El último pueblo que conocí en mi
viaje a la Reserva Paisajista Nor-Yauyos Cochas fue Laraos, un lugar que me
dejó muchas anécdotas algunas de las cuales relataré a continuación.
Luego de estar en Miraflores y
haber subido a la ciudad perdida de Huaquis contratamos al mismo chofer para
que nos lleve hasta Laraos.
Laraos es uno de los 33 distritos
de la provincia de Yauyos y se encuentra ubicado a una altitud de 3,310
mnsm. Es un pueblo milenario cuyos
orígenes se encuentran en las alturas de
la Cordillera Occidental de los Andes donde existía un pueblo conocido con el nombre de Sinchimarka que significa
“Pueblo guerrero”, después de duras batallas fue conquistado por el Inca
Pachacútec. Con la conquista española y
de acuerdo a la nueva demarcación política los habitantes de Sinchimarka son
obligados a trasladarse a la actual ubicación con el nombre de Santo Domingo de
Cocha Laraos.
Tomamos el camino que conducía a
Laraos, Carania y LLapay. El viaje se
desarrollaba con normalidad y disfrutaba del paisaje.
Según los historiadores el
nombre es un derivado de la palabra del
idioma jaqaru “Laraupugio”. Este idioma
se hablaba en la provincia de Yauyos, en donde “Larau” significa pedregón y “pugio” significa puquio, de tal manera que
uniendo los dos vocablos se podría decir “puquial en el pedregón”. Con el tiempo se transforma solo en “Laraus”
es decir pedregones y más tarde queda finalmente como Laraos, la cual fue
reconocida el 2 de setiembre de 1,938.
Luego llegamos al centro poblado
de Llapay. Es un lugar pequeño conformado por un grupo de casas apostadas a los
costados de la carretera, se observa un
gran movimiento porque aquí se encuentra a cualquier hora, movilidades que nos
pueden trasladar a los diferentes pueblos de la reserva paisajística. De hecho
el día anterior salimos de Huancaya
hasta este lugar y aquí contratamos movilidad que nos llevara a Miraflores.
Después de pasar por LLapay llegamos a un lugar donde la
carretera se divide en dos caminos: uno que sube al distrito de Laraos y otro que baja
al distrito de Carania.
Como era lógico para las
intenciones de nuestro viaje tomamos el camino que conducía a Laraos. El camino
es de subida y se encuentra en muy buenas condiciones, no hay pretexto para no
ir. Un cielo de un color azul intenso
presagiaba un buen viaje y una buena estadía.
Después de 2 horas de viaje
llegamos a un lugar donde un cartel al borde de la carretera nos avisa que estamos
a 500 metros de los andenes de Laraos.
Desde aquí se observaban los
andenes y a lo lejos las casitas del pueblo.
Laraos es un pueblo que se
caracteriza por sus andenerías que datan de épocas muy remotas. Aquel sistema
tan antiguo que utilizaron los agricultores de muchos pueblos del Perú con el
objetivo de ganar terreno a las laderas
de los cerros formando grandes escaleras
que permiten formar bases planas donde cultivar y cuyos andenes son usados hasta nuestros días.
Habíamos dejado atrás una
carretera sinuosa para ascender hasta los 3,310 msnm. Estábamos muy cerca de
entrar al pueblo y la emoción me invadía al saber que se estaba cumpliendo el
último objetivo del plan de ruta inicial.
Pero una puerta metálica en plena
carretera nos impedía seguir. Bajé del auto para quitar el cerrojo y abrir la
puerta.
Después de pasar el auto
nuevamente la volví a cerrar y ahora si no había nada que impidiera la llegada.
En estos momentos que escribo este relato no recuerdo haber visto un caso similar.
El carro nos dejó a dos cuadras
de la plaza principal, solo hasta allí llegan los autos que llevan turistas. Caminamos con nuestras mochilas al hombro con
dirección a la plaza principal. Para mi sorpresa la plaza era toda una base de
cemento y piedra en donde no había árboles ni bancas para descansar.
Otro dato curioso es que la
iglesia que data del siglo XVIII se encuentra en forma longitudinal a la plaza
de tal manera que la entrada principal se encuentra en la calle adyacente. La
construcción es de adobe contando con una torre que sirve de campanario y una
fachada central. La puerta estaba entreabierta y cuando asomé por allí vi que
el interior estaba vacío y con operarios trabajando en su reconstrucción.
