lunes, 30 de diciembre de 2013

HUANCAYA: CAIDAS DE AGUA


Si había un lugar que esperó por mucho tiempo para ser visitado es la Reserva Paisajista Nor-Yauyos Cochas y dentro de ella el pueblo de Huancaya. Hasta donde tenía conocimiento llegar a este lugar era complicado, uno porque el camino era malo y otro porque había escaso servicio de transporte público. Generalmente escuchaba que la gente había visitado este lugar con movilidad propia o en tours utilizando los servicios de agencias de viajes.

Con el paso del tiempo las cosas mejoraron y se construyó una carretera totalmente asfaltada hasta el pueblo de Tinco distante dos horas de Huancaya. El tramo final se hace por una carretera afirmada en donde constantemente se está en peligro debido a lo angosto de la carretera y los profundos abismos. El carro que nos transportaba era tan grande que en algunas curvas tenía que retroceder para poder doblar y continuar con su trayecto, definitivamente si el chofer no tenía la pericia en el manejo y el conocimiento de la ruta  no estaría hoy escribiendo este relato.

 
Nuestro viaje se inicia en el Terminal de Yerbateros donde del carro interprovincial debía salir a las 6.00 am y llegar a Huancaya a las 3.00 pm aproximadamente. No se cumplió ninguno de los dos, salimos con un retraso de un poco más de media hora y llegamos a las 5.00 pm aproximadamente.

Este viaje lo hice con mi hermano Carlos y mi primo Leo, para ello habíamos comprado los pasajes una semana antes creyendo  que si no comprábamos con anticipación los pasajes, posiblemente se terminaban y no podríamos viajar. La realidad fue otra, ese mismo día mientras esperábamos la hora de partida había asientos libres y la gente seguía comprando sus pasajes, cuyo costo fue de S/. 35.00 cada uno.
 

El trayecto se desarrolla con normalidad hasta el distrito de Imperial Cañete en donde hacemos una parada de 40 minutos para desayunar.  Luego pasamos por Lunahuana, Zuñiga, Cotahuasi y otros pueblos, hasta que llegamos a un lugar donde hacen  un transbordo de carro. Gran cantidad de pasajeros baja del bus y suben a una custer que ya estaba esperando para llevarlos por una vía afirmada a otro lugar. Este hecho hace que perdamos más de media hora de viaje.
 

Proseguimos el viaje y los paisajes de vuelven cada vez más bonitos. Por la ventana del ómnibus veo como las aguas del río cañete serpentean entre las piedras del lecho, formando pequeñas cascadas sobre mantos de agua que varían entre los colores azul y verde.
 

A las 4.00 pm llegamos a Huantán, capital del folklore y cuna del carnaval yauyino, en donde bajamos para almorzar. No había mucho que escoger solo comer el menú. Nuevamente iniciamos la ruta pasando por LLapay  y después llegamos a Tinco en donde  el camino asfaltado se termina y comienza un camino afirmado, de subida, angosto y lleno de peligros. En cada pueblo suben y bajan pasajeros  o se hace entrega o recojo de encomiendas motivo por el cual el viaje se hace largo y pesado.
 

De un momento a otro el clima cambió bruscamente y, de un esplendoroso sol pasamos a una intensa  lluvia.
 

Luego de pasar por la laguna Piquecocha finalmente llegamos a Huancaya en medio de una persistente lluvia. El ómnibus por su tamaño no puede entrar a la ciudad y nos deja en la entrada de la misma.  Bajamos y la fuerte lluvia nos obliga a detenernos, abrir nuestras mochilas y sacar nuestros ponchos de plástico para protegernos de la lluvia y evitar mojarnos la ropa.
 

Preguntamos por el lugar de hospedaje que nos habían recomendado pero los propietarios habían viajado a la ciudad de Lima y no atendían. En ese momento no sabíamos a donde ir, pues la lluvia había hecho que las calles luzcan solitarias debido a que los pobladores se refugiaron dentro de sus casas.

Comencé preguntando a algunas señoras que encontraba a mi paso sobre un lugar donde pernoctar. Casi todas nos decían que no había hoteles y que solo se podía encontrar posada en la casa de alguna familia que pudiera tener alguna habitación habilitada para dicho fin. La situación se complicaba porque nosotros queríamos cuartos independientes y en un solo lugar. Finalmente llegamos a un acuerdo con una señora que tenía en su casa tres cuartos disponibles con dos camas cada habitación.  Por cada cama cobraba S/.10.00 o sea S/.20.00 por cada habitación, luego de conversar y negociar llegamos a un acuerdo de pagar S/.15.00 por cada cuarto.

