Habíamos acordado con mi hermano
Carlos y mi primo Leo levantarnos al día siguiente muy temprano para conseguir
movilidad que nos transporte hasta Vilca.
Nos levantamos según lo acordado y a las 6.30 am ya estábamos en la
plaza principal de Huancaya, vimos camionetas minivan y algunos autos
estacionados pero no había gente. Aprovechamos para buscar un lugar donde desayunar
y después regresamos nuevamente a la plaza.
Cuando regresamos a la plaza la
situación había cambiado, solo quedaban unas cuantas camionetas a pesar que
solo nos habíamos demorado cerca de media hora. Cuando preguntamos al chofer de
una camioneta minivan que iba a Vilca, nos comentó que el viaje era de ida y
vuelta con un costo de S/.20.00 por todo el servicio, que salía 7.30 am y
regresaba a las 12.30 ó 1.00 pm como máximo. De acuerdo a lo que teníamos
planeado conocer en Vilca nos pareció que el tiempo era muy corto y que en 3 o
4 horas no íbamos a conocer casi nada.
Nos acercamos al chofer de otra
camioneta y le preguntamos por el servicio, salía más tarde, a la 8.00 am pero
regresaba a las 4.00 pm. Este horario nos permitía estar más horas en Vilca para
conocer más lugares y apreciarlos con
más calma. Pero no todo era color de rosa, el pasaje total era S/.30.00 cada
uno. Era un costo mayor en 50% a lo normal, pero no había más opciones, así que
subimos al carro. El total de pasajeros se completó con dos grupos más de
jóvenes que también querían estar más tiempo en Vilca, aún pagando un
sobrecosto en el pasaje.
Salimos del pueblo y nuestra
primera parada fueron los puentes tipos coloniales que se encuentran en la
salida de Huancaya.
El carro siguió de subida por una
carretera afirmada que por momentos nos hacía saltar de nuestros asientos.
Llegamos a una curva donde el carro se detuvo para la segunda sesión de fotos.
Era un lugar conocido como el Mirador de Carhuayno, desde el cual se tiene una
vista llena de color de todo el valle
con el rio Cañete al fondo. Fue un día nublado pero no impidió que se
vea el lugar admirable.
Seguimos subiendo con el carro
por el camino afirmado y hacemos la tercera parada en el cual no hay ningún
aviso que nos señale el lugar en que nos encontramos, solamente puedo decir que
desde aquí teníamos una vista sorprendente de dos grandes lagunas conocidas con
el nombre de laguna Huallhua la que está
más cerca y laguna Chuchupasca que se ubica al fondo.
Las aguas de la laguna
Chuchupasca caen por medio de una
hermosa cascada sobre las aguas de la laguna Huallhua, uniendo sus aguas y formando
uno de los paisajes más espectaculares de la ruta. Lamentablemente estábamos
muy arriba en la carretera y solo nos quedaba contemplar y admirar tanta
belleza desde el borde de la carretera.
En este lugar nos tomamos una foto grupal todos los pasajeros
que viajábamos en la combi con destino a
Vilca.
Seguimos rumbo a Vilca mirando por la ventana del carro desde
lo alto de la carretera aquellas vistas de ríos, cascadas y lagunas de aguas
color turquesa.
El camino es angosto para el paso de un solo carro. Durante
el trayecto nos encontramos con una camioneta. Ninguno de los dos choferes
quiso retroceder para buscar un lugar adecuado donde cruzarse. Pasamos con las
justas, el carro en que viajábamos estaba al borde del precipicio, fue un
momento de mucha tensión y nervios.
Antes de partir ya nos habíamos
enterado que en Vilca estaban de fiesta por el aniversario del distrito, lo
cual comprobamos cuando llegamos a la plaza principal y encontramos tocando a
la “Banda Filarmónica de Vilca”.
