jueves, 28 de noviembre de 2013

LAMPA: LA CIUDAD ROSADA


En esta oportunidad mi viaje era a la provincia de Lampa, que se encuentra a una altitud de 3,917 msnm. Para llegar a Lampa lo primero que hice fue ir al terminal provincial de Puno y abordar las combis que llevan hasta  Juliaca. En un tiempo aproximado de una hora se recorren los casi 50 km. que separan ambas ciudades. Una vez en Juliaca me dirigí al terminal donde se encuentran los paraderos de las combis que van a Lampa. La distancia es de 32 km., el trayecto se hace por una buena carretera en un tiempo de 30 minutos aproximadamente y el costo del pasaje es de S/. 2.00.



El origen del nombre procede del término aymara “Lampaya” que es como se le conoce a un árbol que abunda en la zona más conocido como queñual.

La historia de los orígenes de este pueblo se remonta a la época de la cultura Pukara alrededor de 1,200 AC. Pasando secuencialmente por la cultura Tiahuanaco, Quolla e Inka.  Posteriormente en la época de la colonia toma gran importancia prueba de ello son el trazo de sus calles, la arquitectura de las viviendas y los hermosos cuadros que hoy podemos apreciar en su iglesia entre otros.

La ciudad tiene muchos títulos honoríficos: en 1928 fue declarada Benemérita  la provincia de Lampa y Leal Villa su capital. En 1972 fue denominada Ciudad Monumental. Pero el titulo más conocido es “La Ciudad Rosada”.

Este nombre se debe a que la mayoría de las paredes de las casas son de color rosado, debido a que son pintados con chocorosí, un material parecido a la arcilla traído de los cerros cercanos. Casi todas las casonas antiguas son de un solo piso, de tipo colonial y aún conservan bellas portadas que a pesar del tiempo no han perdido su belleza, eso si faltan darles mantenimiento y  un mejor cuidado, pintarlas de nuevo y protegerlas para que sigan perdurando en el tiempo y futuras generaciones puedan aprender del pasado.



Caminando por estas calles rosadas llegué a la plaza principal de Lampa, conocida como la Plaza Grau.  Una vez en ella lo que más resalta a la vista es el imponente templo Santiago Apóstol.

 
En el centro de la plaza principal se encuentra una pileta de bronce rodeado de viejos queñuales, árboles típicos de las partes altas del Perú. La pileta tiene representaciones de las vestimentas de las diferentes danzas de la ciudad.
 
De todas las iglesias que tuve la oportunidad de conocer  en mi viaje al departamento de Puno, sin duda este templo fue uno de los que más me agradó. Está construido todo con piedras, claras y oscuras, sin labrar y brillantes, cuyas combinaciones le dan un aspecto único. En su  techo predominan las tejas vidriadas de colores rojo, verde y amarillo. Es tan grande que su construcción cubre toda una manzana.
 
La construcción de dicho Templo data de los años 1,675 y 1,685. Fue declarado  Monumento Nacional por Ley No. 9342 de 20 de febrero de 1941. Las portadas de entradas son majestuosas, con tallados de piedras de gran maestría. No me queda otra opción que quedarme admirado y maravillado de que en lugares tan lejanos de la capital, puedan existir estar verdaderas obras de arte, que ojala perduren por siempre en el tiempo.


Pagué un ticket donación de  S/. 3.00 y tuve acceso a conocer toda la iglesia y tomar las fotos respectivas. El interior es de una sola nave con dos hileras de bancas.



En la parte superior a ambos lados se observan grandes cuadros tallados magistralmente cuyas pinturas son de la escuela cuzqueña, según lo que me dijo la  niña que atendía en la iglesia. La patrona de Lampa es la Virgen Inmaculada Concepción.



Existe un lindo pulpito de madera, parecido al famoso púlpito de San Blas en el Cuzco.



También se encuentra la representación del Señor Jesucristo hecho en cuero de vaca. Es una imagen que tiene un gran realismo en su expresión de dolor y sufrimiento, de la cual no se conoce su origen. Se presume que solo hay dos de este material y características en el mundo: uno en Pamplona- España y el de Lampa en el Perú.



