Después de haber estado
conociendo los pueblos de Vitis, Huancaya y Vilca que forman parte de la
Reserva Paisajística Nor Yauyos-Cochas decidimos ir al distrito de Miraflores
que también forma parte de la reserva.
Durante nuestra estancia en
Huancaya nos habíamos enterado que todos los días a las 6.00 am llegaba un auto
proveniente de Huancayo y que inmediatamente se regresaba con los primeros
pasajeros que lo estuvieran esperando o de lo contrario recogía pasajeros en el camino. En esta ruta no hay
mucha movilidad por lo tanto siempre el chofer encontrará pasajeros esperando cualquier movilidad para poder trasladarse. Esta auto
no es de cualquier chofer sino que pertenece a una empresa de transportes de
autos que como dije al comienzo de este párrafo hace un viaje diario de
Huancayo a Huancaya y también de regreso.
Sabiendo esta situación nos
levantamos muy temprano y antes de las 6.00 am ya estaba con mi hermano Carlos
y mi primo Leo esperando en la plaza principal que apareciera el mencionado auto.
No pasó mucho tiempo y el carro haciendo sonar su claxón aparece en la plaza
principal y se cuadra frente a la iglesia de Huancaya.
Conversamos con el chofer y le
hicimos saber que solo queríamos ir hasta LLapay. Después de una hora de viaje
llegamos a LLapay, el costo del pasaje fue de S/. 8.00 por persona. Aquí es relativamente fácil poder encontrar un taxi
o movilidad que nos lleve a cualquier distrito o pueblo de los
alrededores. Realmente llegar a Llapay
es un alivio, estando aquí uno se da cuenta que ya es posible llegar a Lima: Abordando un auto que nos lleve a Yauyos y de
aquí esperar una combi que nos traslade a Cañete y luego abordar los buses
interprovinciales que vienen de Ica para llegar finalmente a Lima. Tampoco es muy
fácil pero las posibilidades son mayores.
LLapay en un centro poblado pequeño
que pertenece al distrito de Laraos, tiene sus orígenes en pobladores de Carania
que bajaron y se asentaron en este lugar. Recién en el año 2,008 el distrito de
Laraos lo reconoce como centro poblado luego de varios años de luchas y pedidos
de reconocimiento.
En este lugar contratamos un taxi
para que nos llevara hasta el distrito de Miraflores, el costo del pasaje fue
de S/. 15.00 por persona.
Salimos de Llapay y avanzamos por
un camino afirmado hasta llegar a un letrero de metal, oxidado por el tiempo
pero en donde se podía leer las señales a seguir y las distancias de los
poblados cercanos: Huancaya a 12 km,
Vitis a 9 km y Miraflores a 6 km.
Nosotros como nos dirigíamos a
Miraflores tomamos el desvío y seguimos subiendo. El camino seguía siendo
afirmado. El acceso a todos los pueblos de la Reserva Paisajística Nor Yauyos
Cochas que visitamos como Miraflores, Vitis, Huancaya y Vilca se hace por
caminos afirmados. Solo el viaje que hice a Laraos en su mayor extensión fue
por camino asfaltado.
Mientras avanzábamos observaba
que el camino se iba cerrando, era tan angosto el camino que solo permitía el
paso de un solo carro. Me preguntaba que íbamos hacer si por aquí nos
encontrábamos frente a otra unidad, pero la ruta no es muy transitada, me parece
recordar que durante el viaje en ningún momento nos cruzamos con otro carro.
Con sorpresa veo a través
del parabrisas del carro a una anciana señora caminado por estos parajes
solitarios. A donde iría o de donde vendría, que tanto había caminado y cuanto
más tendría que caminar aún para llegar a su destino, eran preguntas que me
hacía. Cuál sería su destino si en toda
esta zona no hay nada, no se divisan casas, el camino se abre paso por entre
las altas montañas de piedra formando un callejón sin salida.
Llegamos a un cañon en donde los
dos cerros se juntan a pocos metros uno del otro, dejando un angosto espacio
por donde con las justas pasa el camino. Me bajo del carro para pasar el cañon
a pie.
El aspecto es sorprendente, levanto la cabeza y las formas de las rocas
impiden ver el cielo. Es un lugar frio, inhóspito, casi oscuro porque los rayos solares no llegan
al piso y las paredes rocosas no permiten el crecimiento de ninguna planta.
Para que el camino continúe se tuvo que perforar las rocas
en una curva hasta una altura que permitiera el paso de un auto. Una camioneta
difícilmente logra pasar y un camión u ómnibus jamás pasará. Pregunté al chofer
como se llamaba este lugar y me dijo que le decían: Pongo.
