Cuando se va de Lima con
dirección al norte del Perú, después de pasar el Serpentin de Pasamayo el
primer pueblo importante en aparecer es Chancay. En esta oportunidad relataré
sobre algunos de mis viajes a Chancay y los lugares que he podido conocer en
dicha ciudad.
Chancay es uno de los 12
distritos que conforman la provincia de Huaral, en el departamento de Lima. Es
un distrito casi a nivel del mar, se encuentra localizado a solo 43 msnm. Su historia se remonta a épocas antiquísimas desarrollándose
en este lugar la cultura Chancay entre los
años 1,300 a 1,450 dC. en que
fueron conquistados por el imperio incaico.
Los estudios indican que esta cultura comprendía las zonas del río
Chillón hasta Pativilca, pasando por Huacho, Huaura y Supe. La economía de esta
cultura se basó en la agricultura, pesca y comercio. Fueron notables artesanos
que llevaron sus cerámicas, textiles, tallados de madera y trabajos en oro y
plata a otras regiones demostrando con
ellos los buenos comerciantes que eran.
Para llegar a Chancay debemos
abordar los ómnibus interprovinciales con destino al norte chico. Se conoce con
el nombre de norte chico a una extensión de la costa del departamento de lima
que comprende las provincias de Huaura, Huaral y Barranca.
Después de pasar Ancón hay dos
caminos para seguir avanzando, uno de ellos es una carretera relativamente
nueva conocida como la “Variante de Pasamayo”. Entre los meses de abril y
diciembre este lugar es una zona de mucha neblina en donde los choferes deben
manejar con mucho cuidado.
La carretera pasa por encima del
Serpetin de Pasamayo, no tiene muchas
curvas y es solo para el transporte ligero, motivo por el cual en esta ruta no
deben transitar vehículos pesados como camiones de carga y ómnibus interprovinciales,
aunque algunas veces he visto los ómnibus de algunas empresas de transporte de
pasajeros usando esta ruta, no sé si con un permiso oficial o haciendo caso
omiso a las reglas de tránsito.
La otra ruta es conocida como el “Serpentín
de Pasamayo”. Un tramo lleno de curvas peligrosas que forman parte de la
Carretera Panamericana Norte.
Es considerada uno de las
carreteras más peligrosas del Perú, comprende 22 kilómetros de pista asfaltada
con solo dos carriles, uno de ida y el otro de venida. En este pequeño tramo
con vista al precipicio se cuentan 52 curvas lo que origina que sea demasiado
peligroso tratar de pasar a un carro.
De verdad es un tramo que da
miedo pasar, estoy seguro que hasta los más valientes han sentido algún temor
al pasar por este lugar. Algunos
pasajeros se santiguan e imploran al Santo de su devoción pasar sanos y salvos
el serpentín, otros prefieren sentarse
al lado opuesto para no tener que ver el precipicio. Al que le toca este lugar y no quiere ver lo
único que le queda es cerrar los ojos o cerrar la cortina por espacio de 20
minutos que es el tiempo en que se cubre esta ruta.
Después de pasar el serpentín se
respira una sensación de alivio, los pasajeros vuelven a relajar sus tensos
rostros, las sonrisas se vuelven a escuchar y el viaje retoma su normalidad. Ya no hay más curvas peligrosas que pasar. Y pastor de Aucallama arrea su cabras a un costado de la carretera.
Unos kilómetros más y estamos
llegando a Chancay. No es precisamente el centro del pueblo, es solo un
paradero en un tramo de la Carretera Panamericana desde donde se puede ir
caminando o en motocar hasta la plaza principal. Cuando se hace el viaje desde
Lima el distrito de Chancay se encuentra al lado izquierdo, luego si queremos
ir a Chancay debemos subir el puente peatonal hasta el otro lado de la
carretera.
Chancay fue fundada el 16 de noviembre de 1,562 cuando
ejercía el poder el Virrey Diego Lopez de Zúñiga y Velazco, Conde de Neva. La
fundación se dio con el nombre de Villa de Arnedo porque el Virrey tenía un
fundo en España con ese nombre. En 1,757 la villa cambio de nombre a Chancay y en 1,821 el General José de San Martín
dictaminó que se llame distrito de Chancay.