En el interior del templo existen unos  túneles de piedra y se dice que  Túpac Amaru, llegó triunfal con su ejército a Lampa en diciembre de 1,780. Luego se enteró que había españoles escondidos en estos túneles y ordenó a sus hombres ingresar y matarlos a todos.  Después Túpac Amaru II se dirigió a la ciudad de Azángaro, donde también fue aclamado como soberano. Aquí recibió una misiva de Micaela Bastidas suplicándole su pronto retorno para tomar de una vez el Cusco, antes de que llegue el poderoso ejército realista que había salido de Lima. A fines de diciembre de 1,780, las tropas realistas y rebeldes avanzaban a toda marcha rumbo al Cusco, donde tendrían un choque decisivo con el resultado que ya todos conocemos.



Seguía conociendo el interior del templo y  llegue  a lo que llaman  "Capilla de la Piedad" dentro de la cual hay una especie de media cúpula sobre la que se ha colocado una réplica de La Piedad, famosa obra de Michelangelo Buonarroti, artista italiano de la época renacentista,  más conocido como Miguel Angel.  Se dice que esta escultura es una réplica exacta del original que se encuentra en la basílica de San Pedro en el Vaticano.



El hijo predilecto de esta ciudad, Enrique Torres Belón, un ingeniero de minas y hacendado muy rico pagó en 1,950 la reconstrucción de la iglesia Santiago Apóstol,  y para completarla pidió  a su gran amigo, el Papa Juan XXIII, una copia de La Piedad para colocarla en el reconstruido templo. El Papa aceptó el pedido y se hizo la primera reproducción en yeso, la misma que se encuentra en la Municipalidad de Lampa y la otra  se hizo en aluminio que es la que vemos en el templo.



La media cúpula tiene dos ventanas por donde al asomarse lo que se  observa son las paredes en donde cuelgan  esqueletos humanos, bajando la mirada se observa gran cantidad de calaveras y en lo que sería el piso hay una gran cruz negra de mármol debajo de la cual descansan los restos de  Enrique Torres Belón, hombre que hizo tanto por su pueblo y que cuando preguntas algo casi siempre dicen lo hizo él.



Posiblemente esos  esqueletos y calaveras corresponden a antiguos pobladores de la  ciudad. Me encontraba solo viendo este lugar que está un poco apartado de toda la iglesia. El silencio, las paredes blancas, la cruz negra en el piso y todos esos esqueletos y calaveras en las paredes me hicieron sentir una sensación escalofriante. Tomé las fotos rápidamente y me alejé del lugar.



Dentro de la “Capilla de la última cena”  se encuentra un cuadro de la última cena  con imágenes en bulto de tamaño natural de Jesús y los doce apóstoles.



Este templo no tiene campanario, pero en una esquina de atrás,  totalmente independiente del templo se encuentra una torre de tres cuerpos, conocida como la torre viuda que tiene una altura de casi 37 metros. Está construida en sillar y culmina en una cúpula cubierta de losetas vidriadas de colores.

 
Durante mi paseo por la plaza observé que sus jardines estaban llenos de plásticos y a primera impresión me parecía que daban un mal aspecto. Me dio curiosidad  y pregunté a una señora el motivo del por qué estaban esos plásticos allí dentro de los jardines y me comentó que esos plásticos servían para proteger a las plantas de las heladas de la madrugada en donde la temperatura baja a niveles bajo cero grados. Lo que hacen los pobladores al atardecer, es cubrir las plantas de los  jardines,  sobretodo las flores con estos plásticos y en la mañana lo retiran para que reciban la luz solar.


A diferencia de la mayoría de los pueblos la municipalidad de Lampa no se encuentra en la plaza principal sino en la Plaza Grau, que esta contigua a la plaza principal, prácticamente son dos plazas independientes unidas por una de sus esquinas.  La municipalidad es construcción moderna pero con rasgos antiguos. Es de dos pisos, en el primer piso tiene arquería y en el medio hay una torre con un reloj. También hay un monumento a Francisco Bolognesi.



