CANGALLO: TIERRA DE LOS MOROCHUCOS

Había llegado al aeropuerto Coronel FAP Alfredo Mendívil Duarte de la ciudad de Ayacucho y de inmediato abordé un taxi que me llevara al terminal terrestre desde donde parten los carros con destino a la provincia de Cangallo. Aquí hay dos opciones, se puede ir en combi con un costo del pasaje de S/. 13.00 o también se puede ir en autos colectivos con un costo de S/. 20.00. En ambos casos los vehículos parten una vez se hayan vendido todos los asientos. En mi caso abordé una combi y tuve que esperar cerca de una hora hasta que se completara la compra del número de asientos disponibles.

Salimos del terminal y después de dejar atrás la ciudad de Ayacucho comenzamos lentamente el ascenso hasta las punas por una carretera recientemente construida, la cual se encuentra totalmente señalizada y en muy buenas condiciones. Durante gran parte del trayecto se observan cerros desolados, carentes de árboles, en donde solo crece el ichu, lo cual no es extraño, es el aspecto típico de las zonas altas del Perú. Caminos a otros pueblos y un limpio cielo azul me acompañan durante el viaje.

Después de cruzar la puna comenzamos a descender lentamente. A medida que vamos descendiendo el paisaje va cambiando y entre curva y curva comienzan a aparecer al borde del camino los grandes eucaliptos, cuyo aroma característico se siente  a través de la ventana al paso raudo de la combi.

 

 

Durante el trayecto de viaje se pasan por diferentes ciudades y poblados menores unos más bellos que otros. Recuerdo haber pasado rápidamente por Toccto, Condorcoccha, Pampa Cangallo, Hualhuapuquio y Mollebamba, entre otros.

Después de dos horas de viaje la combi llega a la plaza principal del distrito de Cangallo, capital de la provincia del mismo nombre, localizada a 2,560 msnm.

La plaza es pequeña pero muy bien cuidada, es sábado y luce desolada, algunos cangallinos me comentan que a diferencia de las grandes ciudades los fines de semana el pueblo luce desolado porque la mayoría de los habitantes se han traslado a las alturas a ver sus tierras de cultivo y animales, los profesores han regresado a sus lugares de origen y las instituciones públicas no prestan servicio. De lunes a viernes es diferente y se puede apreciar más gente porque vienen los profesores desde Huamanga a dar clases, están los alumnos retornando a las escuelas, el consejo y otras instituciones están abiertos para prestar sus servicios, todo ello hace que haya más movimiento de lunes a viernes.

Dentro del perímetro de la plaza principal en una de sus esquinas se localiza la Iglesia, una pequeña construcción con frontis de lajas de piedra y dos torres de piedra, una a cada lado que también sirven de campanario.

En la parte alta central  se aprecia un reloj que está funcionando cuyas manecillas nos indican que son las 8.23 de la mañana y un poco más arriba una cruz, símbolo del cristianismo.

El interior del templo es sobrio, las siluetas sobresalientes de las columnas han sido pintadas de un color rojo vino simulando cruces sobre el blanco de las paredes. Dos filas de bancas sirven para que los cristianos escuchan misa,  pocas imágenes en las paredes y un bonito altar central en donde se venera a la Virgen de la Asunción patrona de la provincia completan el escenario.

Un recipiente de piedra labrada donde se deposita el agua bendita dentro de la iglesia.

 



Y otro en la entrada .

 

Dentro del perímetro de la plaza también se encuentra el local municipal, una construcción moderna y bien cuidada. A lado derecho se construyó un gran auditórium con balcón semi-circular.

Otro edificio que se encuentra dentro del perímetro de la plaza principal es el local de la Ugel de Cangallo. Definitivamente este tipo de construcciones, un edificio de cuatro pisos sobresalen en medio de un pueblo donde la mayoría de las casas son de adobes y tejas.

El local de un colegio en una de las esquinas de las calles de la plaza.