Huancaya es uno de los 33 distritos de la provincia de Yauyos en la sierra de Lima, situado sobre los 3,500 msnm, dentro de la Reserva Nor Yauyos-Cochas. El lugar es recorrido por el rio Cañete, que con sus cascadas y aguas color esmeraldas forman pequeñas y grandes lagunas generando  un entorno y  paisaje de singular belleza inigualable que no lo he visto en ninguna otra parte del Perú.
 

Buscando sobre el origen del nombre encontré que Huancaya deriva del vocablo quechua Wancaya, que significa lugar de pedregones. También se manifiesta que Huancaya quiere decir : HUANCA= piedra, piedra grande o pedazo de cerro, y AYA= muerto, lo cual significaría piedra muerta, muerto por la piedra o simplemente piedra desintegrada. Será por eso que el lecho del rio Cañete en esta zona tiene muchas piedras que generan las cascadas que la han hecho conocida.
 

Esta señora de 83 años viene todos las mañanas desde Vitis trayendo el pan que su esposo amasa y hornea durante la madrugada. Camina 2 km con su carga de pan al hombro para que la gente huancayana pueda comer el pan serrano calientito. La encontramos en el camino  a las  seis de la mañana cuando recién llegaba, posteriormente la vimos vendiendo sentada en la  vereda de una de las calles que forman la plaza principal.
 

El pueblo es pequeño, con poco movimiento de Huancayanos y eso se observa en su pequeña plaza principal. En ella encontramos jardines con  árboles y flores en cuyo centro se encuentra una pileta de agua coronada con la escultura de una trucha.  Algunas bancas invitan a sentarse para descansar, pero los fuertes vientos acompañados de un frio intenso hacen desistir de tal ocurrencia.

En el perímetro se ubica la Iglesia San Juan Bautista a la cual se le está construyendo una torre; el museo municipal; el local municipal y algunas tiendas pequeñas. La plaza también es el punto principal de reunión, a donde llegan y desde donde parten los pocos autos y combis que hacen algunas rutas en horarios establecidos.
 

Lo primero que hacemos es salir del centro de la ciudad y caminar durante unos 10 minutos por un sendero de piedras rumbo a uno de los puentes que cruza el rio.
 

Pero antes de llegar al puente nos metemos  a un terreno de propiedad privada para contemplar de cerca las cascadas de Cabracancha.
 

El color de las aguas y las cascadas que se forman son impresionantes. Las caídas de agua y el torrente del rio hacen un fuerte ruido,  pero agradable al oído y que junto a todo el paisaje que lo rodea terminan  haciéndonos  caer rendidos a sus encantos.
 

Pero no todo el lecho del río está lleno de caídas de agua, en algunos tramos la quietud del agua genera que se formen hermosas lagunas.
 

Finalmente llegamos al  puente en donde  un aviso indica  que este puente no es antiguo ni menos colonial, sino es un puente “estilo colonial”.
 

Pero la forma de los motivos y los materiales usados en su construcción hace que parezca muy antiguo.
 

El puente es todo empedrado y se han hecho arreglos para la comodidad del visitante, como por ejemplo troncos cortados a manera de sillas en donde se puede descansar después de la caminata.
 

Y desde allí observar con tranquilidad toda la belleza del lugar que tiene con atractivo principal el color de las aguas del rio Cañete y las formaciones caprichosas que va formando mientras discurre por su cauce natural.  Este camino sigue subiendo y  es el que nos lleva al distrito de Vilca.
 

Seguimos caminando y llegamos al puente 20 de enero, cuya construcción se terminó en enero del 2,012.  Según nos comentaron la creación como distrito fue el 15 de noviembre de 1,915 según ley 2189, pero en esa época las noticias demoraban en llegar y recién se enteraron de su creación el 20 de enero de 1,916,  motivo por el cual celebran como día central de su aniversario el 20 de enero, es decir el día que se enteraron que eran distrito. Hasta ese entonces pertenecía al distrito de Carania.
 

Algunas personas hacen la pesca de truchas con caña o anzuelos, única forma de pesca que está permitido dentro de toda  la reserva.
 

