martes, 29 de diciembre de 2015

TORRE TORRE: EL COLORADO DE HUANCAYO.


Hace muchos años fui con mi familia a un lugar conocido como Torre Torre y desde que la vi por primera vez me encantó.  Cada vez que estoy en Huancayo trató de darme un tiempo para llegar nuevamente a este bello lugar ubicado sobre los 3,421 msnm.

 

Llegar desde el centro de Huancayo es muy fácil ya que se encuentra a solo 4 kilómetros del centro de la ciudad.  Si tienes tiempo y buen estado físico lo puedes hacer caminando desde el centro, de lo contrario puedes ir alquilando un taxi que te deja en el lugar desde donde  comienza el sendero peatonal que conduce a los laberintos de Torre Torre, el costo del traslado es aproximadamente de  S/. 10.00. Otra opción económica es abordar unos micros de transporte público que después de pasar por el Cerrito de la Libertad siguen subiendo lentamente hasta llegar a su paradero final. Costo del pasaje S/. 1.00.



Del paradero final se debe caminar unos 20 minutos aproximadamente hasta llegar al lugar desde donde comienza el sendero peatonal, es el mismo lugar hasta donde llegan los taxis. Un taxi nos ahorra la caminata pero también nos priva de la experiencia de caminar por estos lugares solitarios, donde de vez en cuando baja un perro ladrando al forastero que pasa cerca de alguna de las  casas que se encuentran en la parte alta del camino.




Luego hay que caminar por un sendero ligeramente inclinado en bajada para llegar a las profundidades de este pequeño cañoncillo y apreciar de cerca los laberintos y  caprichosas formaciones.



Seguimos bajando con cuidado y el sendero cada vez se va convirtiendo en un camino sinuoso, un resbalón y terminaríamos en la parte profunda. Las muchas veces que he estado en este lugar he visto poca gente  motivo por el cual se puede caminar tranquilamente y sin apuro siempre y cuando se disponga del tiempo necesario.




El viento y las lluvias a través de millones de años han erosionado la tierra arcillosa formando las columnas que hoy vemos. A pesar que es el resultado de millones de años cada día que pasa el lugar sigue erosionando y transformándose lentamente, el cual no es perceptible.




Por todos los alrededores se puede apreciar formaciones que adoptan siluetas de grandes torres que son precisamente las que dan el nombre a este lugar. Como dije anteriormente las torres son de arcilla, no son de piedra, por lo tanto el lugar no es un bosque de piedras sino un bosque de tierra arcillosa.



Las siluetas de las torres son de diferentes tamaños y algunas de las torres son bien altas.  Según datos de la página oficial del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo  MINCETUR se indica que algunas de las torres pueden llegar a medir más de 30 metros de altura.



Torre Torre es considerado uno de los principales atractivos naturales  de la ciudad de Huancayo. En diciembre del año 2,000 la Municipalidad de Huancayo declaró Patrimonio Monumental de la Nación Wanka a este paraje.



El color rojizo de la tierra arcillosa contrasta con el color verde de algunas pequeñas plantas que crecen cerca. Recuerdo que mientras llevaba a mi hermano Carlos a este lugar le decía: Hoy vamos a conocer el cañón del colorado de Huancayo, haciendo una paradoja con el cañón del colorado de los EEUU.



En lugares como este la imaginación aflora y fluye rápidamente, por eso al ver las grandes torres imagino estar viendo las grandes columnas de los restos de antiguos palacios que nos muestran las películas que tratan sobre el colapso de ciudades antiguas como las ciudades romanas o griegas.




En los atardeceres cuando el cielo está despejado los rayos solares llegan directamente sobre las torres resaltando el color rojizo de la arcilla creando un paisaje de fantasía y misterio.



El lugar no cuenta con accesos seguros ni señalizaciones, cada uno hace su ruta. Recorrer entre las torres es entrar a un laberinto sinfín. Debido a lo elevado de las formaciones  existe la posibilidad de accidentes, sobretodo hay que tener cuidado con resbalarse debido a que  el piso es arcilloso y las zapatillas pueden ceder a cada paso.



Desde un extremo se puede apreciar a lo lejos una parte de la ciudad de Huancayo. Si se quiere ver desde lo alto la ciudad lo mejor es subir hasta el Cerrito de la libertad, un mirador natural del cual escribiré en otra oportunidad.



Mi mochila, vieja compañera de mis viajes, descansando y esperando mi retorno en una parte del camino.



Las fotos corresponden a dos días diferentes, un día de junio totalmente despejado con un cielo azul y el otro día totalmente nublado con un cielo gris, cada una muestra una impresión diferente del lugar.

Estos dos viajes los realicé en julio del 2014 y en  junio del 2015 por lo tanto cualquier dato puede haber cambiado a la fecha.