Desde Cerro de Pasco me embarqué
en un ómnibus con destino a Yanahuanca, capital de la provincia de Daniel
Alcides Carrión. Esta ruta es recorrida por autos y minivanes durante todo el
día a partir de las 6 am. Había llegado al terminal terrestre de Cerro de Pasco
a las 5 am y como es natural en este lugar hacía mucho frio. Mientras esperaba
movilidad a Yanahuanca llegó el ómnibus que viene directo de Lima a Yanahuanca,
algunas personas descienden aquí y otras como yo abordamos el ómnibus para
llegar a Yanahuanca.
Después de casi dos horas de
viaje estaba llegando a Yanahuanca., capital de la provincia Daniel Alcídes
Carrión. En el distrito de Yanahuanca se
encuentra fácilmente hoteles y restaurantes, no serán de cinco estrellas y
cinco tenedores, pero permiten descansar y saciar el hambre.
Uno de mis objetivos en este viaje
era conocer el pueblo de San Juan de Yacan perteneciente al distrito de Paucar,
uno de los ocho distritos que conforman la provincia de Daniel Alcides Carrión.
Para ello me dirigí caminando hasta el puente que cruza sobre el rio
Chaupihuaranga. La distancia desde la plaza principal hasta el puente es de
aproximadamente unas ocho cuadras. En este puente se encuentran los paraderos
de los autos con destino a los distritos de Paucar y Pillao.
Después de esperar casi una hora
se completó el número de pasajeros y partimos con destino a Paucar. Es
importante tener en cuenta que si uno quiere partir rápido puede pagar el costo
de todos los asientos o en todo caso de los asientos que faltan llenarse, es
mucho más cómodo que contratar los servicios de un taxi.
Salimos de la ciudad y avanzamos
por un camino afirmado, un cielo despejado y un fuerte calor acompañan nuestro
viaje.
Durante el trayecto se pasan por diversos poblados menores como
Uspachaca en donde destacan casas antiguas construidas al borde del camino.
También pasamos por el centro poblado de Michivilca, Obsérvese
la pequeña plaza principal con su iglesia de San Juan y al costo de la iglesia
la antiquísima torre campanario.
El auto tenía como destino final
el distrito de Paucar, pero yo iba a San Juan de Yacan, un pueblo que se
encuentra antes de llegar a Paucar. Las inscripciones en una casa ubicada en el
perímetro de la plaza principal me indica que estoy en: “San Juan de Yacan,
tierra bendita, cuna de músicos y el chiwadanza”. Esta es una de las calles
principales de la plaza y el desnivel es bastante, era una señal de que aquí tenía
que subir y bajar por las calles.
La chiwadanza es un baile típico de este lugar también
conocido con el nombre de Jaramuruy vocablo quechua que se utiliza hacer referencia a la siembra del maíz,
“jara” significa “maíz” y “muruy” significa “sembrar”. Es de origen
prehispánico en donde se rinde culto al dios tutelar “Tayta Wamani”, dios de
los cerros que protege al ganado y a la cosecha, enterrando ofrendas bajo la
tierra o mamapacha en agradecimiento por la buena cosecha.
En el centro de la pequeña plaza del pueblo los yacaninos
han construido una pileta artesanal que termina coronada con unos ángeles
jugueteando con el agua.
En una de las calles que
circundan el perímetro de la plaza algunos pobladores han puesto a secar el
maíz. Aquí nadie está vigilando sus cosas, todo el mundo se conoce y nadie toca
lo que no es suyo. Puedo apreciar maíz de diferentes colores, las señoras que
me acompañaron en este viaje me indicaron los nombres de cada uno y para que
era utilizado cada uno.
Podemos observar el maíz jora que sirve para hacer la chicha de jora. El maíz que lo muelen y hacen pan o sopas y otros tipos de maíz que lo tuestan y comen como cancha.
Podemos observar el maíz jora que sirve para hacer la chicha de jora. El maíz que lo muelen y hacen pan o sopas y otros tipos de maíz que lo tuestan y comen como cancha.
Desde aquí se observa la plaza
principal del pueblo con su pileta central y sus jardines interiores con
grandes pinos dentro de ellos. El desnivel de las calles nos indica que el
pueblo se encuentra al pie de un cerro. Solo en el caso de la plaza se ha
nivelado el piso y se han construido escaleras para igualarlo al nivel de las
calles.
El motivo principal que me llevó a conocer este lugar
es que en una oportunidad leí un comentario diciendo que aquí se encontraban
cinco piletas muy antiguas que databan de la época pre-inca. No había más
información en la internet, solo una foto acompañaba esta información.
En estos pueblos pequeños casi no hay gente en las
calles, la mayoría se encuentra trabajando en las chacras, arando las tierras
de cultivo. Me preguntaba en donde estarian esas piletas, como llegaria hasta
ellas. Estaba alli y tenía que llegar de todas maneras hasta ellas.