Muy cerca se encuentra el local de la cofradía “Los Vicuñas de la Concepción” en donde se guarda el anda revestida de plata de la Virgen Inmaculada Concepción que  pesa aproximadamente 900 kilos. El Ing.  Enrique Torres Belón en uno de sus viajes a Sevilla, España, quedó asombrado con el anda de la Virgen de la Macarena y mandó construir una igual, la misma que sirve para llevar a la Virgen en la procesión del 8 de diciembre.



En Lampa también se puede visitar  el museo privado Kampaq, la casa que tiene en el piso el juego de la oca, el municipio donde se encuentra la otra réplica de yeso de la piedad, el puente colonial, la casa donde nació Enrique Torres Belón, caminar por su callecitas apreciando sus casas y mucho más.

Este viaje lo realicé en Junio del 2,012 motivo por el cual algunos datos pueden haber variado a la fecha.
































 



domingo, 24 de noviembre de 2013

CHIQUIAN: ESPEJITO DE CIELO


Era fiestas patrias y con mi hermano Carlos decidimos ir de viaje a Chiquián, para conocer esta ciudad que la teníamos siempre presente por las buenas referencias que teníamos de ella.

Viajar a Chiquián se nos hizo difícil pues solo había una empresa de transporte interprovincial que nos podía llevar hasta este lugar. Después nos enteramos que también podíamos ir desde el norte chico de lima.

Nos embarcamos a las 8 de la mañana y luego de recorrer parte del camino por una buena carretera  llegamos hasta el punto más alto de la ruta, 4,100 msnm  donde se encuentra el poblado de Conococha, con una laguna inmensa del mismo nombre cuyas aguas dan nacimiento al río santa que recorre todo el Callejón de Huaylas. Después de un tramo bastante corto entramos a un camino afirmado, si bien es cierto la parte de este viaje no era muy cómoda en cambio contrastaba con los bellos paisajes que se observaba en la ruta. Llegamos a un cartel que dice Chiquián y en 15 minutos más ya estábamos entrando al centro de la ciudad.

Chiquián es la capital de la provincia de Bolognesi y del distrito del mismo nombre, perteneciente al departamento de Ancash. Se encuentra a 3,374 msnm en un terreno accidentado a 350 Km de la ciudad de Lima y a 80 km  al norte Huaraz. El tiempo de viaje en ómnibus interprovincial es de aproximadamente 8 horas y el pasaje nos costó S/.25.00.

Llegamos a Chiquián y la agencia estaba en la plaza de armas, bajamos y había una ligera llovizna pero como el sol también había estado fuerte se formó un gran arco iris, señal de que los días que íbamos a estar aquí iban a ser espectaculares.
 


Caminamos buscando hoteles donde alojarnos pero no encontrábamos nada, todo estaba ocupado, eran fiestas patrias. Muchos turistas y promociones de colegio habían llegado y copado todas las habitaciones de los hoteles de la ciudad. Nos comenzamos a preocupar un poco, preguntando llegamos a una casona que  seguramente  años atrás había sido un lugar de hospedaje. El lugar era una casa grande, con un gran patio en el centro lleno de árboles y flores,  en cuyo alrededor estaban las habitaciones.

El lugar lo atendía un ancianita que conversando nos dijo que ella había nacido y vivido siempre allí, que nunca había salido a otro lugar fuera de Chiquián. Las habitaciones eran pequeñitas, el techo era bajo, la puerta también, tenía baño común. Recuerdo que para entrar había que agacharse un poco y si uno no tenía cuidado se chocaba con el foco que colgaba del techo. Una ventanita pequeña dejaba entrar un poco de luz y aire durante el día. La noche caía y no tuvimos otra opción que quedarnos a dormir allí.