La parte central tiene en el exterior
una puerta grande con dos cruces a cada costado. La forma de las cruces son muy
originales, la barra horizontal se encuentra apoyada sobre la base de dos
columnas. Primera vez que veo una cruz así, busqué en internet alguna
referencia sobre este tipo de cruz pero no encontré nada. Pero algo aprendí sobre la cruz romana: Tiene dos partes, la primera
es un madero vertical que se clavaba en el suelo llamado stipites y la segunda
es un travesaño horizontal que se unía en la parte superior llamado patibúlum.
Casi al extremo de la plaza se
encuentra un sombrero gigante. Viéndolo
bien puede ser utilizado como un escenario desde donde se puede llevar a cabo
actuaciones o presentaciones.
Como lo dije en mis relatos
anteriores sobre mi viaje a los pueblos de la Reserva Paisajística Nor Yauyos
Cochas lo más difícil es conseguir un lugar donde dormir cómodamente y donde
comer bien. Estos pueblos todavía están
en desarrollo y no existe una infraestructura adecuada con servicios mínimos al
turista.
En la municipalidad encontramos
el albergue municipal pero no nos gustó de tal manera que como responsable de
haber organizado el viaje me dediqué a
caminar buscando un lugar donde dormir mientras mi primo y mi hermano
descansaban del largo viaje. Preguntando recibí la indicación de que en las
afueras se había construido un nuevo hospedaje turístico.
Mientras subía por las calles empedradas que más que calles parecían escaleras, no pude dejar de sorprenderme de los anuncios que tenían las casas. Por ejemplo un madero sobre la puerta de una casa decía: “Feliz hogar de los esposos Crisogono Gago y Mariam Bautista. Laraos, 13 de Octubre de 1,957. Recuerdo de sus hnos.”
Otra casa tenía dos avisos
colgando de ella, uno tenía dentro la figura de una llama y decía: “Venturoso
hogar de los esposos Alcibiades Beltrán S. y Floresmila Conde L. Laraos 19 de
Noviembre 2001. Recuerdo de su Hno. José Luís Conde”.
El otro aviso que tenía dentro la
figura de una paloma decía: “Venturoso
Hogar de Alcibiades Beltrán S. y Floresmila Conde. Rdo. de Emilio Rodríguez y
esposa. 19-11-01”.
Es costumbre muy antigua que
después del matrimonio, los nuevos esposos reciben presentes en forma de
carteles pintados a mano por los familiares de la esposa, los cuales son colgados
en los exteriores de la vivienda.
La casa contigua tenía un aviso con
una ave de alas abiertas como si estuviera volando que decía: “Feliz hogar de
los esposos ….”.
En la parte alta del segundo piso
de esta casa vemos un cartel de bienvenida que dice: “Bienvenidos a este hogar
de la familia Flora Branez Y.- Francisco Rodríguez M. Sto. Domingo Cocha
Laraos-Yauyos. Recuerdo de … “
Pero no todas las puertas tienen
carteles haciendo referencia a los esposos. En la puerta de calamina de esta
casita han pintado haciendo referencia al dueño, dice: “Casa de José, el
kinconde”.
Otras puertas tienen no solo el nombre original sino el sobrenombre
con el cual es conocido el dueño, como por
ejemplo esta puerta que dice: “F. Sánchez. Toño. “
Y otras casitas tienen pintadas la puerta con figuras de personajes cómicos y el techo pintado
con figuras de palomas y flores.
Esta casa cuyas paredes eran toda
de piedras tenía la puerta pintada con un aviso que me imagino hará referencia a la situación de la persona
que habita la casa o será un anuncio o invitación, decía: “Solo”.
Estos afiches los encontré
caminando por las calles que me conducían en busca del lugar donde pasar la
noche. Si hubiese recorrido todas las calles seguramente me llenaba de fotos,
pero para muestra es suficiente.
Por fin después de tanto subir
llegue al hospedaje turístico. No me
gusta recomendar hoteles ni hospedajes porque generalmente hay de todos los
precios y para todos los gustos, pero después de lo que sufrimos en los días
anteriores este lugar es un paraíso. Lo recomiendo, es un lugar con todas las
comodidades para un buen descanso.
Los cuartos del hospedaje por un
lado en lugar de pared tienen unas grandes mamparas con vista a la laguna de
Cochapampa, lástima que estaba seca pero en época de lluvias debe ser una vista
espectacular. Definitivamente una concepción nueva de construcción hoteleta que
dará que hablar.
