Se conoce con el nombre de
Callejón de Huaylas a un estrecho y alargado valle por donde discurre el
caudaloso río Santa separando a la Cordillera de los Andes en dos flancos bien
definidos: una cuyas cumbres están llenas
de picos nevados recibe el nombre de Cordillera Blanca y la otra carente de
cualquier nevado se le conoce como la Cordillera Negra. Cuando se va desde Lima
la cordillera blanca se encuentra al lado derecho y la cordillera negra al lado
izquierdo.
El Callejón de Huaylas comprende
una parte importante del departamento de Ancash y dentro de ella se localizan
varias ciudades y pueblos pintorescos, algunos de los cuales que he tenido la
oportunidad de conocerlos. En esta oportunidad relataré sobre mi viaje al
pueblo de Tumpa.
Había partido de Lima a las 10.00
pm aproximadamente y después de 8 horas de viaje estaba llegando a la ciudad de
Huaraz capital del departamento de Ancash. Era muy temprano y el cielo
huaracino recién comenzaba a despejarse un poco para dar paso a la entrada de
los rayos solares.
Aproveché el momento para
dirigirme al Mercado Modelo en donde pude desayunar. Lo típico en los pueblos
de la sierra que toma primero en las mañanas es un caldo o sopa bien caliente
que llega preciso para ayudar a contrarrestar el frio de las mañanas serranas.
Los caldos o sopas pueden ser de gallina, de cabeza de carnero, de panza de
vaca, de mote, etc. Y después del caldo ya viene lo que para la gente de la
capital es el desayuno, es decir la taza de café acompañada con sus respectivos
panes que pueden ser solos o acompañados en forma de sándwich con queso,
chicharrones, jamón, etc.
Después de haber disfrutado de un
reparador desayuno me dirigí al terminal de las combis que cubren la ruta
Huaraz-Caraz. Hacer esta ruta es muy
bonita porque recorre prácticamente casi todo el Callejón de Huaylas y si uno
se sienta al lado derecho del vehículo tendrá la oportunidad de disfrutar de un
paisaje maravilloso con las vistas de los nevados ancashinos.
La combi se aleja de Huaraz y al
poco tiempo aparecen los pueblos cercanos de Monterrey, Paltay y Jangas. En
Monterrey se encuentran los baños termales medicinales del mismo nombre los
cuales son muy concurridos por los turistas debido a su cercanía con la capital
del departamento y por las comodidades de su infraestructura. Solo 15 minutos lo separan de Huaraz.
Dejamos atrás los límites de
Huaraz y entramos a los límites de la provincia de Carhuaz. Nos acercamos al
distrito de Anta, donde se encuentra el aeropuerto. En toda esta ruta pública
no hay mejor lugar para apreciar la Cordillera Blanca que este. Al borde de la
carretera hay un mirador desde donde se tiene una vista espectacular de los
nevados. Este mirador es bien conocido porque allí se encuentra una virgen y
todos los operadores logísticos hacen una parada en este lugar para que los
turistas puedan fotografiar parte de la cordillera blanca.
Luego llegamos a Carhuaz capital
de la provincia del mismo nombre. Aquí no se puede dejar pasar la oportunidad
de darse el gusto de probar los helados de fruta. La plaza principal cuenta con
muchas heladerías en donde gratuitamente se puede probar los sabores hasta
elegir el que más nos apetezca.
La combi sigue avanzando por una
carretera en excelentes condiciones y entramos a los límites de la provincia de
Yungay. Llegamos al distrito de Mancos y
es aquí donde desciendo de la combi para ir a Tumpa. Los autos no entran a la
plaza principal de Mancos, los pasajeros suben y bajan en la carretera principal
a la altura de la plaza principal del distrito. Tumpa es uno de los pueblos que se encuentran mas cerca de las faldas del Nevado Huascarán.
A una cuadra de distancia de la
plaza principal de Manos, en la misma carretera que une todo el Callejón de
Huaylas se encuentra el paradero de los autos station wagon que hacen la ruta
Mancos-Tumpa. No hay muchos carros hay que tener paciencia y esperar un poco, la
ruta es corta y los carros vienen y van.
Llega el auto y abordo uno de
ellos con destino a Tumpa, el costo del pasaje fue S/.3.00. Rápidamente el auto
deja el centro de Mancos y avanza por un camino afirmado.