Muy abajo se puede ver el río Alis
cuyo discurrir de sus aguas emite un sonido que es lo único que rompe el silencio
sepulcral de este lugar.
Averiguando en internet encontré que el nombre de este lugar
es Cañon de Uchco y se ubica dentro de la jurisdicción del distrito de Alis. Todo
el cañon tendrá una distancia de 200 metros aproximadamente siendo paso obligado cuando se va a Huancayo desde
Yauyos o viceveresa.
Luego de pasar por este cañon el panorama comienza a
cambiar, por largos minutos me había olvidado que hoy día el cielo tenía un
color azul intenso, limpio sin nubes, que el sol estaba allí con todo su brillo
y calor. Algunas plantas asoman por las laderas dando vida al camino.
En la ruta crecen unos árboles y de sus ramas cuelgan unos líquenes de color verdoso opaco conocidos
como las “barbas del viejo”. Leyendo sobre los líquenes se dice que se forman por la asociacion de un alga y un hongo. Esta asociación de dos organismos diferentes con efectos beneficos para por lo menos alguno de ellos se llama simbiosis. Cada organismo cumple una función: el alga se encarga de producir la comida por medio de la fotosíntesis y el hongo se encarga de retener el agua. Teniendo los líquines agua y comida lo único que necesitan es un refugio o apoyo donde desarrollarse, en este caso un árbol. Los líquenes solo crecen en lugares donde el aire sea puro, mientras más líquines veamos más puro es el aire, no se alimentan ni dañan a los árboles de lo contraio no se veria liquenes barbas del viejo colgando de algunos árboles secos.
Cuando salimos definitivamente del cañón seguimos
disfrutando del viaje rumbo al distrito de Miraflores.
Un arco a la entrada del pueblo nos da la bienvenida. El camino sigue siendo solo afirmado.
Doblamos a la derecha y cruzamos
un pequeño puentecito colonial debajo del cual pasa un riachuelo, avanzamos dos
cuadras y llegamos la plaza principal de Miraflores. En Lima también tenemos un
distrito llamado Miraflores que contrasta en todo sentido con este su homónimo.
El Distrito de Miraflores es uno
de los 33 distritos que conforman la provincia de Yauyos en el departamento de
Lima. Su capital es el mismo poblado de Miraflores,
que está a una altitud de 3,650 msnm. Su
creación es por Ley Nº 9981 de 11 de Marzo de 1,936 siendo promulgada por el
Presidente Constitucional Oscar R. Benavides el 13 de Marzo del mismo año.
Este pueblo es muy antiguo y tiene
su origen en los Haquis que luchaban constantemente con los Chancas para evitar
ser sometidos y dieron dura batalla al Inca Pachacútec y su ejército.
La plaza principal es
simple, su piso es empedrado y cuenta
con algunos arbustos. Dentro de su perímetro destaca en local municipal y la
iglesia. Aunque parezca paradójico en la plaza principal habían pocas flores, deberían llenarla de flores para que haga honor a su nombre.
Sus calles tienen las
características de los pueblos de la sierra peruana, con sus casas construidas de adobe terminando
en techos de tejas a dos aguas, con sus
calles y veredas empedradas. Silencio
total, los pobladores salen muy temprano para realizar sus faenas en el campo y
regresan en la tarde a pernoctar, y los muchachos en el colegio.
Un letrero nos recuerda que dentro de aquí se puede ir al Nevado
Huayna Cotoni y al Pueblo Antiguo de Huaquis.
Uno de los motivos por el cual fuimos hasta Miraflores
era porque de aquí se inica el camino al pueblo antiguo de Huaquis, el cual
tras una larga caminata llegué a conocer y que será motivo de un próximo
relato.
Cuando se hace la caminata a Huaquis en una parte del camino se logra observar entre las montañas el Nevado Huayna Cotoni. Un nevado que tiene una altura de 5,540 m. y que desde este lugar del camino, posiblemente por el ángulo en que me encuentro pareciera que su cima no es una punta como lo es comunmente en todos los nevados del Perú.
El viaje desde Lima tiene una duración aproximada de 8 horas de viaje de Lima y desde Huancayo 4 horas.
No hay hospedajes y menos
restaurantes, es difícil encontrar un lugar donde almorzar. Por indicación de
un maestro miraflorino que pasaba por la plaza tocamos la puerta de una casa y
solicitamos a la dueña que nos prepare algo para almorzar.
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