Después de recorrer 12 km en una hora de viaje aproximadamente llegamos
en Vilca, uno de los centros poblados
que conforman el distrito de Huancaya
situado sobre los 3,841 msnm. La plaza es pequeña, destacando en ella su
pequeña iglesia, la misma que cuenta con una torre independiente que a la vez también sirve de campanario.
En la plaza también encontramos
una glorieta que recuerda la matanza de ocho autoridades en manos de los
terroristas. Un 22 de enero de 1,989 mientras se desarrollaba una Asamblea Comunal
hace su incursión una columna terrorista de Sendero Luminoso quienes ejecutan a
8 comuneros en esta misma plaza, por no renunciar a sus cargos, por no
someterse a los terroristas y por defender la democracia. Entre ellos murieron los alcaldes saliente y
entrante, el fiscal, el tesorero, dos
vocales, el teniente gobernador y el juez de paz.
Una placa en la plaza recuerda
los nombres de estos peruanos víctimas de la insania de aquel grupo terrorista
que por más de una década sembró el
miedo y el terror en casi todo el país.
Buscando sobre el origen del
nombre de este poblado leí que posiblemente proviene del término jaqaru “Willca” que significa sagrado, un lugar de
adoración al Apu Pariacaca y al dios Sol. El aymara es un dialecto que está
conformado por el aymara mismo y dos lenguas más, conocidas con el nombre de
Jaqaru y Kawki. Actualmente algunas personas en la sierra central de la
provincia de Yauyos hablan el jaqaru.
De acuerdo a la indicación del
chofer lo primero que hacemos es ubicar un lugar donde reservar la preparación de nuestros almuerzos.
Es mejor hacerlo así, de lo contario se corre el riesgo de que nos quedemos sin
almuerzo. En el camino de búsqueda veo las piedras calentándose con el fuego ardiente previo a la preparación de
la pachamanca, lo cual abre mi apetito.
Después de hacer nuestra reserva
de almuerzo nos dirigimos al Mirador de Cantagallo, con la finalidad de
apreciar desde lo alto lo que hay atrás de Vilca.
Por espacio de 40 minutos vamos subiendo por un sendero bien cuidado y
marcado, donde es imposible perderse. La
fatiga por la caminata y la altura se van sintiendo, pero eso no nos desanima y
seguimos subiendo con la esperanza que desde la cima veremos algo muy bonito.
Finalmente llegamos a la cima y
desde allí vemos en toda su plenitud a la laguna Papacocha, la cual se forma
con los deshielos del nevado. Al lado izquierdo vemos el camino que conduce a
Tanta y al fondo la silueta del nevado Pariacaca.
Desde este lugar también se
observa una zona extensa de bosques de
queñuales y se ve como las aguas de la
laguna bajan hacia el rio Cañete
abriéndose camino entre los queñuales, formando en su trayecto pequeñas y hermosas cascadas
que se conocen como “ El Bosque del Amor”.
Luego de disfrutar del ambiente y
hacer las tomas fotográficas del recuerdo iniciamos el descenso. La altura en que nos encontramos permite ver
todo el entorno y en ella divisamos el Mirador San Cristóbal, el cual por estar
a baja altura solo nos permite ver la cuidad de Vilca.
Nuevamente estábamos en el centro
de la ciudad y antes de almorzar decidimos ir al puente sobre el río Huarqo
nombre con el que se le conoce en esta zona al río Cañete. El puente se inaugura en 1,929 en honor a los
cien años de creación política con el nombre de “Puente del Dominica de Aetra
de Vilca”.
Cruzamos el puente y nos dirigimos al otro extrema de la
ladera del rio con la finalidad de conocer una de las mejores cascadas del
lugar.
Aquí también encontramos un aviso que nos indica el camino a seguir para
llegar al bosque del amor. Se puede llegar al bosque del amor por varios
caminos, nosotros llegamos por otro camino como lo voy a relatar más adelante.