Al retorno nos detenemos en una gran roca conocida con el nombre de Shocoparara. La roca ha formado una cueva en donde se puede apreciar restos pinturas rupestres.
 

Después de disfrutar de estos bellos paisajes iniciamos el retorno al centro de la ciudad.
 

Las callecitas son empedradas con unas canaletas al medio para discurrir el agua de las lluvias; angostas por donde solo pueden transitar vehículos menores; de subida o bajada según se trate la dirección en donde estamos y a donde nos dirigimos.

Por algunas calles solo se puede pasar caminando

 

Seguimos avanzando y los caminos no son todos planos. Al levantar la vista para subir esta calle llena de escaleras nos permite apreciar aquel cielo azul intenso matizado con algunas nubes blancas muy típico de la sierra peruana.
 

Caminando hacia el otro extremo del pueblo encontramos el camino  más amplio y mejor conservado del lugar que nos conduce a lo que los lugareños llaman el boulevard.  Esta caminata lo hacemos como si saliéramos de Huancaya, pero en realidad es el camino de entrada a este distrito.
 
 

A un costado se encuentra el Colegio 20701 Túpac Amaru cuya infraestructura de los salones de clases es prefabricado. Es lamentable constatar que en algunos lugares del Perú la educación se imparte en condiciones inadecuadas, tanto para los profesores como el alumnado. Esperemos que esta situación en un tiempo no muy lejano cambie para mejor.
 

Terminando este lindo camino encontramos la figura de una oropéndola, avecilla de unos 25cm. de largo plumaje amarillo y alas negras, que abunda en la zona.
 

Y caminando un poco más llegamos a  un arco que nos da la bienvenida o la despedida según el lugar donde uno se encuentre. Desde aquí parte el camino que nos lleva al distrito de Vitis y también de regreso a la costa.
 

Tuvimos la oportunidad de visitar el Museo Municipal en donde una amable señorita con una didáctica explicación nos enseña sobre el proceso de población de este lugar, los hechos y las fechas más importantes y su evolución  a través del tiempo. Se observan restos de utilería cotidiana como prendedores, restos de vasijas y cráneos de diversos tamaños y formas donde se reconoce la influencia de la cultura Paracas por las huellas  de trepanaciones craneanas.
 

En la sala principal del museo se encuentran 8 momias de mujeres, todas con expresión de dolor. Según nos contó la guía, la  expresión de dolor se debe a que estas mujeres al ver que sus hombres no regresaban por haber perdido la pelea, preparaban y  tomaban fuertes brebajes a base de hierbas alucinógenas que les ocasionaba fuertes dolores y finalmente la muerte, impidiendo de esta manera ser tomadas como esclavas por los vencedores. Una de ellas tiene pegado a su cuerpo los restos de un bebe con el cráneo alargado, se presume que haya sido la madre  con el  heredero legítimo, pues este alargue de la parte posterior del cráneo era señal de poder y comenzaba cuando aún era bebe el hijo heredero del gobernante de turno.
 

Lo difícil de conseguir un habitación donde descansar, la incomodidad al dormir, la dificultad de encontrar un restaurante donde comer, no se compara en nada con la satisfacción de arrullarse con el sonido de las caídas de agua del rio, de despertarse por el canto de los pajaritos, de caminar distraídamente por sus calles sin ningún peligro disfrutando de bellos paisajes naturales.

Este viaje lo realice en Noviembre del 2,013 por lo tanto algunos datos podrían haber cambiado a la fecha.

Es importante tener en cuenta que no hay mucho servicio de transporte para llegar y salir de Huancaya.  La empresa en que viajamos llega los sábados y regresa los miércoles.

Todos los días llega un auto a la 7.00 am desde Huancayo y ahí mismo se está regresando, haya o no haya pasajeros.

Solo hay hospedajes con servicios mínimos.

Para comer existen algunas tiendas que dar este servicio,  casi no preparan platos extras y generalmente ofrecen las truchas fritas.

Es un lugar que poco a poco se  está preparando para recibir turistas pero que aún mantiene las costumbres de los pueblos alejados del Perú, donde la tranquilidad y paz se siente a cada paso, es como si el tiempo se hubiese detenido y  no hay necesidad de mirar el reloj. Un lugar donde la gente se saluda amablemente unos a otros al cruzarse por los caminos y también a los extraños, cosas que no lo vemos ni en nuestro barrio capitalino.