Me desperté en la madrugada y cuando prendí el interruptor de la luz de la habitación me di con la sorpresa de que no encendía. Al día siguiente cuando le pregunté a la ancianita me dijo que ella a las 11.00 pm antes de ir a dormir bajaba el interruptor de la energía eléctrica y la volvía a prender cuando se levantaba, según ella  a las 5.00 am. Estos detalles hacen que cada viaje sea una experiencia única.



Nos levantamos y lo primero que hicimos fue dirigirnos a la plaza de armas, distante unas diez cuadras del lugar donde habíamos pasado la noche. Un cielo ligeramente despejado que terminó por abrirse con el transcurso de las horas nos acompañó durante todo el día.



La plaza principal cuenta con jardines de flores y cuatro grandes árboles de ficus, uno en cada esquina protegidos por un enrejado. En el centro existe una pileta de bronce y en los alrededores se encuentra la iglesia San Francisco de Asís, la cual tiene una sola torre al centro que sirve de campanario. Al costado de la iglesia se ubica el local municipal.



En un costado de la plaza principal un cartelito nos recuerda que Chiquián es conocido como "Espejito del Cielo".  El poblado es punto de partida para visitar la Reserva Natural de la Cordillera Huayhuash, en cuyas cumbres se puede observar los  nevados Tuco Chira y Yerupajá.



Al día siguiente nos levantamos muy temprano y nos dirigimos al mirador de San Juan Cruz con la intención de ver la ciudad desde la parte alta y también poder observar parte de la  Cordillera Huayhuash. Saliendo del centro de la ciudad comenzamos a subir rumbo a nuestro destino, por caminos de tierra flanqueados por las paredes de adobe de las casas de los pobladores chiquianos.

 
 


Después de caminar largo trecho de subida y estando un poco perdidos preguntamos a un poblador que cargaba su leña sobre el camino a seguir. Nos indicó que él iba por el lugar así que lo seguimos.  Subíamos sintiendo el aroma fuerte de los eucaliptos por caminos  a cuyos costados se observaban varias cabezas de ganado y a los lejos algunas chozas, lugares típicos de los pastores de los andes peruanos. Muy cerca del lugar nos despedimos de este amable poblador y siguiendo su indicación llegamos a la cima del Mirador San Juan Cruz.

Este mirador se encuentra  ubicado a una altitud de 3,487 msnm a una distancia aproximada de kilómetro y medio de la plaza principal.  Debe su nombre seguro porque en este lugar hay una cruz de color blanco de un tamaño considerable, su acceso hacia la cruz es a través de gradas de color ocre rojo.



Desde el mirador se logra observar toda la ciudad y sus alrededores.



Estábamos  mi hermano y yo en la cima, con el espacio libre, solo para nosotros dos. Los primeros rayos del sol comenzaban a asomarse en el horizonte sobre la hermosa Cordillera Huayhuash.  
 
Las espigas estaban crecidas y me cubrian parte del cuerpo.
 
 
A lo lejos divisaba los picachos cubiertos de nieve del Nevado Yerupajá.  Los blancos hielos con el reflejo de los rayos solares parecían cristales anaranjados. Un espectáculo impresionante.
 


El Yerupajá, con una altura de 6,634 msnm  es la segunda montaña más alta del Perú después del Huascarán y el punto más alto de la enorme cuenca del río Amazonas. Se encuentra dentro de la Cordillera Huayhuash, la cual es considerada una de las más importantes por poseer las  montañas más agrestes  del Perù. Reconocida como Zona Resevada por el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado - SERNANP; con R.M. N° 1173-2002-AG, del 20 de diciembre del 2002.



Para el regreso, guiándonos por el instinto usamos otra ruta.  Así fue como llegamos a una pequeña plaza en donde se encuentra un obelisco en homenaje al maestro.



Desde este lugar también se observa la ciudad de Chiquián.  Resaltan los techos cubiertos de tejas  a dos aguas de las casas y los grandes árboles.