En época de lluvias se forma la
laguna llegando a tener una extensión de 1.50 km en promedio y en época seca se
convierte en la explanada de una cancha de futbol, donde los jóvenes disfrutas
de sus pasiones futbolísticas. Desde las alturas diviso los arcos de futbol
clavados en el medio de la laguna.
Salimos del pueblo por un sendero de carretera afirmada con
destino a las cataratas de Yuncalara.
Nos habían dicho que la catarata
Yuncalara se encontraba en un desvío de la carretera pero no sabíamos exactamente
a que altura. Habríamos caminado media hora y ya escuchábamos el ruido
característico del agua cuando cae y transita raudamente. Salimos de
la carretera y nos internamos por un pequeño cañon, cada vez se
escuchaba más fuerte la caída del agua y era solo cuestión de tiempo para
encontrarla.
Trepamos por una pendiente rocosa,
giramos a la izquierda y encontramos la catarata. Levantamos la vista y vimos una
caída de agua de aproximadamente 60 metros de altura.
Seguimos trepando peligrosamente
por las rocas hasta llegar a la altura de la mitad de la catarata desde donde
se tenía una gran vista de todo el entorno.
Las aguas que caen por la catarata siguen su curso hacía
abajo donde son canalizadas para llegar a las zonas de cultivo del pueblo.
Después de conocer la catarata de
Yuncalara iniciamos el regreso por el mismo camino afirmado y en veinte minutos
nuevamente nos encontrábamos muy cerca del pueblo.
Cruzamos el pueblo y
nos dirigimos al otro extremo para conocer el mirador de andenes.
Ahora comprendo por qué en la plaza principal no hay bancas
para descansar, este es el lugar ideal para hacerlo.
En este mirador que tiene una
vista impresionante de toda la andenería de Laraos departía amenamente con mi
hermano Carlos y mi primo Leo, recordando las anécdotas de los días anteriores
y con un poco de pena porque el viaje llegaba a su fin, pues al día siguiente
iniciaríamos el camino de regreso a Lima.
Queríamos perennizar el momento con
una foto pero no sabíamos cómo hacerlo. Vimos una señora campesina con su lampa
en la espalda que llegaba de su faena agrícola hasta el pueblo posiblemente a
descansar, no nos quedaba otra opción que pedirle que nos tome una foto.
En un comienzo creía que la foto
iba salir mal, tomó una foto y cuando la vi observé que estaba bien centrada.
No me quedó otra que tomarle una foto mientras se iba a su casa. Después
reflexione y me pregunté: cuantas veces esta señora habrá tomado fotos a los
turistas? Yo era seguramente uno más que le pedía ese favor.
Habíamos contratado los servicios
del mismo chofer para que nos recogiera al día siguiente en Laraos y nos
llevara con destino a Yauyos. Según lo acordado a las 6.00 am estábamos en el
lugar acordado. El sol ya había asomado y dejaba ver la luna llena en el cielo,
era como ver una esfera blanca en un manto azul.
El tiempo pasaba, habíamos
perdido comunicación telefónica con el chofer y teníamos necesidad de regresar
ese mismo día a Lima. Después de deliberar las acciones a seguir decidimos
iniciar el camino a pie. Cargamos
nuestras mochilas al hombre y comenzamos la caminata, la cual calculamos que en
el mejor de los casos nos iba llevar unas tres horas de camino parejo.
Mientras bajábamos lamentándonos
por la situación a lo lejos vimos la llegada del auto y la alegría nos volvió
al rostro.
Ahora había que poner el carro en
sentido contrario, lo cual era difícil por lo angosto de la pista, felizmente
la destreza del chofer acostumbrado a estos caminos le permitió maniobrar el
vehículo hasta ponerlo de vuelta.
Nuevamente la puerta en el camino
había que abrirla y en esta oportunidad lo hizo mi hermano Carlos.
Seguimos bajando hasta ver los caminos entre grandes peñascos que era
una característica de gran parte de la ruta.
Cada vez aparecían más casas y era señal de que nos
acercábamos al final de nuestro viaje.
Este ganado en la pista nos
impedía continuar, era como si el destino tratara de retenernos unos instantes
más en estos lindos parajes, pero era solo una ilusión, el viaje llegó a su
fin.
Este viaje lo realicé en
noviembre del 2,013 cualquier
dato puede haber cambiado a la fecha.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario