sábado, 30 de agosto de 2014

HUAQUIS: LA CIUDAD PERDIDA


Cuando preparaba el plan de viaje para conocer la Reserva Paisajística Nor Yauyos Cochas documentándome sobre los lugares que la integraban y a donde podía ir apareció el nombre de Huaquis. Leyendo ese nombre no tiene nada de raro tratándose de un pueblo de la sierra, lo que llamó mi atención era que iba acompañada de la descripción de “Ciudad Perdida “, “Pueblo Fantasma”, “Pueblo Perdido” y otros apelativos que la hacían un lugar interesante y una aventura conocerla, de tal manera que la incluí en mi hoja de ruta.

El punto de partida es el distrito de Miraflores del cual ya escribí en un relato anterior. En la entrada a este distrito se encuentra un letrero que nos indica que desde aquí se pueden hacer dos caminatas de treeking: una al nevado Huayna Cotoni y otra al pueblo antiguo de Huaquis.



Antes de partir con mi hermano Carlos y mi primo Leo en el perímetro de la plaza de Miraflores contactamos con la dueña de una tienda para que nos prepare el almuerzo, el cual degustaríamos a nuestro regreso. Es importante reservar la preparación del almuerzo ya que el pueblo es pequeño y no hay restaurantes, los lugares y las personas que preparan comida son pocas.

Iniciamos el viaje saliendo del pueblo de Miraflores y comenzamos a subir por un ancho camino. A esta altura nos acordamos que no habíamos comprado botellas de agua para el camino. Eran 4 km de ida y 4 de regreso, miramos el camino que ya habíamos avanzado, ninguno de nosotros se animó a regresar al pueblo para comprar el agua y decidimos continuar con la caminata.


Pasamos por el cementerio y seguimos subiendo por una ligera pendiente donde se ubicaban las últimas casas que veríamos hasta nuestro regreso.


Poco a poco seguiamos subiendo por caminos de tierra flanqueados por algunos arbustos que nos impedian ver el abismo que se iba formando a nuestro costado.
 
Conforme  subíamos el camino se hacía más descampado,  plantas pequeñas crecían alrededor dando vida al lugar. Algunas piedras colocadas al borde del camino servían de guía y protección.



Mientras más subíamos más difícil era el camino, en algunas partes el sendero estaba compuesto por bloques de piedras. Estábamos con varios días de caminatas por algunos pueblos de la Reserva Paisajística y la marcha se hacía cansada, era necesario descansar y una piedra al borde del camino servía para tal fin.


 
Desde una parte del camino se  logra observar entre las montañas el Nevado Huayna Cotoni. El nevado tiene una altura de 5,540 m. y es considerado uno de los guardianes tutelares de Miraflores.



El paisaje desde estas alturas es espectacular, muy abajo se divisa la silueta serpenteante del rio Cañete que se abre paso entre las grandes montañas, formando un estrecho valle en donde se desarrolla la agricultura aprovechando las aguas del rio.


 
El camino es un poco estrecho y para evitar peligros lo mejor es caminar en fila india. Era temporada seca y no había problemas en recorrer este sendero, pero en época de lluvia puede ser peligroso por el barro que se debe formar. 



Llegamos a una explanada en el camino que nos permitió juntarnos y romper por un momento la fila india que hacíamos al caminar. Aprovechamos unos minutos para conversar, bromear y disfrutar del lugar.
 

La punta casi perfecta de esta montaña me sorprendió y se me vino a la mente el recuerdo del  Huayna Picchu en el Cusco. El cielo totalmente despejado mostraba un color azul intenso muy característico del cielo serrano de los pueblos andinos.
 
 
 

Una mirada desde la parte más alta del camino me sirvió para dimensionar el lugar y admirar toda la zona, al mismo tiempo que aprovechaba para oxigenar los pulmones respirando aire puro libre de contaminación. Desde aquí se comienza un descenso  hacia la ciudad perdida de Huaquis.



