domingo, 28 de mayo de 2017

CHANCAY: CASTILLO E HISTORIA


Cuando se va de Lima con dirección al norte del Perú, después de pasar el Serpentin de Pasamayo el primer pueblo importante en aparecer es Chancay. En esta oportunidad relataré sobre algunos de mis viajes a Chancay y los lugares que he podido conocer en dicha ciudad.

Chancay es uno de los 12 distritos que conforman la provincia de Huaral, en el departamento de Lima. Es un distrito casi a nivel del mar, se encuentra localizado a solo 43 msnm.  Su historia se remonta a épocas antiquísimas desarrollándose en este lugar la cultura Chancay entre los  años 1,300 a 1,450 dC.  en que fueron conquistados por el imperio incaico.  Los estudios indican que esta cultura comprendía las zonas del río Chillón hasta Pativilca, pasando por Huacho, Huaura y Supe. La economía de esta cultura se basó en la agricultura, pesca y comercio. Fueron notables artesanos que llevaron sus cerámicas, textiles, tallados de madera y trabajos en oro y plata  a otras regiones demostrando con ellos los buenos comerciantes que eran.

Para llegar a Chancay debemos abordar los ómnibus interprovinciales con destino al norte chico. Se conoce con el nombre de norte chico a una extensión de la costa del departamento de lima que comprende las provincias de Huaura, Huaral y Barranca.

Después de pasar Ancón hay dos caminos para seguir avanzando, uno de ellos es una carretera relativamente nueva conocida como la “Variante de Pasamayo”. Entre los meses de abril y diciembre este lugar es una zona de mucha neblina en donde los choferes deben manejar con mucho cuidado.


La carretera pasa por encima del Serpetin de Pasamayo,  no tiene muchas curvas y es solo para el transporte ligero, motivo por el cual en esta ruta no deben transitar vehículos pesados como camiones de carga y ómnibus interprovinciales, aunque algunas veces he visto los ómnibus de algunas empresas de transporte de pasajeros usando esta ruta, no sé si con un permiso oficial o haciendo caso omiso a las reglas de tránsito.

La otra ruta es conocida como el “Serpentín de Pasamayo”. Un tramo lleno de curvas peligrosas que forman parte de la Carretera Panamericana Norte.
Es considerada uno de las carreteras más peligrosas del Perú, comprende 22 kilómetros de pista asfaltada con solo dos carriles, uno de ida y el otro de venida. En este pequeño tramo con vista al precipicio se cuentan 52 curvas lo que origina que sea demasiado peligroso tratar de pasar a un carro.

De verdad es un tramo que da miedo pasar, estoy seguro que hasta los más valientes han sentido algún temor al pasar por este lugar.  Algunos pasajeros se santiguan e imploran al Santo de su devoción pasar sanos y salvos el serpentín,  otros prefieren sentarse al lado opuesto para no tener que ver el precipicio.  Al que le toca este lugar y no quiere ver lo único que le queda es cerrar los ojos o cerrar la cortina por espacio de 20 minutos que es el tiempo en que se cubre esta ruta.
Después de pasar el serpentín se respira una sensación de alivio, los pasajeros vuelven a relajar sus tensos rostros, las sonrisas se vuelven a escuchar y el viaje retoma su normalidad. Ya no hay más curvas peligrosas que pasar. Y pastor de Aucallama arrea su cabras a un costado de la carretera.



Unos kilómetros más y estamos llegando a Chancay. No es precisamente el centro del pueblo, es solo un paradero en un tramo de la Carretera Panamericana desde donde se puede ir caminando o en motocar hasta la plaza principal. Cuando se hace el viaje desde Lima el distrito de Chancay se encuentra al lado izquierdo, luego si queremos ir a Chancay debemos subir el puente peatonal hasta el otro lado de la carretera.
Chancay fue fundada el 16 de noviembre de 1,562 cuando ejercía el poder el Virrey Diego Lopez de Zúñiga y Velazco, Conde de Neva. La fundación se dio con el nombre de Villa de Arnedo porque el Virrey tenía un fundo en España con ese nombre. En 1,757 la villa cambio de nombre a Chancay y  en 1,821 el General José de San Martín dictaminó que se llame distrito de Chancay.
A un costado de la carretera se encuentra el sello característico de Chancay, un pequeño parque con algunas réplicas de los cantaros de la cultura Chancay y la palabra Chancay con letras grandes. Este lugar es un paradero informal en donde se estacionan los ómnibus para trasladar viajeros a Lima.