A un costado de la carretera se
encuentra el sello característico de Chancay, un pequeño parque con algunas
réplicas de los cantaros de la cultura Chancay y la palabra Chancay con letras
grandes. Este lugar es un paradero informal en donde se estacionan los ómnibus para
trasladar viajeros a Lima.
De aquí comienzo a caminar en
línea recta con dirección a la plaza principal. En el camino encuentro algunos
tramos muy bonitos y bien arreglados con palmeras y flores, también varios
restaurantes.
Después de caminar en línea recta
aproximadamente siete cuadras llego a una esquina donde encuentro estos grande
botines, medirán casi un metro de largo y uno 80 cm de altura. Verlos me causa
gracia y me recuerdan que tan necesarios son estos botines para las largas caminatas.
Finalmente llego a la plaza
principal la cual luce un buen ornato, muy limpio, con amplias veredas para
pasear y bancas de madera para descansar. Era mayo y el cielo chancayano luce
nublado.
En la parte central de la plaza
se encuentra una hermosa glorieta. Fue donada por el médico Luis Felipe Del
Solar y entregada al pueblo chancayano el 12 de abril del 1,914. A través de
más de 100 años de existencia ha sido un punto de reunión y concentración de los chancayanos, desde donde
se han comunicado o leído importantes anuncios y comentado hechos importantes
de la vida local y nacional.
Por su antigüedad y su historia el
10 de febrero del año 2,000 el Instituto Nacional de Cultura lo declara Patrimonio
Monumental de la Nación. Con esta
declaración se evitó su retiro con el argumento de remodelar la plaza, quien
sabe si la retiraban nunca más la colocaban de nuevo. Es cierto que la modernidad debe darse paso
pero hay cosas y tradiciones que identifican a un lugar y que deben mantenerse
a través de los años.
En la parte superior se ha colocado un pequeño letrero que
recuerdo la fecha de su construcción y del donante.
Este distrito es de una tradición
histórica porque frente a sus costas los valientes peruanos al mando del
Teniente Decio Oyague Neyra hundieron a la nave chilena “la Covadonga” en la
tarde del 13 de setiembre de 1,880 hecho que se constituyó en una de las victorias
más importantes de la Guerra del Pacífico.
En el año 1,999 en uno de los
perímetros de la plaza que tiene como frente al palacio municipal se colocó un
cañon y un ancla con 20 metros de cadena
que formaron parte del barco enemigo.
Al pie del cañon una placa recordatoria dice: " Cañon Armstrong de 70 libras de avancarga que perteneció a la goleta chilena Covadonga, hundida en este puerto de Chancay por los marinos peruanos al mando del Teniente A.P. Decio Oyague con la ayuda de matriculados chancayanos, 13 de setiembre de 1,880.
Entre los dos trofeos de guerra señalados en el párrafo
anterior se ha construido el arco de la victoria bajo el cual se ha colocado el
busto del teniente Decio Oyague Neyra.
Decio Oyague Neyra nació en 1,842
en San Pedro de LLoc , una de las provincias que hoy forman el departamento de La
Libertad y falleció en Lima en 1,882.
Este marino peruano participo en
la guerra con España en 1,866 y en la guerra del Pacífico donde desarrolló una
destacada labor en el hundimiento de dos barcos chilenos, el Loa frente a las
costas del Callao el 3 de Julio de 1,880
y la Virgen de la Covadonga frente a las costas de Chancay el 13 de setiembre
de 1,880.
La Guerra del Pacifico fue una
lucha desigual en la que los peruanos ante la inferioridad numérica y la
carencia de armamento moderno necesario para enfrentar a los soldados chilenos
tuvo que recurrir a la astucia y el engaño para poder atacarlos. Los chilenos
capturaban y robaban las embarcaciones peruanas que llevaban pescados, frutas y
verduras. Esto iluminó a los peruanos para colocar bombas ocultas dentro de los
comestibles. Cuando los chilenos trataban de llevarse o retirar la carga, las
bombas camufladas explotaban trayendo consigo destrucción y numerosas bajas en
el enemigo. A este tipo de engaños se les llamó “cazabobos”.
