sábado, 17 de febrero de 2018

ASTOBAMBA: YARUSHPAMPA


En junio del 2,016 escribí en mi blog sobre el viaje que realicé a Huarautambo y en aquella oportunidad dije que me gustaría conocer Astobamba, el cual estaba separada de Huarautambo por tan solo un puente, pero no cualquier puente sino por uno muy antiguo y especial.

Se dio la oportunidad y una mañana muy temprano estaba partiendo desde Yanahuanca con destino a Astobamba. Para llegar a Yanahuanca primero hay que hacer un viaje de Lima a Cerro de Pasco el cual dura aproximadamente 7 u 8 horas. Luego hay que abordar otra unidad que nos traslade a Yanahuanca capital de la provincia Daniel Alcides Carrión. EL tiempo de viaje de Cerro de Pasco a Yanahuanca en ómnibus es de aproximadamente 2 horas. También hay autos y minivanes que cubren la ruta en menor tiempo. Otra opción es abordar los ómnibus interprovinciales que hacen la ruta directamente de Lima a Yanahuanca.

En una de las esquinas de la plaza principal de Yanahuanca se encuentra el paradero de los autos con destino a la Comunidad Campesina de Astobamba. Esperé casi una hora hasta que finalmente se completó los pasajeros necesarios para iniciar la ruta.

Las calles de las primeras cuadras cercanas a la plaza principal de Yanahuanca están pavimentadas, luego el camino es solo afirmado. Rápidamente nos alejamos de la ciudad y comenzamos entre curva y curva a ir subiendo poco a poco en medio de un ambiente natural dominado por la presencia de muchos cerros con algunos árboles.

Estos caminos son totalmente diferentes a los de las grandes ciudades, pero a mi particularmente me gustan mucho. Disfruto de cada curva, mirar por la ventana y ver los profundos abismos eleva mi adrenalina y también en algunos casos mis miedos. Son caminos en donde al paso de los carros se levanta el polvo como si nadie nunca pasara por aquí, son lugares en donde tú pareces el único dueño del camino, es más seguro que te cruces con alguna persona o un pastor con su ganado que con un carro.

 

Y ni qué decir del entorno natural, cielos cubiertos totalmente por nubes que algunas veces nos reciben con lluvias. En otras oportunidades los cielos están cubiertos parcialmente y el color azul del cielo se ve cubierto por algunas nubes formado figuras que solo nuestra imaginación puede ver.  Y en otras un cielo totalmente libre que nos permite disfrutar del color azul intenso del cielo muy característico de los pueblos serranos.

Los caminos de la sierra del Perú se abren paso en medio de altas montañas, los cuales en algunos lugares están cubiertos de grandes árboles como los eucaliptos y molles. En otras partes son solo montañas de grandes rocas y tierra eriaza carentes de vida vegetal. Y en las alturas por encima de los 4,000 msnm solo crece el ichu, aquella plantita pequeña que soporta las bajas temperaturas de las alturas y que crece donde otras plantas no pueden.
 
 
Como lo dije en pärrafo anterior Astobamba y Huarautambo solo estan separados por un puente inca el cual solo es para uso peatonal, esta terminantemente prohibido que algún auto pase por encima del puente. Antes de llegar a estos dos pueblos el camino que viene de Yanahuanca se divide en dos caminos, por la derecha de va a Huarautambo y por la izquierda se va a Astobamba.
 
 

Tan solo 10 km separan Astobamba de Yanahuanca. Después de aproximadamente 15 minutos de viaje me encontraba sobre el puente que divide las comunidades Astobamba y Huarautambo, lugar donde ya había estado en setiembre del 2,016. El costo del pasaje fue S/.2.50.

El puente es de origen incaico construido totalmente de piedra de los cuales ya quedan muy pocos en tan buenas condiciones. La base del puente se apoya sobre 17 ventanas trapezoidales con las características típicas de las construcciones incas.

Por las ventanas trapezoidales magistralmente diseñadas discurre el agua cristalina del rio Chaupiwaranga.
He visto fotos que en época de lluvias el agua que pasa y cae por las ventanas es bastante cubriendo casi la mitad de cada ventana lo cual le da un aspecto impresionante al puente. Más adelante de todos modos tendré que ir nuevamente a este puente, pero será en época de lluvias.
Por la otra parte del puente las aguas del rio están al mismo nivel de las ventanas por lo cual no se observan las caídas de agua que observamos por el otro lado.          
 
