martes, 28 de noviembre de 2017

SAN PEDRO DE PARI: LA GRAN NACION PUMPUSH


Hacer el viaje a San Pedro de Parí me llevó muchos años de espera, el motivo era que yo quería ver la iglesia por dentro. Por ser una iglesia tan antigua no la abren continuamente, pero me había informado que todos los 29 de junio, el día de San Pedro siempre abrían la iglesia. Entonces los 29 de junio de varios años se me pasaron y no podía realizar el viaje, hasta que finalmente el 29 de junio del 2,016 pude realizar este esperado y postergado viaje.

San Pedro de Pari es un centro poblado que forma parte del distrito de Ondores en la provincia de Junín, departamento de Junín. Se localiza en las alturas de la sierra central peruana sobre los 4,100 msnm.

Aquí durante la época incaica se desarrolló un ayllu conformado inicialmente por hombres pastores que a través del tiempo crearon los reinos Yaros y Chinchaycochas.  El Inca Tupac Yupanqui al mando de un ejército de 10,000 guerreros logro conquistar los dos reinos. Posteriormente este grupo fue conocido como el Ayllu Pumpush o como la Gran Nación Pumpush, grupo étnico del Tahuantinsuyo que abarcó las altas punas de Junín y Cerro de Pasco.

La historia dice que el repartimiento español de Chinchaycocha el 2 de julio de 1,612 entrega la posesión de tierras a los pobladores del Ayllu Pachaca Mariac, considerada la última dinastía de los Pumpush. De esta manera prácticamente se oficializa la creación española de la comunidad campesina de Pari. Posteriormente en la época republicana el 3 de mayo de 1,929 es nuevamente reconocida como comunidad campesina.

Me embarqué en horas de la noche con destino al distrito de Junín, capital de la provincia del mismo nombre. Son aproximadamente siete horas de viaje por la carretera central, el ómnibus recorre la carretera hasta La Oroya y aquí se toma el desvío que conduce a Cerro de Pasco.  Como ya dije en anteriores narraciones los carros que van a Junín no entran a la ciudad, lo que hacen es dejar a los pasajeros al borde la carretera donde comienza el distrito y luego siguen su camino hasta cerro de Pasco.

Una vez que descendí del ómnibus crucé la carretera y me dirigí al paradero del único carro que sale todos los días a San Pedro de Parí. Cuando llegue al paradero que queda a una cuadra de la plaza principal me dijeron que ya había partido el microbús a las 6 am. Como era día de la fiesta de San Pedro pregunté si existía la posibilidad de que haya otro carro con destino a Pari y la respuesta que me dieron era que no. Me recomendaron que fuera a Ondores y que tal vez allí podía conseguir alguna movilidad que me llevara hasta San Pedro de Pari.

Muy cerca de aquí estaba el paradero de los colectivos que van a Ondores. El paradero de los colectivos se encuentra pasando la plaza principal del distrito. El distrito de Junín tiene dos grandes plazas, la primera es la plaza libertad que se encuentra a dos cuadras de la carretera y la otra es la plaza principal localizada a unas 10 cuadras más abajo y en donde se encuentra el local municipal y la iglesia matriz.

Cuando se llenan los asientos de los colectivos recién parte el carro con destino a Ondores, eso quiere decir que si no hay pasajeros hay que esperar hasta que se llene el carro, o de lo contrario se puede pagar el costo de todos los asientos y el carro inicia su partida. El trayecto de Junín a Ondores es corto, son apenas 10 kilómetros sobre una carretera asfaltada que se cubre en aproximadamente 20 minutos de viaje.

En Ondores también estaban de fiesta porque su patrón es San Pedro, yo ya había estado dos veces en Ondores y en esta oportunidad mi objetivo era llegar a San Pedro de Pari. No había carro, algunas personas me dijeron que habían contratado un cura para que a las 11 am. celebre una misa en la iglesia de Ondores y que tal vez el cura después se dirigiría a Pari. No era seguro, nadie sabía con certeza eso, era solo una posibilidad.

Como no era seguro traté de ver otras alternativas, esperaba que pasara algún carro particular y me diera una jalada. Las horas pasaban y no había señales de que pudiera llegar a Pari. Llegó un colectivo de Junín y se estacionó en una esquina de la plaza de Ondores. Me acerqué y conversé con el chofer sobre la posibilidad que me llevara ida y vuelta a San Pedro de Parí.

Llegamos a un acuerdo, iniciamos la partida y comenzamos el viaje tan esperado a San Pedro de Pari. El viaje se desarrolla sobre un camino afirmado que atraviesa toda esta zona conocida como la meseta del Bombon, podemos ver que no hay grandes montañas sino pequeñas elevaciones en medio de la gran pampa.