En el perímetro de la plaza
también se encuentra el moderno local de la Municipalidad Distrital de Chancay.
Contiguo y formando parte del edificio
municipal se encuentra el Museo Municipal de Chancay. En su interior se exhiben
cerámicos y piezas arqueológicas de la cultura Chancay. Fue inaugurado en 1,991
y su horario de atención es de martes a domingo de 9 am a 6 pm. El museo está
dividido en 8 secciones: Las tumbas funerarias, los textiles Chancay,
actividades productivas económicas: agricultura y pesca, arquitectura y
paisajista, vida cotidiana de nuestros ancestros, el hundimiento de la
Covadonga, la religiosidad Chancay y las manifestaciones culturales
presentes.
En una de las esquinas del perímetro de la plaza principal
se encuentra la Iglesia Matriz de la Inmaculada Concepción. Es una construcción
sobria con dos pequeñas torres a cada lado las mismas que sirven de
campanario.
En su interior se venera a la Virgen de la Inmaculada
Concepción considerada como la Patrona de Chancay.
Frente al atrio de la iglesia
se inicia una calle en donde está prohibido el paso de cualquier tipo de
vehículo motorizado. Son unas cuantas cuadras en donde la gente puede caminar y
pasear libremente.
El distrito de Chancay era
capital de la provincia del mismo nombre.
En 11 de mayo de 1,976 el gobierno militar de Francisco Morales Bermudez
crea la provincia de Huaral con su capital el distrito de Huaral. Al cambiar de
nombre la provincia de Chancay por el nombre de Huaral, el distrito de Chancay
pasa a ser distrito de la nueva provincia y pierde su condición de capital de
provincia.
El atractivo más emblemático de
Chancay es su castillo construido sobre los acantilados. La historia dice que
en 1,924 murió el esposo de doña Consuelo Amat y León, es entonces cuando ella
al año siguiente manda construir el castillo en recuerdo de su esposo. Lo
construyó en los acantilados con la finalidad de que mirando el mar recordaría
a su esposo, sin una muestra de amor muy grande.
Terminarlo demoró diez años y el
diseño se debe a la influencia que recibió doña Consuelo durante su estancia en
Europa. El castillo estuvo abandonado por tres décadas, es recién en la década
de los 90 cuando es refaccionada y abierta al público.
Las veces que lo he visitado siempre he observado cambios en su diseño, constantemente están arreglando y adicionando nuevas estructuras con la finalidad de hacerlo más comercial. Para mi punto de vista personal con tantos cambios va perdiendo su encanto.
Las veces que lo he visitado siempre he observado cambios en su diseño, constantemente están arreglando y adicionando nuevas estructuras con la finalidad de hacerlo más comercial. Para mi punto de vista personal con tantos cambios va perdiendo su encanto.
Actualmente gran parte del
castillo es prácticamente un museo, en sus habitaciones abiertas al público se
puede ver diversos artículos caseros del siglo pasado. Por ejemplo se observa un piano cuya descripción dice que la procedencia es de Nueva York, Estados Unidos y data aproximadamente de finales del siglo XIX.
Muchos de los muebles que se exhiben son de estilo barroco trabajados en base de madera de
cedro de Nicaragua.
También hay una parte destinada a
la exhibición de huacos y piezas de cerámica, los cuales se encuentran en forma
ordenada. En otro lugar podemos observar una momia con la particularidad que
tiene sus manos tatuadas.
Entre las representaciones más numerosas están los sacerdotes, que se caracterizan por llevar una copa con sus dos manos a la altura del pecho.
Estos cántaros son conocidos como chinas por la pintura facial que llevan en los ojos. Son cántaros ovoides de cuello ancho que representan una efigie con rasgos faciales y adornos y decoración aplicada de miembros en el cuerpo de la pieza, las piezas muestran detalles como los collares, las orejeras y los brazos juntos agarrando un vaso."
Y la parte más interesante desde
mi punto de vista son los ambientes destinados a los animales disecados.