Muy cerca del lugar donde me hospedaba se encontraba un parque pequeño pero bonito, bien cuidado donde había un monumento a Francisco Bolognesi. La estatua del héroe nacional era igual al de existe en la plaza Bolognesi de la ciudad de Lima, con el brazo izquierdo levantado sosteniendo en la mano la bandera peruana y en la otra mano su arma.



Muchas de la calles no están asfaltadas y las viviendas son de adobe, pero lo que nunca faltan son los árboles y flores.



Saliendo por la parte de atrás del pueblo, pasando la plaza Francisco Bolognesi, se encuentra un camino de tierra que nos lleva hasta la cascada de Usgor. No había gente y decidimos con mi hermano acercarnos a una señora que lavaba ropa, apenas nos vio comenzó a lanzarnos piedras sin ningún  motivo, tuvimos que alejarnos con cuidado para que no nos cayera una piedra. Seguimos caminando y unos niños que jugaban por allí nos indicaron la ruta a seguir. Uno no sabe con quién se encuentra en los caminos.

 

Conforme vamos subiendo por el  camino,  el paisaje del entorno se hace más bonito.

 


A lo largo del camino también se tiene una buena vista del Yerupajá. El cielo estaba despejado y eso ayudaba a que se le apreciara nítidamente en todo su esplendor.

 
 

Por una ladera del cerro, entre eucaliptos y alisos observamos una caída muy delgada de agua, era una mala señal.  La época de lluvias en las sierra del Perú es de diciembre a Marzo, donde se tiene la oportunidad de apreciar los ríos, lagunas, cascadas y cataratas en su máximo caudal. Estábamos en Julio, época de sequía.
 


Después de caminar cerca de 2 km por un camino lleno de tierra y polvo llegamos a la Cascada de Usgor. Una desilusión me invadió al ver que no caía casi nada de agua, solo se observaba al lado derecho  los líquenes formados por la humedad.
 
 
Sobre las rocas se podía uno imaginar la belleza de esta cascada, cuyas cristalinas aguas en época de lluvias tiene una caída de 44 metros aproximadamente con dos saltos: El primero de 21 metros y el segundo de 23 metros, sobre un diámetro de tres metros aproximadamente. Será para otra oportunidad.




Y llegó la parte mas triste de todos los viajes, aquella en que hay que voltear y tomar el camino de regreso, llevandonos en nuestra mente gravados los bellos paisajes que miramos, los agradables olores que percibimos, las anecdotas que vivimos y todos esos recuerdos que solo viajando los puedes tener.

 
 


Cuando en Huaraz, la capital del departamento de Ancash  se pregunta por el mejor queso, te dicen que es el de Chiquián, reconocido a nivel nacional por su excelente calidad. La economía gira en torno a la lechería y sus derivados. La mantequilla es elaborada de manera artesanal  y el oficio de elaborar quesos ha sido una tradición de los habitantes de Chiquián.

No habíamos comprado pasajes de regreso, pues la agencia de la empresa de transportes cada vez que íbamos siempre estaba cerrada. Era medio día y estábamos caminando cerca del mercado cuando escuchamos que una combi  iba con destino a Barranca. Preguntamos y nos dijeron que salía a la 1.00 pm y que en 5 horas de viaje ya estábamos en Barranca, en las costas de Lima.

Compramos nuestros pasajes y esperamos la hora de partida. Luego de recorrer un gran tramo de vía afirmada llegamos hasta el poblado de Conococha. Después comenzamos a bajar a la costa, recuerdo que pasamos por un pueblo llamado Chasquitambo, lo recuerdo bien porque había un monumento en homenaje al chasqui.

En 5 horas ya estábamos en Barranca y de allí tomamos un ómnibus interprovincial que en tres horas más nos estaba dejando en Lima. También se puede hacer esta ruta de ida.

Este viaje lo realicé en Julio del 2,009 por eso algunos datos pueden haber cambiado  a la fecha.

Fue un viaje un poco improvisado, casi a la deriva, pero que terminó con muchos recuerdos imborrables, muchos de los cuales es difícil transcribirlos en el papel, peor aún no siendo escritor.