Estaba regresando con mi hermano
Carlos a Chiquián después de haber visitado el distrito de Aquia y vimos que en
una curva de la carretera se encontraba un arco de metal y un camino de subida
que conducía hasta el distrito de Huasta. Pedimos retener el carro, nos
explicaron rápidamente como llegar y bajamos del carro.
El carro hizo una curva y siguió
bajando, un letrero indica que estamos en el centro poblado de Pampam.
El arco metálico que vimos desde
el carro nos da la bienvenida con el siguiente mensaje: “Bienvenidos al
Distrito de Huasta Corazón de Bolognesi”.
El distrito de Huasta es uno de
los quince distritos que conforman la provincia de Bolognesi en el departamento
de Ancash. Es un pequeño y apacible pueblo localizado a 3,800 msnm.
Sus orígenes se remontan a mucho
antes de la llegada de los conquistadores españoles. Durante la época republicana
fue creado el 28 de enero de 1,863 formando
parte de la provincia de Cajatambo que pertenecía a Lima. A partir del 22 de octubre
de 1903 pasó a formar parte definitivamente de la provincia de Bolognesi.
Dentro de su territorio se encuentran los
anexos de Pocpa, Pomapata y Mahuay.
El camino desde aquí a Huasta es
un camino agotador porque se trata de un sendero de subida con mucha pendiente. Ayudaba a ello un fuerte sol
que nos caía directamente sobre todo el cuerpo, los arbustos que flanquean el
camino son pequeños y medianos lo cual no permite encontrar espacios donde protegernos
de los rayos solares.
Pero lo más importante es que
caminando al aire libre es como realmente se tiene la oportunidad de admirar la
belleza de la naturaleza y esta caminata me confirmaba lo dicho. Caminábamos
bajo un hermoso cielo azul salpicado con algunas nubes blancas que parecían
pedazos de algodones sobre un manto azul. A cada paso admiraba y disfrutaba de
la naturaleza, cada descanso era el momento apropiado para respirar
profundamente y llenar mis pulmones con aire puro, una acción lejos del aire
contaminado de las grandes ciudades que siempre es muy beneficioso para el
organismo.
Gran parte del camino es como si
se tratara de un largo mirador natural desde donde se tiene una vista
espectacular del distrito de Chiquián. Desde aquí se observan las casitas con
techos de calaminas y tejas rojas, los trazos de las calles y las parcelas de
cultivos.
Finalmente después de caminar cerca de una hora
aproximadamente llegamos a una callecita por
donde seguimos caminando dos cuadras más hasta llegar a la plaza principal del distrito.
La plaza es pequeña en comparación con otras pero suficiente para la cantidad
de casitas y huastinos que viven en el pueblo. Claramente dentro de ella
destacan la iglesia y la pileta central.
La Iglesia Santo Domingo de
Huasta es una construcción muy antigua con una pequeña torre al lado derecho
que sirve de campanario. El techo de madera a dos aguas se apoya sobre dos
gruesas columnas de adobe una a cada lado. En la parte central se encuentra un
gran retablo que cubre toda la portada desde el piso hasta el vértice del
techo. El hermoso retablo es de estilo churrigueresco, los espacios están llenos de hornacinas, columnas y pedestales
con hojas y flores pintadas de color azul, rojo, verde, amarillo y blanco.
Una de las características
principales de este templo es que a diferencia de lo que usualmente se
acostumbra en las iglesias, en este caso las imágenes de los santos apóstoles
se encuentran en el exterior. Para ello, como ya lo mencioné en el párrafo
anterior cuenta con un hermoso retablo en la parte externa y desde el atrio se puede observar las imágenes
de San Pedro, San Pablo, San Francisco, la Virgen María y la figura del Padre
Eterno.
He leído en internet que el
templo fue construido en 1,575. Por la belleza de su construcción y las
reliquias de su interior el 15 de octubre de 1,974 fue declarado como
Patrimonio Monumento Monumental de
la Nación mediante Resolución Suprema Nº
505-74-ED.
En una de las esquinas que
conforman en perímetro de la plaza se localiza el local de la municipalidad
distrital. Es una construcción de dos
pisos con techo de calamina y un largo balcón en el segundo piso desde donde probablemente
se dirigen algunas ceremonias. Aun se observa las cadenetas que adornaron el balcón por las celebraciones de la fiestas patrias.
Una de las versiones populares
sobre el origen del nombre señala que proviene del vocablo quechua “Huatta” que
significa “amarrar”. Cuenta una historia que hace muchos años por el lugar
existían dos tribus que se odiaban, pero como el amor se sobrepone a todo, dos
jóvenes de estas tribus se casaron y vivieron felices por siempre. El hecho de
casarse lo relacionaron con unir sus vidas, que similar a amarrar sus vidas, de
allí el nombre Huatta. Con el correr del tiempo el nombre cambio de sonido a
Huasta.
Realmente fue un visita rápida,
como se dice de pasadita, solo estuve unas cuantas horas. Es un pueblo
pequeño no vi hoteles ni restaurantes
pero estoy seguro que preguntando encontrará un lugar donde comer y descansar.
Los huastinos se dedican a la
agricultura y ganadería. Sus quesos son de una calidad muy reconocida y en los
últimos años se han dedicado a la crianza de caballos de paso.
Este viaje lo realicé en julio
del 2,009, han pasado varios años y muchas cosas pueden haber cambiado a la
fecha.
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