En una de las calles del perímetro de la plaza vi a dos
señoras sentadas en la puerta de una tienda. Me acerqué a ellas y les dije el
motivo de mi visita. Las señoras de arranque nomás me dieron una mala noticia:
Hace unos años atrás las ancestrales piletas habían sido convertidas en lugares
de lavar ropa para la población. La noticia me cayó como un valdazo de agua
fria.
Las señoras me indicaron por donde estaban ubicadas las
piletas, pero seguramente al ver mi rostro de preocupación porque no entendía
bien la ruta a seguir, se brindaron llevarme hasta donde se encontraban las
piletas.
Iniciamos el camino subiendo por
las calles del pueblo, calles angostas con casas antiguas de adobe sin pistas
ni veredas, una pequeña hendidura en el medio de la calle sirve para que el
agua de las lluvias discurra hacía abajo.
Llegamos a la primera pileta y en
efecto era tal y como me la habían descrito las señoras. La antigua pileta
ahora era un lavadero de cemento con tres caños. Las señoras me contaron que
hace unos años atrás el agua brotaba naturalmente del subsuelo procedente de un
puquio que se localiza en la parte más alta. El puquio es conocido con el
nombre de Runtupuquio y la pileta con el nombre de Racuay.
Dejamos el lugar y nos dirigimos
a la segunda pileta, el aspecto de las calles por donde caminábamos eran las
mismas. Lo único diferente era que algunas veces íbamos de subida y en otras de
bajada. En las subidas sentía el peso de la altura por eso lo hacía más
despacio., recién había llegado a una pileta y me faltaban cuatro más, había
que medir el paso sino no iba llegar a todas.
Llevaba sobre mis hombros mi
mochila y estas subidas y bajadas me cansaban. Mis guías llevaban sobre sus
espaldas a sus hijos y caminaban de lo más normal, inclusive hablándome sobre
el lugar, señalándome algunas plantas y sus propiedades curativas. Me era
difícil seguir su ritmo de caminar y en muchas partes del camino se detenían
para esperarme que las alcance.
Llegamos a la segunda pileta que
también lo habían convertido en lavadero de ropa pero de una forma más rústica.
La pileta es conocida con el nombre de Huampay. Aquí encontré a muchas señoras
lavando ropa.
Para sacar la suciedad ellas
golpean la ropa mojada con un mazo grande de madera. En broma las señoras me
dijeron que el mazo también lo usan con sus parejas cuando se portan mal. Eso
de broma lo he puesto yo, pero sus rostros denotaban que no hablaban en broma.
Aquí dentro de las casas no existen los conocidos cordeles donde se cuelga la ropa mojada para que sea secada por la acción del sol y el viento. Lo que hace la gente es colocar la ropa mojada sobre pequeños arbustos con la finalidad de que los rayos solares caigan directamente sobre ellas.
En algunas partes estábamos fuera
de la ciudad y los angostos caminos se abrían paso en medio de arbustos y
flores. Entre ellos las señoras me indicaron la hierba santa, un arbusto de
casi tres metros de altura que lo ingieren en infusiones para curar la gripe,
tos y otros problemas bronquiales.
Ahora me tocaba subir por una
calle en la cual habían construido una larga escalera. En algunos pueblos las
calles son tan angostas que no entran autos y en otras como en este caso se
construyen escaleras en medio de la calle. Aquí la única forma de llegar es a
pie, ni motos ni bicicletas pueden pasar. Así que a caminar.
Habíamos subido y bajado por
escaleras y caminos algunos un poco afirmados y otros totalmente desnivelados. Ya
era tiempo de un descanso, tantas subidas y bajas por las calles de Yacan me
habían cansado.
Llegamos a la siguiente pileta
conocida con el nombre de Shuculo localizada en el barrio de Cunuray. Por aquí
también se puede ir al Mirador de Cunuray.
El pueblo de San Juan de Yacan
fue reconocido como comunidad campesina en 1,707. La parte central del pueblo
se ubica a 3,200 msnm .
En la pared de una casa una larga fila de calabazas secando al sol.
A seguir caminando por una calle
que nos conducirá a dos de los atractivos de este lugar, la Iglesia colonial de
Taytamayo y la torre campanario.
La iglesia colonial, el arco campanario y el mirador de Cunuray son los tres principales atractivos de Yacan y de los cuales los yacaninos se sienten muy orgullosos.
La iglesia colonial, el arco campanario y el mirador de Cunuray son los tres principales atractivos de Yacan y de los cuales los yacaninos se sienten muy orgullosos.
La iglesia es pequeña, construida
con adobes y pintada con yeso de color blanco. El techo a dos aguas descansa
sobre las dos paredes laterales.
Tiene una sola puerta y en la parte exterior una gran cruz de color verde, a la cual llaman la Cruz de Taytamayo. Ante esta cruz los yacaninos hacen sus plegarias a Dios cuando la iglesia esta cerrada.
En la parte de arriba en lo que debería ser el vértice del techo hay una pintura sobre la pared.