De aquí comienzo a caminar en línea recta con dirección a la plaza principal. En el camino encuentro algunos tramos muy bonitos y bien arreglados con palmeras y flores, también varios restaurantes.
Después de caminar en línea recta aproximadamente siete cuadras llego a una esquina donde encuentro estos grande botines, medirán casi un metro de largo y uno 80 cm de altura. Verlos me causa gracia y me recuerdan que tan necesarios son estos botines para las largas caminatas.

Finalmente llego a la plaza principal la cual luce un buen ornato, muy limpio, con amplias veredas para pasear y bancas de madera para descansar. Era mayo y el cielo chancayano luce nublado.

En la parte central de la plaza se encuentra una hermosa glorieta. Fue donada por el médico Luis Felipe Del Solar y entregada al pueblo chancayano el 12 de abril del 1,914. A través de más de 100 años de existencia ha sido un punto de reunión  y concentración de los chancayanos, desde donde se han comunicado o leído importantes anuncios y comentado hechos importantes de la vida local y nacional.

Por su antigüedad y su historia el 10 de febrero del año 2,000 el Instituto Nacional de Cultura lo declara Patrimonio Monumental de la Nación.  Con esta declaración se evitó su retiro con el argumento de remodelar la plaza, quien sabe si la retiraban nunca más la colocaban de nuevo.  Es cierto que la modernidad debe darse paso pero hay cosas y tradiciones que identifican a un lugar y que deben mantenerse a través de los años.

En la parte superior se ha colocado un pequeño letrero que recuerdo la fecha de su construcción y del donante.

Este distrito es de una tradición histórica porque frente a sus costas los valientes peruanos al mando del Teniente Decio Oyague Neyra hundieron a la nave chilena “la Covadonga” en la tarde del 13 de setiembre de 1,880 hecho que se constituyó en una de las victorias más importantes de la Guerra del Pacífico.
En el año 1,999 en uno de los perímetros de la plaza que tiene como frente al palacio municipal se colocó un cañon y un  ancla con 20 metros de cadena que formaron parte del barco enemigo.
Al pie del cañon una placa recordatoria dice: " Cañon Armstrong de 70 libras de avancarga que perteneció a la goleta chilena Covadonga, hundida en este puerto de Chancay por los marinos peruanos al mando del Teniente A.P. Decio Oyague con la ayuda de matriculados chancayanos, 13 de setiembre de 1,880.


Entre los dos trofeos de guerra señalados en el párrafo anterior se ha construido el arco de la victoria bajo el cual se ha colocado el busto del teniente Decio Oyague Neyra.

Decio Oyague Neyra nació en 1,842 en San Pedro de LLoc , una de las provincias que hoy forman el departamento de La Libertad y falleció en Lima en 1,882.  Este marino peruano participo  en la guerra con España en 1,866 y en la guerra del Pacífico donde desarrolló una destacada labor en el hundimiento de dos barcos chilenos, el Loa frente a las costas del Callao el  3 de Julio de 1,880 y la Virgen de la Covadonga frente a las costas de Chancay el 13 de setiembre de 1,880.

La Guerra del Pacifico fue una lucha desigual en la que los peruanos ante la inferioridad numérica y la carencia de armamento moderno necesario para enfrentar a los soldados chilenos tuvo que recurrir a la astucia y el engaño para poder atacarlos. Los chilenos capturaban y robaban las embarcaciones peruanas que llevaban pescados, frutas y verduras. Esto iluminó a los peruanos para colocar bombas ocultas dentro de los comestibles. Cuando los chilenos trataban de llevarse o retirar la carga, las bombas camufladas explotaban trayendo consigo destrucción y numerosas bajas en el enemigo. A este tipo de engaños se les llamó “cazabobos”.