En la parte central de la plaza principal se ha construido un monumento a Andrés Avelino Cáceres, quien lideró la resistencia en la sierra central durante la Guerra del Pacífico. A la derecha la estatua de Basilio Auqui de quien hablaré más adelante. En el lado izquierdo la figura de María  Parado de Bellido, heroína de la lucha por la independencia del Perú.

Los ocho caminos que nos conducen a la parte central de la plaza principal son de losetas, la zona interior de los jardines está en mantenimiento dejando solamente los arbolitos de cipreses que lucen muy bien recortados.

Muchos años habrán pasado para que los tallos de los cipreses tengan esta forma y grosor. Ya quisiera tener un bonsái con estas características.

Las calles de Cangallo tienen las mismas características de las calles de los pueblos de la serranía, caminos en subida o bajada, muchas de ellas sin veredas y flaqueadas por viejas casas de adobes con techos a dos aguas cubiertas con rojas tejas. Lo que observé es que casi todas las calles están pavimentadas aunque algunas no tienen veredas.

No falta por allí alguna casa de construcción moderna. Tener una casa de material noble en estos pueblos es muy costoso, debido a que los materiales de construcción, llámese ladrillos, fierros, cemento tienen que ser llevados desde las grandes ciudades y el flete que significa llevarlos hasta los pueblos alejados encarece el precio del material.

Desde una de las calles de la plaza principal divisé a lo lejos algo así como una capilla que terminaba en una cruz blanca. La curiosidad me llevó a caminar toda la calle, unas ocho cuadras más o menos hasta llegar al lugar. Cuando llegué hasta el lugar vi una escalera con varias gradas que llegaban hasta una puerta que estaba cerrada, tal vez se trata de un mirador.

En la entrada del pueblo se encuentra una pequeña plaza en homenaje a  Basilio Auqui Huaytaya. Un aguerrido morochuco que mandó inundar las pampas de Seccqapampa, para evitar el paso de las tropas españolas. Cuando las tropas españolas quedaron atrapadas en el lodo fueron atacadas por Auqui y sus aguerridos hombres, muriendo más de 400 realistas. Luego el 17 de diciembre de 1,821, en venganza por lo sucedido en Seccqapampa el pueblo de Cangallo fue arrasada por las tropas españolas desapareciéndola literalmente del mapa. En 1,822 Auqui fue traicionado por un miembro de su tropa, llevado a Ayacucho y fusilado en la plaza Santa Teresa de Ayacucho.

Una placa recordatoria dice:  “La Nación a Basilio Auqui, heroíco morochuco de Cangallo, sacrificado con su familia el 22 de julio de 1,822 en la lucha por la Independencia. Comisión Nacional del Sesquicentenario de la Independencia del Perú. Cangallo, 9 de diciembre de 1,974”. Muchas veces conociendo lugares me entero de cosas, situaciones y hechos que nunca los había visto u oído. No solo se aprende en la escuela o leyendo un libro sino también viendo y escuchando las historias que en los pueblos alejados se trasmite de generación en generación por medio de cuentos, mitos o leyendas.

Buscando en internet sobre el origen de la palabra Cangallo leí que existen muchas controversias respecto a su origen. Una de ella dice que deriva de la palabra quechua  “Ccallo Ccallo”, que en castellano significa caracol, lo cual indica que  es probable que antiguamente en este valle existía gran cantidad de caracoles y que al llegar los españoles a la región les era difícil de pronunciar y lo llamaron “Ccanccallo”. La otra toponimia de Cangallo se origina de la palabra “Angallo”, se comenta que el inca Pachacútec al consolidar la conquista Inca hizo una visita de inspección a toda la región de Ayacucho y al llegar a Cangallo y al ver los cerros de color blanco y rojo lo denomino "Angallo" en honor a las mantas que utilizaban las mujeres del Cuzco y que tenían los mismos colores de las montañas. Con el pasar del tiempo, los habitantes de este lugar, por razones desconocidas le agregaron la consonante “C” y le denominaron en adelante “Cangallo”. Es decir, no hay nada claro.

