En el interior conserva bellos altares barrocos en pan de oro, lienzos de la escuela cuzqueña, el sagrario y una imagen de Cristo crucificado que data del siglo XVI. Es considerado Patrimonio Cultural de la Nación según la R.M. No. 0928-80-ED del 23/07/1980 con la denominación de Monumento Histórico.

 
Una foto obligada de la visita al cañón del Colca es la foto con el águila andino del señor Erasmo, ya sea sobre la cabeza o el brazo. Todos los carros de las agencias turísticas llegan a este lugar ubicado al costado del templo de Santa Ana de Maca para la foto correspondiente.
Veía al ave con su gran pico y tenía cierta cautela del animal. Para romper el hielo me puse a conversar con el dueño del águila. Me contaba don Erasmo que hace más de 10 años encontró al ave malherida y curó sus heridas. El águila fue domesticada y hoy vive de ella, muchos son los turistas que se toman foto con el águila y le dejan una colaboración voluntaria. También se encuentra una señora que tiene dos águilas, pero la primera que llegó fue la de don Erasmo.
Con la confianza del caso me colocaron el águila encima de la cabeza para la foto correspondiente. Lo normal es que don Erasmo hace que uno se coloque su sombrero en la cabeza, el águila esta amaestrado para posarse en el sombrero, de tal manera que vuela hasta donde está el sombrero.
 
El ave no logra estar quieta, abre sus alas y para mantener el equilibrio siempre está moviéndose. No hay que ponerse nervioso ni moverse mucho pues el animal podría resbalar y un rasguño de sus patas si nos haría daño. Se siente el peso del ave de unos 6  o 7 kilos aproximadamente. Pero yo no quería la foto en su sombrero sino en mi visera que me ha acompañado en tantos viajes. Al final perdí todo miedo y me fotografíe con las dos águilas.
 
Los turistas se quedan maravillados de poder acariciar y tomar fotos a una llama, que según su dueña se llama “panchito”.  Este animal para los europeos y asiáticos es realmente raro. Acompaña para las fotos una niña luciendo el traje típico de Chivay.  En este lugar también existe la venta de souvenirs.
 
Mi siguiente parada fue el distrito de Achoma, a una distancia de 14 km de la ciudad de Chivay, en la margen izquierda del Río Colca, a una altitud de 3,450 msnm. La plaza principal es grande con jardines muy bien cuidados, en ella destaca el Templo de los Santos Reyes de Achoma y una pileta coronada con una escultura de un cóndor volando.
 
El Templo de los Santos Reyes de Achoma se encuentra longitudinalmente a la plaza. La primera iglesia data del siglo XVI, pero los constantes terremotos la destruyeron, así que lo que hoy vemos al igual que todas las iglesias de esta zona es reconstruida.
Tiene un atrio cercado con un muro de piedra que lo rodea en tres de sus frentes. Su planta es rectangular de una sola nave. Los muros laterales son de piedra y la fachada principal al lado izquierdo tiene una torre que sirve de campanario. Es considerado Patrimonio Cultural de la Nación según la R.M. No. 0928-80-ED del 23/07/1980 con la denominación de Arquitectura Religiosa.
 
En su interior se aprecia pinturas murales, lienzos, esculturas y retablos. La festividad religiosa más importante es la del 6 de enero en que se celebra la llegada de los Reyes Magos, fecha en donde la población en su conjunto y de zonas aledañas salen a las calles a bailar el colorido wititi.
El wititi es una danza pre-inca originaria del distrito de Tapay  que se baila en todos los pueblos del valle del Colca.  Cuenta la historia Collagua que en la época inca, el soberano cusqueño quería casarse con la hija del gran curaca local, para poder acercarse a la doncella y no ser reconocidos, él y su séquito se disfrazaban con trajes femeninos, logrando comprometerse con ella, por ello es conocida como la danza del amor. Wititi significa en Aymara “Guerrero resplandeciente que vence a la oscuridad”. Fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación el 14 de Julio del 2,009 por el Instituto Nacional de Cultura del Perú
Después de un día lleno de emociones y caminatas, no hay nada mejor que ir a los baños termales de La Calera que se encuentra a 4 km del centro de Chivay. Se puede ir en una mototaxi, un taxi o si prefiere caminado disfrutando en cada paso del paisaje, una caminata que durará a paso normal aproximadamente unos 50 minutos. Estos baños cuentan con cinco piscinas cuya temperatura promedio fluctúan entre 35 y  40ºC.