Una gran cantidad de animales
disecados se encuentran en este lugar, muchos de los cuales no es muy común
ver, por ejemplo podemos ver la cabeza
de un elefante disecado, la cabeza de un rinoceronte negro y otro blanco, el cuello y la cabeza de una jirafa, gran cantidad de
animales con cuernos muchos de los cuales son de otros continentes.
Junto a los animales también en algunos casos se encuentran las calaveras de dichos animales. Un ambiente del castillo realmente muy interesante.
Desde aquí se puede ver en el mar una boya que según indica
el guía turístico en el lugar donde se hundió la nave chilena, la Covadonga,
hecho que ya hemos comentado en párrafos anteriores.
Dentro del castillo se han construido algunos restaurantes y
en época de verano es un buen lugar para apreciar las playas chancayanas en
toda su dimensión.
El costo de ingreso me parece un
poco excesivo para lo que se puede hacer dentro de él. El costo es de S/. 20.00
por persona, ello incluye el tours guiado dentro del castillo y el derecho a
utilizar las piscinas que se encuentran en la parte de abajo. Mucha gente va
para visitar solo el museo y otros para usar las piscinas. Considero que las
entradas se consideraran separadas, un precio solo para visitar el museo y otra
entrada para hacer uso de la piscina.
Si no se puede ir a Estados
Unidos y tomarse una foto en los castillos de Disneylandia, pues es Chancay hay
una oportunidad de tener una foto en un castillo junto a todos los personajes
de Disney.
A dos cuadras de la plaza
principal se encuentra el paradero inicial de los autos que llevan al puerto.
Abordé uno de ellos y por el precio de S/. 1.00 me trasladó hasta el puerto en
aproximadamente 10 minutos de viaje.
En el trayecto se pasa por una
avenida en donde se concentran las fábricas que transforman la anchoveta en
harina de pescado. El lugar despide un olor fuerte característico de este
proceso.
En el puerto se ha construido un
malecón, es lunes y en el lugar hay poca gente lo cual aprovecho para caminar contemplando
las playas chancayanas. El cielo está nublado pero tampoco se siente frio, el
clima es propicio para pasear tranquilamente.
Después de 4 años en enero del
2,016 se culminó la construcción del malecón el cual comprende un boulevard con
luminarias ornamentales. Desde aquí existen varias escaleras que nos conducen a
las playas.
En la arena, muy cerca del muelle
veo muchas pequeñas embarcaciones que los pescadores artesanales utilizan para
sus faenas en el mar. Me comentaban los
pescadores que en la madrugada, a eso de la 4 am cuando todo esta oscuro, ellos
van con sus lanchas mar adentro a pescar para el consumo local. Aprovechan la oscuridad
de la noche porque la marea esta alta y los peces se acercan a la costa.
No puedo dejar pasar la
oportunidad de subirme a una de ellas imaginando ser el patrón de la lancha.
Tranquilamente poso para la foto porque la lancha esta quieta en la arena y no
hay problema de que pueda caerme. Desde el embarcadero del muelle algunos
pescadores por S/. 20.00 hacen paseos por el mar hasta la altura donde se
hundió la Covadonga, frente al castillo.
Durante el día los pescadores dan
mantenimiento a sus embarcaciones y
reparan las redes de pescar. Al ver tan inmensas redes no comprendo como es que no se enreda todo
eso. Lo que me recuerda que cada uno es conocedor de su trabajo y de las
herramientas que usa para ello.
Ahora si, después de conversar un
ratito con los pescadores me dirijo al muelle. Se escucha el fuerte rumor de
las olas, se siente el olor del mar, del pescado.
En las barandas de madera que sirven
de protección y limitan el muelle muchos pelicanos reposan tranquilamente
mientras están al acecho de cualquier descuido de los pescadores para robar un
pescado. Al pasar cerca de ellas alzan vuelo desplegando sus grandes alas. Es
un espectáculo ver aquellas grandes aves con sus enormes picos pasar rasantes
por encima de nuestras cabezas. Parecen pequeños aviones de guerra sobrevolando
la zona a bombardear. Un espectáculo que solo lo podemos encontrar en los muelles
pesqueros.