A dos cuadras del puente inca se encuentra la pequeña plaza principal de la comunidad. En la parte central destaca un monumento al Inca Pachacútec, el noveno Inca cuyo nombre significa “Transformador de la Tierra” al cual se le atribuye la expansión del Imperio incaico al que llamaron Tahuantinsuyo y su división en cuatro suyos o regiones: Chinchaysuyo, Antisuyo, Collasuyo y Contisuyo.


Pachacútec fue un excelente guerrero y sometió a sus dominios a los lucanas, collas, chinchas, ichmas, huancas, conchucos, yarowilcas y chimús. Comandó la defensa del Cusco en 1,438 y logró derrotar a los bravos guerreros chancas de Apurímac, hecho que le sirvió para ser proclamado Inca con el nombre de Pachacútec. Su padre el Inca Wiracocha y su madre Mama Runtu al nacer le pusieron por nombre Cusi Yupanqui. Sus biógrafos calculan que nació en 1,400 DC y gobernó desde 1,438 DC hasta 1,471 DC en que asume el mando del Imperio su hijo Tupac Yupanqui.
Durante el gobierno de Pachacútec se construyeron los templos de Coricancha y Sacsayhuamán. También centros administrativos o llactas como Ollantaytambo, Machupicchu, Vilcashuamán, Huaytará, Tambo Colorado entre otros. Los Acllahuasi o casas de las escogidas. Se crearon los mitimaes que eran pueblos enteros trasladados de un lugar a otro. Los chasquis o mensajeros que recorrían grandes tramos de caminos y los quipucamayoc o contadores encargados de llevar el control y el registro de los recursos e historia del pueblo con nudos hechos sobre cuentas de lana de diferentes colores conocidos con el nombre de quipus.
 
El motivo principal que me llevo hasta Astobamba era conocer los restos arqueológicos que se encuentran en su jurisdicción. Cuando había visitado los vestigios incas de Huarautambo me dijeron que cruzando el puente, al otro lado del rio también había otros restos arqueológicos más antiguos que los Incas.


De la plaza principal me dirigí a la entrada pero la puerta se encontraba cerrada. El recinto está cercado y protegido por rejas de metal y en su interior se encuentra las instalaciones de un colegio.



Justamente en ese momento venía una persona de adentro hacia la puerta, tenía llave del candado y abrió la puerta. Conversé con él sobre mi interés en conocer las ruinas, era un profesor del colegio que muy amablemente me llevó hasta la casa de la persona encargada de cuidar las ruinas, para que me abriera la puerta, me explicara algunos datos del lugar y me acompañara durante toda mi visita.
La casa del amigo guardián se localizaba en una de las calles que forman el perímetro de la plaza principal. Caminamos con dirección a la entrada principal, una vez frente a ella, metió su mano a su bolsillo, sacó un manojo de llaves de su bolsillo y abrió el candado que sujetaba las cadenas de la puerta y entramos.

Lo primero que se observa son dos paneles, uno que muestra la distribución de la zona arqueológica y otra en donde se encuentra un resumen de dicho lugar, que a la letra dice:

"Yarushpampa: sitio arqueolögico Yarush II establecido entre 800-1400 DC en la planicie húmeda de la margén derecha del rio Huarautambo.

Es un pueblo de la cultura Yarush fase II cuya fase I la hemos descubierto en la quebrada Yarush y sus planicies de la Cordillera Huayhuash donde hemspescubierto sus orígenes que datan del intermedio temprano.

Esta conformado por palacios con patios construídos a base de piedras medianas canteadas y pequeñas lajas que a manera de mosaico completan los aparejos de los paramentos. Tienen planta rectangular o cuadrangular con accesos tipo Yarush en el centro de uno de sus muros. Se caracterizan por presentar una tumba rectangular techada con vigas líticas largas y nichos ornamentales en los paramentos interiores.

Algunos palacios llevan pequeños altares en una de sus esquinas internas y otros un tendal de batanes en una de sus esquinas desgastados por uso ritual Yarush sugnificativo."