Este camino afirmado es el que
nos acompañara durante los casi 15 minutos de viaje. El paso de los carros
levanta gran cantidad polvo pero que se hace, no se puede evitar, es parte de
la aventura y de las anécdotas. Grandes eucaliptos se levantan al borde del
camino lo cual me confirma lo que leí sobre una de las principales actividades
de los tumpeños: la tala de árboles de eucaliptos.
Después de recorrer los 7 km que
separan Tumpa de Mancos en aproximadamente 15 minutos el auto me deja en su
paradero final, casi dos cuadras antes de llegar a la plaza principal.
Caminando llego a la plaza
principal de Tumpa. No es un distrito sino es una Comunidad Campesina cuyos
registros más antiguos de su existencia datan de 1,715.
La plaza principal es pequeña pero
luce un buen ornado, todo muy limpio, en cada esquina han colocado papeleras
para depositar la basura y no ensuciar la plaza.
En los interiores se encuentran jardines delimitados con rejas de fierro y lindos faroles a cierta distancia. Dentro de los jardines se han sembrado varias palmeras las cuales lucen pequeñas aún. También se observa muchas flores de diversos colores.
En los interiores se encuentran jardines delimitados con rejas de fierro y lindos faroles a cierta distancia. Dentro de los jardines se han sembrado varias palmeras las cuales lucen pequeñas aún. También se observa muchas flores de diversos colores.
La plaza también tiene grandes
veredas de cemento para caminar o pasear y asientos también de concreto para sentarse
y disfrutar del lugar, leer o compartir una tertulia. Son lugares ideales para
oxigenarse los pulmones y respirar aire puro, durante todo el día que estuve en
este lugar no vi ningún carro entrar a la plaza principal. Como dije en párrafos
anteriores los autos dejan y recogen a los pasajeros a dos cuadras de la plaza.
El pueblo es muy antiguo y sus
orígenes se encuentran en los grupos de personas que poblaron esta zona muy
cerca de las faldas del Nevado Huascarán. Son culturas muy antiguas de las
cuales se han hecho pocos estudios y cuya existencia se trasmite de generación
en generación. Así tenemos los grupos étnicos de las culturas Tzatzaraqá,
Yzcutacancha, Huerta Corral, Tutsin y Marcayoc.
Casualmente en el interior de los
jardines de la plaza principal se encuentran dos monolitos pétreos que pertenecen
a la cultura Marcayoc, eternos guardianes del pueblo.
En la parte central de la plaza
se ha construido una pileta, la parte central es de bronce y el alrededor de concreto
con interior forrado de mayólicas. Lo que resalta en la pileta son los cuatro
grandes pumas sentados mirando hacia cada uno de los cuatro puntos
cardinales.
El puma es el mayor felino de la
sierra peruana y siempre estuvo representado en las antiguas culturas peruanas.
Para el poblador andino el puma representa la fuerza, la sabiduría y la inteligencia. Desde tiempos ancentrales para el poblador
andino de la sierra peruana, el puma junto al cóndor y a la serpiente han sido
una trilogía de respeto y adoración, según la cosmovisión andina representaban
dioses con poderes increíbles a los cuales adoraban.
Muy cerca de la pileta se ha
escrito con cerámica en el piso la frase célebre de los tumpeños, la cual
utilizan para referirse a la tierra que los vio nacer y la cual utilizo para completar el título de esta narración : “Tumpa Querido”.
En la calle principal que forma
el perímetro de la plaza principal se encuentran los locales de las principales
instituciones del distrito. El local de la municipalidad del Centro Poblado de
Tumpa. Me llama la atención la gran puerta de vidrio que sirve de entrada al
cual se llega después de subir siete escalones de una escalera de cemento. Esa
puerta no guarda relación con el entorno.
Al lado izquierdo de la
municipalidad se encuentra la iglesia del pueblo. Una construcción pequeña,
suficiente para un pueblo pequeño cuya característica principal es que tiene
una sola torre en la parte central, bien alta como queriendo alcanzar las alturas
de Huascarán que se muestra imponente por la parte de atrás.
En su interior se venera a la
Virgen Maria de Shurullumi considerada la Patrona del pueblo. El nombre
Shurullumi proviene del nombre de un rio con dicho nombre que baja de las
alturas hasta la quebrada cercana a Mancos. El pueblo lucha por salvaguardar las
aguas de este rio que están siendo amenazadas por la contaminación de la Minera
California que arroja sus desechos al cauce del rio.
A la izquierda de la iglesia de
Tumpa se localiza el local de la Comunidad Campesina de Tumpa-Yungay. Una gran
puerta de madera sirve de entrada al cual se llega después de subir diez escalones
de una escalera de piedra. Esa puerta y las escaleras si guardan relación con
el entorno.