Según dicen los pobladores estas aguas calientes provienen del volcán Cotallumi, donde inicialmente el agua tiene una temperatura que bordea los 80° a 85°C. También dicen que estas aguas tienen propiedades curativas para diversos males, sobre todo reumatismo y muchos otros relacionados con los músculos y la piel, ya que contienen 30% de calcio, 19% zinc y 18% de hierro.
En la plaza de Chivay  dos mujeres, una adulta y una niña lucen los trajes típicos de la mujer de toda la zona del valle del Colca. Faldas largas y chalecos finamente bordados con colores muy llamativos  embellecen los trajes de las mujeres. El sombrero está totalmente bordado con hilos multicolores muy vistosos. Cuando fui al mercado de Chivay pregunté por el precio de uno de estos sombreros, me dijeron entre 70 y 100 soles dependiendo de la complejidad de los bordados realizados.


Con mi mochila al hombro y mis boletos en la mano fui al terminal a esperar el carro de regreso. Mientras el carro se alejaba de Chivay con destino a Arequipa trataba de retener en mi memoria aquellas últimas vistas del lugar.  El cielo se comenzaba a nublar y una densa neblina impedían ver con nitidez las casitas del pueblo con sus tejados color naranja. Finalmente comprendí que cada vez me alejaba más, dejé de mirar por la ventana, cerré los ojos y como una película recordé los dos maravillosos días vividos en el Cañon del Colca.
 
Un intenso frio me despertó de mis recuerdos, durante gran parte del trayecto podía observar a través de la ventana del carro que estaba nevando. Pedacitos de hielo al borde de la carretera eran señal del intenso frio que se sentía en el lugar y que llegaba hasta el interior del ómnibus. No había calefacción y lo único que nos quedaba era cerrar bien las ventanas y abrigarse lo mejor posible.
 
Conforme el carro iba descendiendo la temperatura iba calentando. En el horizonte los últimos rayos solares trataban de penetrar el cielo nuboso y lleno de neblina, para formar una mancha dorada que luchaba por seguir alumbrando como queriendo retardar la llegada de la oscuridad de la noche.


La historia de estos pueblos señala que de los años 600 d. C. a 900 d. C. el Imperio Wari, proveniente de Ayacucho, hizo su aparición en toda esta parte de los Andes, incorporando a su administración a estos poblados. Posteriormente los Collaguas y Cabanas son anexados al Imperio de los Incas. Los historiadores señalan que durante esa época el pueblo de Coporaque habría sido el centro de la administración inca.
Acerca de la presencia inca en la zona se han elaborado toda una serie de mitos, cuentos y leyendas, como una que señala que durante la visita del Inca Mayta Cápac, éste fue concediendo diversos beneficios a los pueblos, como la cebada y la quinua a Chivay,  agua a Maca,  vientos a Pinchollo,  maíz a Cabanaconde,  minas de oro y plata a Tisco,  cochayuyo a Sibayo, etc.
Con la llegada de los conquistadores españoles estos pueblos fueron sometidos a su dominio con los abusos que ya todos conocemos de este proceso. Luego después de la independencia pasaron al olvido sumiéndose en el abandono y la pobreza. Recuperó cierta importancia en los años 70, cuando se construyó la carretera afirmada para atender las obras del proyecto de Irrigación de Majes.
Pero se vio una luz de esperanza para su desarrollo a partir de 1,985 cuando se volvió ruta turística. Desde entonces todos los pueblos del valle se han convertido en atracción, pero falta mucho por hacer. Considero que el turismo es una importante fuente de ingresos, que bien administrados pueden permitir a esta zona salir de la pobreza y mejorar la calidad de vida de sus pobladores. Lo principal sería asfaltar la carretera para que el viaje sea más placentero y dotar de una infraestructura hotelera y restaurantes que motiven al turista no solo ir al mirador de los cóndores sino quedarse algunos días para conocer y apreciar cada uno de los pueblos ubicados a lo largo del Cañon del Colca.
Todas las iglesias del valle del Colca se encuentran en buen estado porque recientemente fueron rehabilitadas por convenios entre las Municipalidades y el AECID (Agencia Internacional de Cooperación Española de Desarrollo).
Que importante es cuando se revalora la historia de los pueblos, a través del mantenimiento de las costumbres y de sus vestigios.  En este caso las iglesias fueron reconstruidas manteniendo el formato antiguo, devolviendo el pasado al presente, permitiéndonos comprender mucho más nuestra identidad peruana.
Este viaje lo realicé en diciembre del 2,008 cualquier dato puede hacer cambiado a la fecha.