En otra esquina de la plaza principal se encuentra un monumento a Juan Pascual Pringles, un militar argentino que vino con el ejército libertador. El 25 de noviembre de 1,820 enfrentó a los realistas, nombre con el cual se le conoce al ejército español, en la batalla de Chancay. Este militar argentino es su corta vida combatió al lado a los más grandes militares de la  época que lucharon por la Independencia del Perú. Peleó bajo las órdenes de San Martin  en la Batalla de Chancay, con Simón Bolívar en la batalla de Junín y con José Antonio de Sucre en la Batalla de Ayacucho que finalmente sellaron la independencia de toda América del dominio español. Nació en San Luis, Argentina el 17 de mayo de 1,795 y murió el 19 de mayo de 1,831 herido bala muy cerca del rio Quinto., en  el mismo lugar donde nació.

En el perímetro de la plaza también se encuentra el moderno local de la Municipalidad Distrital de Chancay.

Contiguo y formando parte del edificio municipal se encuentra el Museo Municipal de Chancay. En su interior se exhiben cerámicos y piezas arqueológicas de la cultura Chancay. Fue inaugurado en 1,991 y su horario de atención es de martes a domingo de 9 am a 6 pm. El museo está dividido en 8 secciones: Las tumbas funerarias, los textiles Chancay, actividades productivas económicas: agricultura y pesca, arquitectura y paisajista, vida cotidiana de nuestros ancestros, el hundimiento de la Covadonga, la religiosidad Chancay y las manifestaciones culturales presentes.  

En una de las esquinas del perímetro de la plaza principal se encuentra la Iglesia Matriz de la Inmaculada Concepción. Es una construcción sobria con dos pequeñas torres a cada lado las mismas que sirven de campanario. 

En su interior se venera a la Virgen de la Inmaculada Concepción considerada como la Patrona de Chancay.

Frente al atrio de la iglesia se inicia una calle en donde está prohibido el paso de cualquier tipo de vehículo motorizado. Son unas cuantas cuadras en donde la gente puede caminar y pasear libremente.

El distrito de Chancay era capital de la provincia del mismo nombre.  En 11 de mayo de 1,976 el gobierno militar de Francisco Morales Bermudez crea la provincia de Huaral con su capital el distrito de Huaral. Al cambiar de nombre la provincia de Chancay por el nombre de Huaral, el distrito de Chancay pasa a ser distrito de la nueva provincia y pierde su condición de capital de provincia.
El atractivo más emblemático de Chancay es su castillo construido sobre los acantilados. La historia dice que en 1,924 murió el esposo de doña Consuelo Amat y León, es entonces cuando ella al año siguiente manda construir el castillo en recuerdo de su esposo. Lo construyó en los acantilados con la finalidad de que mirando el mar recordaría a su esposo, sin una muestra de amor muy grande.



Terminarlo demoró diez años y el diseño se debe a la influencia que recibió doña Consuelo durante su estancia en Europa. El castillo estuvo abandonado por tres décadas, es recién en la década de los 90 cuando es refaccionada y abierta al público. 



Las veces que lo he visitado siempre he observado cambios en su diseño, constantemente están arreglando y adicionando nuevas estructuras con la finalidad de hacerlo más comercial. Para mi punto de vista personal con tantos cambios va perdiendo su encanto.


Actualmente gran parte del castillo es prácticamente un museo, en sus habitaciones abiertas al público se puede ver diversos artículos caseros del siglo pasado. Por ejemplo se observa un piano cuya descripción dice que la procedencia es de Nueva York, Estados Unidos y data aproximadamente de finales del siglo XIX.



Muchos de los muebles que se exhiben son de estilo barroco trabajados en base de madera de
cedro de Nicaragua.




También hay una parte destinada a la exhibición de huacos y piezas de cerámica, los cuales se encuentran en forma ordenada. En otro lugar podemos observar una momia con la particularidad que tiene sus manos tatuadas.
 

En un afiche cuyo título dice: "Los Sacerdotes, chinas" se lee lo siguiente: "La cultura Chancay plasmó en su cerámica las representación de diversos personajes de sus sociedad, según su jerarquía cumplieron un rol importante para el desarrollo político, social y económico de esta cultura.

Entre las representaciones más numerosas están los sacerdotes, que se caracterizan por llevar una copa con sus dos manos a la altura del pecho.