Después de casi 1.30 horas de caminata, a paso lento y con sus paradas de descanso llegamos al camino de entrada que nos conduce a la explanada principal.


Llegamos a la explanada que seguramente fue el lugar donde se ubicaba la plaza principal de este pueblo,  en ella destaca los restos de lo que fue la antigua iglesia y el campanario.


Todavía se observa los bloques de piedras que formaban parte de la escalera  que servía de acceso a la iglesia.


La iglesia no tiene puerta ni techo, en el frontis se aprecia que la construcción es toda de piedra unida con barro, dos grandes columnas de piedra a los costados han permitido que esta parte de la iglesia subsista hasta la fecha.


El interior de la iglesia está totalmente destruido, solo quedan las paredes muy deterioradas, unas hornacinas casi destruidas y un piso de tierra en donde crecen algunas plantas.


Se aprecia las hornacinas de lo que fue el  altar mayor del templo. En alguna época remota estas hormacinas contenian las imágenes de los santos religiosos que veneraban los huaquisinos. Hoy contienen el vacio y el abandono.


El campanario es la parte mejor conservada, inclusive su techo está protegido con calaminas,  parece que ha sido refaccionado.
 

La vista desde una de las ventanas del campanario es impresionante, se puede apreciar que estábamos a una gran altura. Y como siempre un eucalipto, aquellos árboles que crecen en forma recta hasta llegar a grandes alturas de 40 a 80 metros. De niño en los juegos había una pregunta que decía:  Cual es el árbol que tiene en su descripción las cinco vocales?.  La respuesta era el eucalipto.


Al otro lado en la cima de la montaña  se observan los restos de las viviendas de los antiguos pobladores.  Se dice que este pueblo es muy antiguo, fue sometido formando parte del imperio incaico y en la época colonial se llamaba San Agustín de Huaquis.  


Posiblemente este pueblo guerrero no quiso ser dominado por los Incas y por ello se fueron a vivir muy lejos, se aislaron en las alturas de un lugar de difícil acceso pero con el transcurrir del tiempo el agua comenzó a escasear, lo que obligó a sus habitantes abandonar el lugar, bajando hacía el valle y muy cerca del rio formarían lo que hoy es el distrito de Miraflores. Todavía se observan intactas las paredes de piedras de sus viviendas  muy bien alineadas al borde del abismo.


También se ven claramente los restos de la andenería que utilizaron los antiguos pobladores, una forma de vencer a la naturaleza para transformar laderas empinadas en lugares productivos.


El pueblo de Huaquis se encuentra a 3,600 msnm en la parte norte de la provincia de Yauyos. Su legado histórico hizo que sea declarado Patrimonio Cultural de la Nación el 15 de diciembre de 1,999. Los huaquisinos fueron muy autónomos y hablaban un dialecto conocido con el nombre de Cauqui. Todas sus construcciones eran de piedra y unidas con barro, las anchas paredes daban estabilidad a las viviendas para sostener los techos.


 
Como no podía ser de otra forma una foto para el recuerdo antes de iniciar el camino de regreso, el cual se desarrolló en menos tiempo debido a que la mayor parte era de bajada.



Caminar por las calles que hace siglos caminaron otras personas, entrar a sus viviendas en donde moraban es una experiencia y sensación  única e inolvidable,  difícil de expresarlo en un escrito.

La ruta es de exigencia moderada, solo queda seguir el sendero, caminar y caminar con mucho ánimo hasta llegar a Huaquis,  No existen caminos alternos que nos desvíen de la ruta, es un lugar de escasos visitantes. Durante la caminata no nos cruzamos con ninguna persona, estábamos solos, teníamos todo el paisaje para disfrutarlo y así fue.

Este viaje lo realicé en Noviembre del 2,013 por lo tanto cualquier dato podría hacer cambiado a la fecha.

 





 







 
 

 









 
 

1 comentario:

  1. Buen relato de Huaquis, el camino se ve vertiginoso, ya me tocara ir por allá, Saludos.

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