En parte del trayecto de ida el camino transcurre muy cerca del Lago Chinchaycocha o Lago Junín. Hacemos una parada en el mirador de Conoc y desde aquí se tiene una vista espectacular del lago.  El cielo luce casi totalmente despejado y su color azul intenso se refleja en las quietas aguas del lago formando un escenario espectacular con matices intensos de colores azules.

Conforme seguimos avanzando el camino se va alejando del Lago Junín, pero será solo por un momento, al llegar a San Pedro de Pari nuevamente tendremos al lago Junín a nuestra vista y también a nuestras manos.

Para hacer este viaje lleno de sorpresas en una parte del camino aparece un bosque de piedras, de diferentes formas y tamaños, casi todas de color blanco, el cual acordamos con el chofer hacer una parada a nuestro regreso. 

Había estado viajando casi una hora y cruzamos el letrero que da la bienvenida a San Pedro de Pari. Una particularidad del letrero es que da la bienvenida en tres idiomas: español, quechua e inglés.

Al fondo se observan las casitas del nuevo pueblo de San Pedro de Pari el cual cruzamos con dirección a la iglesia que se encuentra a orillas del lago. El antiguo pueblo también se encontraba a orillas del lago Junín muy cerca de la iglesia, pero las constantes crecidas del lago y sus desbordes inundaban las viviendas de los parinos lo cual originó la movilización de todos a un lugar más alejado del lago.

Pasamos raudamente el pueblo y viramos a la derecha para seguir un camino que siguiendo de frente nos conducirá hasta la iglesia. En medio camino se levanta una bien cuidada losa deportiva. Que bueno ver en los pueblos alejados del Perú estas construcciones deportivas para que la niñez y la juventud puedan hacer deporte. 

El camino llega hasta unos 300 metros antes de la iglesia. La antigua iglesia de piedra con techo rojo la había visto infinidad de veces a través de fotografías en internet y verla con mis ojos fue realmente emocionante.  Era un sueño largamente esperado hecho realidad.

El camino de frente me conducía a la puerta lateral de la iglesia, en donde dos gruesas columnas de piedra sirven de apoyo para el sostenimiento de parte del techo.  El arco de piedra de la puerta es similar al arco de la puerta principal. En el exterior unas señoras esperan el inicio de la misa por el aniversario del distrito, mientras llega ese momento se exponen al sol para recibir los rayos solares y calentar el cuerpo de manera natural mitigando en algo el ambiente frio de las alturas.

Toda la construcción de la iglesia es íntegramente de piedra, sus orígenes se remontan a los primeros años de la colonia, cuando los sacerdotes españoles recorrieron los diferentes pueblos andinos llevando el mensaje del cristianismo.

La iglesia es de una sola nave en línea recta, el techo a dos aguas de calamina roja se apoya sobre gruesas columnas de piedra. En la parte frontal podemos ver tres pequeñas hornacinas. La entrada principal tiene una puerta de madera en forma de arco.

Siempre había visto fotos de la parte externa de la iglesia, nunca vi una foto de su interior. Conocer su interior era una curiosidad grande para mí, por eso viajé expresamente un 29 de junio, día de San Pedro porque tenía la esperanza de que en esta fecha por ser día de fiesta pudiera estar abierta y así fue, las dos puertas de la iglesia estaban abiertas. En la entrada hay cuatro columnas de madera que sostienen un pequeño techo de madera.

El templo es angosto solo tiene una sola nave con una fila de bancas de madera. El altar mayor está revestido con pan de oro.

 

Cerca del altar mayor se encuentran dos altares menores, uno a cada lado.



Sobre el yeso de las paredes se puede ver algunas pinturas con temas religiosos. Los colores no lucen muy nítidos porque el paso de los años y posiblemente la humedad con el tiempo haya deteriorado las pinturas. No olvidar que antiguamente la crecida del lago inundaba la iglesia y el antiguo pueblo.





También en el interior podemos observar otros pequeños altares de madera finamente tallada que cobijan las imágenes de santos traídos de España.



En la entrada se encuentra una antigua piedra donde se deposita el agua bendita que utilizan los devotos para santiguarse al entrar y salir de la iglesia. Me pregunto cuántos años tendrá la piedra en este lugar.

La iglesia fue construida en 1,540 por padres de la Orden Mercedaria a orillas del Lago Chinchaycocha y es considerada la segunda iglesia más antigua de todo Junín y Cerro de Pasco. Por su antigüedad y su historia el Instituto Nacional de Cultura en el año 1,996 lo declaró Monumento Nacional. A un costado de la iglesia se encuentra la torre de piedra que sirve de campanario. La torre termina con un techo plano.

Era día de fiesta en el pueblo, habían llegado maestros y escolares para izar la bandera. Vi que algunos escolares después de dejar sus bicicletas apoyadas sobre una de las paredes de la iglesia ingresaron por la pequeña entrada que tenía la torre. Al poco tiempo asomaron por la parte de arriba llenos de júbilo y algarabía.