Por la parte de atrás se puede observar que las gruesas paredes de adobe se han construido sobre grandes rocas que le dan el nivel al suelo. El techo está compuesto de lingotes de madera en los cuales se apoyan las calaminas.
Tiene una sola puerta y en la parte exterior una gran cruz de color verde, a la cual llaman la Cruz de Taytamayo. Ante esta cruz los yacaninos hacen sus plegarias a Dios cuando la iglesia esta cerrada.
En la parte de arriba en lo que debería ser el vértice del techo hay una pintura sobre la pared.
Por la parte de atrás se puede observar que las gruesas paredes de adobe se han construido sobre grandes rocas que le dan el nivel al suelo. El techo está compuesto de lingotes de madera en los cuales se apoyan las calaminas.
El gran campanario tendrá una
altura aproximada de 20 metros, comienza la construcción con una base de piedra
y conforme se levanta la construcción se cambia a adobe. En la parte superior se
ha colocado un techo a dos aguas de calamina con la finalidad de que las fuertes lluvias de
invierno no lo destruyan.
En el arco de la base se observa
claramente los bloques de adobe que ha sido colocados magistralmente para darle
la media luna, sin que ellos caigan al suelo o deforme la semicircunferencia.
En la parte superior tiene tres
ventanas a manera de pequeños arcos. En el arco del medio, que es más grande se
encuentran dos campanas. También se observa tres hileras sobresalientes a
manera de adornos.
Caminando por estos lugares llego
a encontrar al borde del camino las bases de metal de lo que alguna vez fueron dos
grandes bancas. Me acerco al borde mismo
y la vista es espectacular, desde aquí veo la parte baja del valle, el camino
que cruza el pueblo, al frente más cerros y las casas de otros pueblos.
Sentarse aquí para conversar, leer un libro o simplemente mirar el paisaje
debió haber sido relajante y espectacular.
Llegamos a otra de las piletas convertida en una gran poza
de agua. Esta pileta era conocida con el nombre de Chauchac.
Seguimos caminando y llegamos a
la pileta de Taytamayo. Esta pileta es quizás las que más conserva su
naturalidad, veo que no la han convertido en una poza de lavado de ropa. Al
costado todavía permanece la piedra sobre la cual caía el agua, podemos ver
como la caída del agua a través de los años generó una hondonada en la piedra. Esta pileta se encuentra muy cerca de la
iglesia y la historia del lugar señala que esta era la pileta donde el cura de
bañaba.
Al
bajar por una angosta callecita de Yacan observo una antigua casa de piedra.
Típica casa de piedra, muy antigua y que a pesar de los años
sigue en pie y seguramente seguirá así por mucho tiempo más. Solo la
intervención de la mano del hombre, muchas veces creadora y otras destructiva podrá destruirla.
Una foto para el recuerdo con las hermanas Jenny y Sulma Cárdenas Julca, quienes al ver que quería conocer las antiguas piletas no dudaron en enseñarme el lugar y acompañarme en esta caminata por San Juan de Yacan. Definitivamente si no hubiese sido por su ayuda no hubiese podido llegar ni siquiera a una pileta. Gente asá es la que necesitan los pueblos, gente amable que atiende y orienta al turista, personas orgullosas de sus costumbres y tradiciones que no dudan en compartir con el visitante. Tanto es la amabilidad de estas señoras que hasta me invitaron el almuerzo, gracias por tanta generosidad.
Una foto para el recuerdo con las hermanas Jenny y Sulma Cárdenas Julca, quienes al ver que quería conocer las antiguas piletas no dudaron en enseñarme el lugar y acompañarme en esta caminata por San Juan de Yacan. Definitivamente si no hubiese sido por su ayuda no hubiese podido llegar ni siquiera a una pileta. Gente asá es la que necesitan los pueblos, gente amable que atiende y orienta al turista, personas orgullosas de sus costumbres y tradiciones que no dudan en compartir con el visitante. Tanto es la amabilidad de estas señoras que hasta me invitaron el almuerzo, gracias por tanta generosidad.
Las niñas Gina y Samay, hijas de las señoras mencionadas en
el párrafo anterior, que también junto a sus mamás me acompañaron en esta
caminata.
Sentado en la plaza principal miraba hacia la izquierda
esperando la llegada de alguna movilidad que me lleve de regreso a Yanahuanca.
Mientras esperaba la llegada de
la movilidad a veces miraba a la derecha y veía el camino que me llevaría a
Yanahuanca y me alejaría de San Juan de Yacan. Finalmente después de esperar por casi una
hora llegó una movilidad y cuando abordé la movilidad seguimos por este camino.
Buena.narracion amigo
ResponderBorrarExcelente todo...gracias por compartirlo. El campanario que mencionas es similar al que esta en Michivilca.
ResponderBorrarLlegué año 83 época donde conocístugar fa
ResponderBorrarVale un Peru. Asi debe describirse los remotes pueblos o caserios que se tiene en Pasco o en cualquier zona Del Peru. Felicitaciones al viajero explorador.
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