Estos cántaros son conocidos como chinas por la pintura facial que llevan en los ojos. Son cántaros ovoides de cuello ancho que representan una efigie con rasgos faciales y adornos y decoración aplicada de miembros en el cuerpo de la pieza, las piezas muestran detalles como los collares, las orejeras y los brazos juntos agarrando un vaso."




Y la parte más interesante desde mi punto de vista son los ambientes destinados a los animales disecados.

Una gran cantidad de animales disecados se encuentran en este lugar, muchos de los cuales no es muy común ver, por ejemplo  podemos ver la cabeza de un elefante disecado, la cabeza de un rinoceronte negro y otro blanco, el cuello y la cabeza de una jirafa, gran cantidad de animales con cuernos muchos de los cuales son de otros continentes.




Junto a los animales también en algunos casos se encuentran las calaveras de dichos animales. Un ambiente del castillo realmente muy interesante.



Desde aquí se puede ver en el mar una boya que según indica el guía turístico en el lugar donde se hundió la nave chilena, la Covadonga, hecho que ya hemos comentado en párrafos anteriores.



Dentro del castillo se han construido algunos restaurantes y en época de verano es un buen lugar para apreciar las playas chancayanas en toda su dimensión.




El costo de ingreso me parece un poco excesivo para lo que se puede hacer dentro de él. El costo es de S/. 20.00 por persona, ello incluye el tours guiado dentro del castillo y el derecho a utilizar las piscinas que se encuentran en la parte de abajo. Mucha gente va para visitar solo el museo y otros para usar las piscinas. Considero que las entradas se consideraran separadas, un precio solo para visitar el museo y otra entrada para hacer uso de la piscina.



Si no se puede ir a Estados Unidos y tomarse una foto en los castillos de Disneylandia, pues es Chancay hay una oportunidad de tener una foto en un castillo junto a todos los personajes de Disney.
A dos cuadras de la plaza principal se encuentra el paradero inicial de los autos que llevan al puerto. Abordé uno de ellos y por el precio de S/. 1.00 me trasladó hasta el puerto en aproximadamente 10 minutos de viaje.

En el trayecto se pasa por una avenida en donde se concentran las fábricas que transforman la anchoveta en harina de pescado. El lugar despide un olor fuerte característico de este proceso.

En el puerto se ha construido un malecón, es lunes y en el lugar hay poca gente lo cual aprovecho para caminar contemplando las playas chancayanas. El cielo está nublado pero tampoco se siente frio, el clima es propicio para pasear tranquilamente.

Después de 4 años en enero del 2,016 se culminó la construcción del malecón el cual comprende un boulevard con luminarias ornamentales. Desde aquí existen varias escaleras que nos conducen a las playas.

En la arena, muy cerca del muelle veo muchas pequeñas embarcaciones que los pescadores artesanales utilizan para sus faenas en el mar.  Me comentaban los pescadores que en la madrugada, a eso de la 4 am cuando todo esta oscuro, ellos van con sus lanchas mar adentro a pescar para el consumo local. Aprovechan la oscuridad de la noche porque la marea esta alta y los peces se acercan a la costa.

No puedo dejar pasar la oportunidad de subirme a una de ellas imaginando ser el patrón de la lancha. Tranquilamente poso para la foto porque la lancha esta quieta en la arena y no hay problema de que pueda caerme. Desde el embarcadero del muelle algunos pescadores por S/. 20.00 hacen paseos por el mar hasta la altura donde se hundió la Covadonga, frente al castillo.


Durante el día los pescadores dan mantenimiento a  sus embarcaciones y reparan las redes de pescar. Al ver tan inmensas redes  no comprendo como es que no se enreda todo eso. Lo que me recuerda que cada uno es conocedor de su trabajo y de las herramientas que usa para ello.

Ahora si, después de conversar un ratito con los pescadores me dirijo al muelle. Se escucha el fuerte rumor de las olas, se siente el olor del mar, del pescado.

En las barandas de madera que sirven de protección y limitan el muelle muchos pelicanos reposan tranquilamente mientras están al acecho de cualquier descuido de los pescadores para robar un pescado. Al pasar cerca de ellas alzan vuelo desplegando sus grandes alas. Es un espectáculo ver aquellas grandes aves con sus enormes picos pasar rasantes por encima de nuestras cabezas. Parecen pequeños aviones de guerra sobrevolando la zona a bombardear. Un espectáculo que solo lo podemos encontrar en los muelles pesqueros.
Este muelle es relativamente nuevo, existe uno que es conocido como el muelle antiguo el cual se encuentra clausurado. Se estima que para el 2,020 se terminé la construcción de un terminal portuario multipropósito y un complejo de actividades logísticas, los cuales estarán unidos por un túnel subterráneo de 1.8 kilómetros a más de 20 metros de profundidad. Para el año 2,026 se espera construir un gran espigón con dos muelles de contenedores. Posteriormente el proyecto contempla la construcción de cuatro muelles más y un puerto para granos. Sin duda un gran proyecto a largo plazo que espero no se detenga en el tiempo, que sin duda desarrollará el lugar y será una gran alternativa y competencia al puerto del Callao.

Algunas embarcaciones descargan el pescado, especialmente pejerreyes que los estibadores trasladan en gavetas sobre una carreta hasta las instalaciones del muelle donde serán comercializados. 

Al final del muelle han construido unas escaleras que conducen a una plataforma donde los trabajadores esperan la llegada de las lanchitas que los transportarán a sus centros de trabajo. Esos centros de trabajo son grandes barcos pesqueros que se encuentran mucho más adentro y  que por su alto tonelaje no pueden anclar muy cerca del puerto.

Los que abordan o descienden de la lanchas deben tener bastante equilibrio pues si bien es cierto las lanchitas se acercan lo más que se puede a la plataforma de embarque en ningún momento están quietas, siempre están en constante movimiento por las olas del mar.
Cuando estaba en el final del muelle se me ocurrió bajar hasta la plataforma de embarque, previamente entregue mi cámara fotográfica a un muchacho con la indicación que me tome la foto del recuerdo. Cuando estaba en la plataforma posando para las fotos escuchaba que la gente gritaba: la ola, la ola. En ese momento imaginaba que le decían al joven que me tomaba la foto que lo hiciera con un fondo de una ola. Luego vi que a los gritos se unían movimientos de las manos similares a las que hacemos para pedir que alguien venga. La situación me parecía raro así que subí corriendo las escaleras en el preciso momento en que una ola grande cubría con agua la plataforma. Los pescadores conocedores del mar con solo mirarlo me alertaban sobre la llegada de una ola grande que me iba mojar. Creía que la plataforma era segura, nunca me imaginé que una ola la pudiera sobrepasar, después pude ver que en efecto algunas olas llegaban a cubrir con agua la plataforma. Uff me salvé !!!




A un costado del muelle se localizan gran cantidad de peñascos en donde muchos jóvenes tiran su cordel a la espera de pescar algún pez hambriento y distraído que se acerca hasta la orilla. 




También pude observar a varios muchachos correr rumbo al mar llevando consigo bajo sus brazos unas pequeñas tablas para correr olas.  El surf es un deporte que cada vez tiene más seguidores, un deporte inclusivo que no distingue condiciones sociales ni razas.



Después de disfrutar del mar, del muelle y conocer un poco la vida de los pescadores retomo el camino de regreso al malecón. Mientras regreso me encuentro nuevamente con las lanchas, pero en esta oportunidad tienen como fondo las casas del balneario.





Frente al malecón se han apostado varios restaurantes que ofrecen diversos tipos de comida, especialmente aquellos que tienen como base los pescados y mariscos.


Se comenta que la palabra chancay proviene del vocablo de origen quechua “chanka ayllu” que significa “clan familiar o ayllu de origen chanca”. Se cree que  la población que encontraron los españoles en este lugar eran de provenientes de Ayacucho, de origen chanca, de allí el nombre chanka ayllu.
La tradición cuenta que a inicios del siglo pasado, por los años de 1,917  en este lugar se fabricada un rico bizcocho preparado a base de harina y huevos, con granos de anís que le daban un aroma especial. El bizcocho se llevaba  a vender  a otros lugares a precios muy cómodos. Los comerciantes lo vendían con el nombre de bizcocho de Chancay, con el tiempo abreviaron el nombre y al bizcocho solo se le llamó por el nombre de chancay, nombre con el que se conoce a la fecha.
Este viaje lo realice en mayo del 2,017.