Me acerqué a entrada porque yo también cual niño travieso quería subir y ver como se veía todo desde allí.  Pero cuando llegué a la entrada me di cuenta que no había una escalera diseñada, sino una acumulación de piedras que de alguna manera si uno pisaba en los lugares adecuados y si apoyaba las manos en las otras piedras se podía llegar hasta arriba. 

Estaba emocionado y comencé a trepar con el riesgo de caerme o golpearme fuertemente pero más podía la adrenalina que me motivaba a seguir subiendo no sin antes haberme dado algunos golpes en la cabeza. A pesar que subía con mucho cuidado, temía caerme o golpearme fuerte la cabeza, los golpes en la cabeza a estas alturas tenían un efecto diferente en mí, me retumbaba todo mi cerebro, no es lo mismo sentir un golpe en la cabeza por encima de los 4,000 msnm que sentirlo a 100 msnm.

Por fin tenia a mi vista los arcos de la torre, la luz que entraba a través de ellas iluminaba la subida, solo me faltaba trepar un poco más pero seguramente los pasos finales fueron los más difíciles pues me sentía fatigado, la altura y penumbra de la subida me pasaron la factura.

Pero valió la pena toda la aventura, la vista que se tenía desde aquí era realmente espectacular.



De hecho estas vistas se encuentran entre las que más me sorprendieron en los muchos viajes realizados a través de los pueblos escondidos del Perú.

No encuentro las palabras adecuadas para describir la belleza del lugar, creo que lo mejor es mirar las fotografías y que cada uno saque sus propias conclusiones.



Los alumnos ya habían descendido rápidamente ante el llamado de sus maestros. Yo permanecí un rato más en la torre mirando la belleza del lugar.  Nada de carreteras, grandes edificios, carros y personas, solo agua, verdor, cielo y libertad.



La parte alta de la torre tiene cuatro ventanales de medio arco orientados a los cuatro puntos cardinales, desde dos de ellos se puede ver claramente gran parte del lago.



Lamentablemente el tiempo pasa y uno no se puede quedar contemplando para siempre los diferentes paisajes del suelo peruano, esa naturaleza que te muestra todos los colores que pueden existir en la imaginación, colores que un pintor no encuentra en su paleta. Tenía de bajar y ante mi tenía la escalera que me alejaría para siempre de aquella vista.

Como podemos ver la iglesia está prácticamente a orillas del lago y para evitar su inundación se ha construido una pared que la protege de esta situación.



Podemos avanzar más allá de la iglesia para bordearla y verla como si estuviésemos en el lago. Si hay más tiempo se puede alquilar una lanchita para navegar por el lago.
 

De regreso entramos al pueblo, como es característico resaltan las casas con paredes de adobe y techos de tejas rojas a dos aguas. La plaza principal está protegida por una pequeña reja, en su interior no hay arboles, pero la plaza realmente luce hermosa y bien cuidada.  El piso está pintado de colores y dentro de ella resaltan dos grandes góndolas y un monumento al centro.

En la parte principal se levanta un monumento en homenaje a un poblador que luchó por la reivindicación de los derechos de la comunidad.

En una de las calles del perímetro de la plaza se levanta una moderna construcción de tres pisos que es la sede del consejo municipal.

Podemos observar que no hay pista alrededor de la plaza, la calle solo esta afirmada.

Mientras tomaba fotografías a la plaza salieron del municipio algunos regidores para darme la bienvenida y saludarme. Me hablaron del lugar, se alegraron de que viniera y que posteriormente escribiera en internet sobre mi viaje a este lugar. Les sugerí utilizar la internet para dar a conocer su pueblo, su historia, sus costumbres y tradiciones.  Una foto para el recuerdo en la plaza de Pari junto a las autoridades quienes lucen sus medallas y fajines correspondientes.

Como habíamos acordado con el chofer al inicio del viaje hicimos una parada en el bosque de piedras conocido con el nombre de “El Diezmo”. Una foto para el recuerdo en la piedra símbolo de este lugar conocida como el triángulo trapezoidal.

El bosque de piedras comprende un conjunto de piedras de color blanco desperdigadas en una gran extensión.

Son de diferentes tamaños y formas, lo que conlleva a poner en prueba a la imaginación para tratar de descubrir en ellas la silueta de algún animal, ser mitológico o lo que se nos ocurra, total la imaginación no tiene límites.

Todo el camino de Ondores a San Pedro de Pari se hace por un camino afirmado. El costo del servicio del taxi ida y vuelta fue de S/. 35.00.

Este viaje lo realicé el 29 de junio del 2,017 cualquier dato podría haber cambiado a la fecha.