Por encima el techo del local de
la comunidad se observa el imponente Nevado Huascarán, que con sus 6,768 metros
se convierte en la montaña y el nevado más alto del Perú.
Desde otra de las esquinas de la
plaza principal logramos apreciar el Huascarán por encima de la torre de la
iglesia. Pero también observamos con mucha pena que solo una de las calles que
forma el perímetro de la plaza tiene pista, y esa calle corresponde a aquella
en donde se encuentra la municipalidad, la iglesia y el local comunal. Y ni que
decir de las otras calles, a la fecha no hay pistas ni veredas.
En el segundo piso de una de las
casas de la plaza principal observo como hacen secar el choclo con la finalidad
que se endurezca para después tostarlos en el fuego y comerlos como cancha. La
cancha es una guarnición que sirve para acompañar muchos de los platos típicos
de la gastronomía peruana.
De la plaza principal camino en
dirección al paradero final por la misma calle por donde hizo su entrada el
auto.
Llego al puesto de salud
perteneciente al ministerio de salud. Muy cerca de allí una señalización nos
recuerda que está prohibido el paso de camiones.
Sigo caminando por las calles de Tumpa y en una esquina
veo una casa que tieme un letrero de panaderia y venta de helados. Tengo hambre
y hace calor, tengo ganas de comer un pan y helado pero esta cerrado.
En otra esquina una vieja casa
con un letrero de que dice “panadería y Bodega Palma”. La puerta tipo ventana tiene una parte
abierta señal de que hay atención al público. Mientras me acerco para comprar
algo veo una anciana cargando sobre su espalda un gran bulto envuelto en
mantas, es una escena que se ve a cada instante en los pueblos de la sierra.
Como en la foto anterior, aquí en
esta otra foto se puede ver que la modernidad va llegando a los pueblos y vemos
antiguas casas de adobes junto a casas de material noble, pero lo que no
cambia, lo que tienen los dos tipos de casas es el techo de tejas a dos aguas,
porque la lluvia no diferencia a pobres y ricos, y porque como parte de la sabia naturaleza
cae y moja a todos.
Los tumpeños tienen mucho
sentimiento y nostalgia por su pueblo y lo expresan de diferentes maneras en
diversos medios. En esta oportunidad una vieja casa en la Av. San Martín que
con letras grandes nos da la bienvenida con el mensaje de: Bienvenidos al
Paraíso Eterno del Huascarán Tumpa Querido”. También en la misma pared otro
aviso nos recuerda prohibido el ingreso de vehículos pesados a la plaza de
armas.
Caminando me alejo casi a los
límites del pueblo y es allí donde comienzan a aparecer las parcelas o chacras
de cultivo.
Básicamente se cultivan los
productos agrícolas de panllevar es decir aquellos comestibles de primera
necesidad que es de su uso común. Los agricultores trabajan la tierra bajo la
atenta mirada del imponente Huascarán.
Por canales de regadío el agua
discurre lentamente hasta llegar a las tierras de cultivo. El uso del agua es
distribuido entre todos los pobladores.
A tomar nuevamente los caminos
cercanos al pueblo. No hay nadie más que yo. Mentira al fondo hay un burro.
Por momentos el calor el fuerte y
me obliga a quitarme la casaca, pero al poco tiempo de nuevo siento frio. Si
bien es cierto el cielo está despejado y los rayos solares caen directamente
también es cierto que se siente un leve frio helado lo cual me obliga a
quitarme y ponerme la casaca.
La losa deportiva de un colegio.
Qué bueno que los jóvenes puedan hacer deporte en un buen lugar. Se imaginan
jugar un partidito en esta canchita, al aire libre, como si fuese un coliseo
cerrado con el techo azul?
Paso el colegío y sigo caminando
hasta llegar a la parte alta donde se encuentra el cementerio de Tumpa. Las
tumbas son construidas unas sobre otras según fallezca alguna persona. Podemos
ver que las hileras no son parejas ni hay nichos ni distancias, ni espacios reservados.
Desde aquí también se tiene una vista del Huascarán.
Por última vez en esta
oportunidad caminando por otra callecita silenciosa, solo mis pisadas y mi
respiración a veces agitada por el cansancio y la altura rompen el silencio.
Finalmente en el auto pasando por
los caminos que me alejan de Tumpa. Me voy cargado de lindos recuerdos, de
hermosos paisajes, de una tranquilidad y paz única que he tratado de trasmitir
en este relato.
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