Los restos arqueológicos se encuentran diseminados en una extensión de casi dos hectáreas localizados a 3,600 msnm. Los pocos estudios sobre este lugar consideran que son de origen Yaro. Los yarowilcas se asentaron y dominaron en gran parte del lado occidental del departamento de Pasco desde los años 500 AC hasta que finalmente el imperio incaico bajo el gobierno de Túpac Yupanqui dominó y sometió a todos los reinos de este lugar a sus dominios.

Todas las entradas de las habitaciones estaban compuestas por dos grandes piedras laterales y sobre ella otro pedazo de piedra más pequeña a manera de dintel.

Las construcciones tienen todas las características de las construcciones pre incas. Las ventanas eran de forma cuadrangular formadas por la colocación de cuatro piedras grandes. Las paredes eran formadas por la colocación de pequeñas lajas de piedras de diferentes tamaños colocadas unas sobre otras hasta alcanzar la altura deseada. Los incas emplearon en las construcciones de sus paredes grandes bloques de piedras.

Una particularidad que llamó mucho mi atención era el hecho de que, en algunas habitaciones en la parte de abajo, casi a ras de lo que sería el piso se encontraban unas ventanas de menor tamaño a las que se encontraban en medio de la pared. No se cual haya sido el motivo de estas ventanas cerca al piso.

Pude observar que una de las habitaciones era diferente a todas las demás. Sobre el suelo se había colocado seis grandes bloques de piedra circular formando dos hileras de tres piedras cada una. Tal haya sido una habitación de adoración porque las piedras tienen una hondonada en el centro.

Durante el recorrido también se puede observar unos huecos tubulares en el piso. Me hice muchas preguntas: Habrán sido los pasajes por donde se llegaba a lugares secretos. Habrán sido lugares para guardar cosas. Habrán sido tumbas o lugares de adoración a algún dios protector de aquella cultura.

Muchas piedras se encuentran esparcidas por todo el lugar, algunas de ellas con características muy especiales, como esta gran piedra con una profunda hondonada en el centro.

Entre habitación y habitación podemos ver algunos pasajes o corredores cuya parte alta era tapada con pedazos de piedras.  Al ver estas cosas me parece que a través de los años el lugar ha sido cubierto por la tierra y que si limpiamos y escarbamos nos podemos llevar más de una sorpresa.

Alejada de todo el recinto principal se observa una pared de casi cuatro metros que se levanta solitaria en medio de la explanada. Al ver su tamaño y la perfección con la cual se ha construido no pude resistirme el deseo de llegar hasta ella y apreciarla de cerca. 

Las piedras de diferentes tamaños han sido colocadas de tal manera que ni el paso de los años y las inclemencias del clima han podido destruirla. No hay ventanas en la mitad de la pared, lo que veo son pequeñas aberturas a manera de ventanitas en la parte baja.

Al terminar la visita una foto para el recuerdo con el amigo que me abrió las puertas del recinto, me acompañó durante todo el recorrido explicando la información que conocía sobre este lugar.

Con toda la responsabilidad del caso al final cerramos la puerta y colocamos el candado. Permanecerá así hasta que otro visitante llegue en busca de conocer su historia.

En la internet es muy poco lo que se encuentra sobre este lugar y definitivamente hay mucho por investigar.

Cerca del puente inca se encuentra el paradero de los autos que regresan a Yanahuanca.  El chofer no parte si no se llena el cupo de pasajeros. Solo había una persona, conmigo éramos dos, faltaban otros dos pasajeros para que el auto partiera. Pagué el valor de los pasajes de las dos personas faltantes y el auto emprendió su camino rumbo a Yanahuanca.

Eran las 10 de la mañana y el cielo se iba despejando y asomaban los rayos solares para calentarnos del frio de Yanahuanca. Otro viaje que llegaba a su fin pero cuyos recuerdos quedarán por siempre en mi mente y corazón.

En Junio del 2,016 desde la Comunidad Campesina de Astobamba se dio la partida de la IV edición de la maratón “Los nuevos chasquis del Perú 2016” auspiciado por el Instituto Peruano del Deporte. La carrera duró 14 días y en su recorrido cubrió 1,400 Km uniendo las regiones de Pasco, Junín, Huancavelica, Ayacucho, Apurímac y Cusco, tal como lo hacían los chasquis de la época del Imperio Inca.

Este viaje lo realicé en setiembre del 2,017 y cualquier dato puede haber cambiado a la fecha.


 
 
 
 


 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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