No hay muchos medios de transporte pero cuentan con un terminal terrestre en uno de los extremos del pueblo, y como siempre los puntos de partida y llegada reales de los autos y combis es la plaza principal. A diferencia de otros lugares, no vi ni una mototaxi transitando por el lugar, cualquier traslado dentro del pueblo los cangallinos lo hacen caminando.

Se observa grandes colegios con instalaciones construidas de material noble, que dan un ambiente adecuado de estudio a los educandos.

Muy cerca del terminal terrestre, en la calle Víctor Fajardo se localiza el moderno local del colegio Maria Parado de Bellido.

En uno de los extremos del pueblo se localiza en colegio Basilio Auqui.

Incluso algunos colegios cuentan con piscinas. Aquí una piscina que no tenía agua, me pregunto si alguna vez la habrán llenado, una vez llena de agua debe ser muy fría.

Caminando por la rivera del rio Pampas llegue hasta un largo puente colgante de madera. Me encanta cruzar los puentes colgantes y sentir ese leve movimiento y escuchar el crujir de los fierros y maderas que se origina al caminar por ellos.

Si bien la estructura parece que ha sido refaccionada, no sucede lo mismo con los maderos que forman la base por donde se camina. Muchos de los listones están gastados por el pasar de los transeúntes y en otros faltan listones. Hay que tener cuidado, más aún cuando no se está acostumbrado a caminar por este tipo de puentes.

 

Muchas de las calles están limpias y bien conservadas. En algunas calles no hay perros que ladren ante la presencia de extraños. Lo que pude observar en muchas de ellas son gallinas, gallos y pollos que cruzan de acera a acera los extremos de la calle, cual guardianes de las mismas.

 

 

La provincia de Cangallo fue creada el 24 de noviembre de 1,821 mediante decreto expedido por el Libertador José de San Martín. Por ley del 23 de mayo de 1,828 se le dio el título de "Heroica Provincia de Santa Rosa de Cangallo". Por ley 1306 del 14 de noviembre de 1,906 se dividió la provincia en dos, para formar la provincia de Víctor Fajardo.

La provincia cuenta con 6 distritos y uno de ellos es Cangallo , los otros 5 son: Chuschi, Los Morochucos, María Parado de Bellido, Paras y Totos.

El escudo muestra en el centro la figura de un jinete denominado “Morochuco” que son los expertos jinetes de la pampas de Cangallo. Dichos personajes son conocidos por su valentía, fuerza y habilidad y tuvieron una protagónica e importante participación en la guerra de independencia y en la Campaña de la Breña apoyando a Andrés Avelino Cáceres. Su máximo representante es el prócer Basilio Auqui, del cual ya he comentado en párrafos anteriores. En virtud de todas estas reconocidas acciones el escudo lleva la siguiente descripción:  “A los constantes patriotas de Cangallo”.  También el escudo indica una fecha: 7 de octubre de 1814, en referencia al ingreso de los cangallinos a las filas del ejército de Mateo Pumacahua y de los hermanos Angulo que lucharon valientemente por la independencia del Perú.

 

El lugar es pequeño y muy tranquilo, no hay muchos hospedajes ni restaurantes. El municipio tiene un albergue muy económico para los turistas de paso pero le falta mucho por hacer. Terminé durmiendo en este albergue porque al ir a otro hospedaje que tenía mejor infraestructura nunca me atendieron. En los pueblos pequeños es un problema encontrar un lugar donde descansar,  como no llega mucha gente los dueños de los hospedajes dejan la puerta abierta pero ellos se van a las chacras o a cualquier otro lugar dejando sus hospedajes abiertos. El hecho de que en estos pequeños pueblos todos los habitantes se conocen hace que no haya robos y las puertas se puedan dejar abiertas. 

Este viaje lo realicé el Junio del 2,015, cualquier dato puede haber cambiado a la fecha.