Este muelle es relativamente
nuevo, existe uno que es conocido como el muelle antiguo el cual se encuentra
clausurado. Se estima que para el 2,020 se terminé la construcción de un
terminal portuario multipropósito y un complejo de actividades logísticas, los
cuales estarán unidos por un túnel subterráneo de 1.8 kilómetros a más de 20 metros
de profundidad. Para el año 2,026 se espera construir un gran espigón con dos
muelles de contenedores. Posteriormente el proyecto contempla la construcción
de cuatro muelles más y un puerto para granos. Sin duda un gran proyecto a
largo plazo que espero no se detenga en el tiempo, que sin duda desarrollará el
lugar y será una gran alternativa y competencia al puerto del Callao.
Algunas embarcaciones descargan
el pescado, especialmente pejerreyes que los estibadores trasladan en gavetas
sobre una carreta hasta las instalaciones del muelle donde serán
comercializados.
Al final del muelle han
construido unas escaleras que conducen a una plataforma donde los trabajadores
esperan la llegada de las lanchitas que los transportarán a sus centros de
trabajo. Esos centros de trabajo son grandes barcos pesqueros que se encuentran
mucho más adentro y que por su alto
tonelaje no pueden anclar muy cerca del puerto.
Los que abordan o descienden de
la lanchas deben tener bastante equilibrio pues si bien es cierto las lanchitas
se acercan lo más que se puede a la plataforma de embarque en ningún momento
están quietas, siempre están en constante movimiento por las olas del mar.
Cuando estaba en el final del
muelle se me ocurrió bajar hasta la plataforma de embarque, previamente entregue
mi cámara fotográfica a un muchacho con la indicación que me tome la foto del
recuerdo. Cuando estaba en la plataforma posando para las fotos escuchaba que
la gente gritaba: la ola, la ola. En ese momento imaginaba que le decían al
joven que me tomaba la foto que lo hiciera con un fondo de una ola. Luego vi
que a los gritos se unían movimientos de las manos similares a las que hacemos
para pedir que alguien venga. La situación me parecía raro así que subí
corriendo las escaleras en el preciso momento en que una ola grande cubría con
agua la plataforma. Los pescadores conocedores del mar con solo mirarlo me
alertaban sobre la llegada de una ola grande que me iba mojar. Creía que la
plataforma era segura, nunca me imaginé que una ola la pudiera sobrepasar,
después pude ver que en efecto algunas olas llegaban a cubrir con agua la
plataforma. Uff me salvé !!!
A un costado del muelle se
localizan gran cantidad de peñascos en donde muchos jóvenes tiran su cordel a
la espera de pescar algún pez hambriento y distraído que se acerca hasta la
orilla.
También pude observar a varios muchachos correr rumbo al mar llevando consigo bajo sus brazos unas pequeñas tablas para correr olas. El surf es un deporte que cada vez tiene más seguidores, un deporte inclusivo que no distingue condiciones sociales ni razas.
Después de disfrutar del mar, del
muelle y conocer un poco la vida de los pescadores retomo el camino de regreso
al malecón. Mientras regreso me encuentro nuevamente con las lanchas, pero en
esta oportunidad tienen como fondo las casas del balneario.
Frente al malecón se han apostado
varios restaurantes que ofrecen diversos tipos de comida, especialmente
aquellos que tienen como base los pescados y mariscos.
Se comenta que la palabra chancay
proviene del vocablo de origen quechua “chanka ayllu” que significa “clan
familiar o ayllu de origen chanca”. Se cree que la población que encontraron los españoles en
este lugar eran de provenientes de Ayacucho, de origen chanca, de allí el
nombre chanka ayllu.
La tradición cuenta que a inicios
del siglo pasado, por los años de 1,917 en este lugar se fabricada un rico bizcocho
preparado a base de harina y huevos, con granos de anís que le daban un aroma
especial. El bizcocho se llevaba a
vender a otros lugares a precios muy
cómodos. Los comerciantes lo vendían con el nombre de bizcocho de Chancay, con
el tiempo abreviaron el nombre y al bizcocho solo se le llamó por el nombre de
chancay, nombre con el que se conoce a la fecha.
Este viaje lo realice en mayo del
2,017.
Exelente relato, como para ir a visitar.
ResponderBorrarexelente relato. Como para visitarlo.
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