Después de haber disfrutado conociendo y admirando estos lugares,
de unos paisajes sin par, con entusiasmo nos dirigimos al restaurante donde
habíamos hecho nuestra reserva de almuerzo. En seguida llegaron los platos con
nuestras truchas a la parrilla las cuales degustamos con mucho apetito.
La tarde avanzaba pero aún nos
quedaba tiempo y necesitamos conocer de cerca un lugar que lo habíamos visto
desde las alturas cuando estuvimos en el mirador de Cantagallo, me estoy
refiriendo al bosque del amor.
Enrumbamos nuevamente por las calles
de Vilca recorriendo un camino de subida, poco a poco nos alejábamos de la
ciudad. Finalmente después de unos 20 minutos de caminata llegamos hasta este
lugar.
Claramente vemos de cerca como el agua
de la laguna se desborda y discurre entre el bosque de queñuales. Todavía
no era época de lluvias pero a pesar de ello la vista es muy bonita. Imaginaba
que en época de lluvias cuando la laguna Papacocha se desborda, comienza el
agua a bajar en mayor cantidad y con más fuerza, formando en su discurrir cascadas impresionantes que generan un sonido
ensordecedor dentro de una marco de verdor.
El paseo llegaba a su fin y según
lo acordado nos dirigimos a la plaza principal donde estaba la minivan que no
iba trasladar de retorno a Huancaya. Ya se encontraban dentro del carro los
integrantes de uno de los grupos pero todavía faltaba el otro grupo. Una lluvia
fuerte comenzó a caer lo cual nos obligó a entrar dentro del vehículo para
protegernos.
Mientras esperábamos la partida
llegó un grupo de cuatro señoras preguntando si dos mujeres del grupo podían y
querían jugar vóley, aduciendo que a su
equipo le faltaban dos jugadoras. Luego de mirarse las caras por un momento y otros
mirar la hora de sus relojes, dos chicas aceptaron jugar. Al final bajamos
todos y nos dirigimos al lugar donde se iba desarrollar el partido. El colegio estaba
lleno de gente, la tarde deportiva era amenizada por la misma banda que al
llegar vimos en la plaza principal. Se
desarrollaron partidos de voley por el aniversario de Vilca, y entre ellos
habían llegado equipo de Vitis y Huancaya. Las chicas que hicieron este viaje
jugaron para el equipo de Huancaya.
Como para no creerlo el delegado
del equipo de Huancaya era el chofer que nos había traído y que supuestamente a
las 4.00 pm debería estar en la plaza esperándonos para llevarnos de regreso a
Huancaya. No tenía intenciones de moverse de allí y pese a algunos reclamos nos
quedamos hasta cerca de la 8.00 pm. hora en que terminó el campeonato.
No podíamos hacer prácticamente
nada pues era la única movilidad que había para regresar a Huancaya. El chofer
había bebido licor y cuando se le hacía saber de ello o se le decía que era una
irresponsabilidad y un peligro manejar así, se molestaba y lo negaba en forja
tajante. Acordamos con los muchachos que iban adelante para que siempre
estuvieran pendientes del chofer. El chofer era un conocedor de la ruta, no nos
cruzamos con ningún otro carro y felizmente llegamos sin ningún percance a
Huancaya.
Este viaje lo realicé en el mes
de noviembre del 2,013.
Un gran viaje sin lugar a dudas ,el trayecto huancaya -vilca fantastico.
ResponderBorrarCarlos P.
Simplemente sensacional. Así es la tierra de mi linda madre que desde el cielo nos sonríe Beatriz Bustamante Granados que vivió su infancia y juventud en el pueblo de Vilca, salud buena.
ResponderBorrarGracias por leer mi relato. El recuerdo de nuestros ancestros no debe morir. Saludos.
BorrarUno de los sitios más bellos del Perú sin lugar a duda, fue grato también recorrer estos lugares y ver hermosos paisajes.
ResponderBorrarHuancaya deberia estar entre las maravillas del mundo. Lugar indescriptible.
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