Uno de los atractivos turísticos del departamento
de Cajamarca es el Complejo Arqueológico de Cumbemayo, y estando en esta ciudad
no podía dejar pasar la oportunidad de conocerlo.
Para ello contraté los servicios de una agencia de
turismo cuya oficina estaba en el perímetro de la plaza mayor de Cajamarca.
Este complejo se encuentra alejado de la
ciudad y su acceso es prácticamente imposible si es que no se cuenta con
movilidad propia.
El costo del tour fue de S/.25.00, con una duración
aproximada de 4 horas. Partimos 9.30 am y retornamos a la 1.30 pm. Siempre el viaje a Cumbemayo se inicia en horas
la mañana, debido a que en la tardes corre mucho viento frio y hay lloviznas.
Leyendo sobre el lugar encontré que el nombre
Cumbemayo puede tener sus raíces en la frase quechua “kumpi mayu “ que significa “canal de agua
bien construido”, o en la frase “ humpi mayu” que significa “río angosto”.
El Complejo Arqueológico de Cumbemayo, se ubica a
3,500 msnm, a 20 km. al Sur Oeste de la ciudad de Cajamarca, en las faldas del
cerro Cumbe. Abarca tres importantes grupos arqueológicos: el acueducto, el
santuario y las cuevas con gravados. Además de un Bosque de Piedras, con
caprichosas y originales formas.
Fue descubierto por Ernesto de la Puente en 1937 y
puesto en valor por Julio C. Tello esl mismo año. Respecto al origen de
Cumbemayo los historiadores no se ponen de acuerdo, para el arqueólogo Federico
Kauffmann Doig este lugar pudo ser un
centro de culto al agua, mientras que para Julio C. Tello los acueductos
cumplieron funciones utilitarias, ceremoniales y religiosas. Estudios
realizados por el investigador cajamarquino Rogger Ravines indican que el canal
estuvo en uso durante muchos siglos y que pudo estar asociado a un adoratorio
tallado en la roca. De esta forma,
Cumbemayo no habría sido un acueducto de riego sino un centro ceremonial de
culto al agua. Dejemos a los historiadores con sus teorías y disfrutemos del
lugar.
Comenzamos subiendo por una carretera afirmada flanqueada por enormes eucaliptos, el
guía coloca en la radio del carro un CD y comienza a sonar los clásicos
cajamarquinos. La tonada de “La Matarina” del indio Mayta y “Que linda flor” de Silverio Urbina nos
acompañará durante todo el viaje.
La primera parada que hacemos es en un mirador
conocido con el nombre de Bellavista, desde el cual se tiene una vista
panorámica de toda la ciudad de Cajamarca. Podemos observar como el cemento
cada vez va copando la zona agrícola, característica que encontramos en todas
las ciudades de la sierra, cuyo incontenible crecimiento demográfico va
aumentando en forma acelerada.
Seguimos subiendo por la carretera afirmada, la
cual no cambiará hasta llegar a nuestro destino final. El cielo se va
despejando generando un calorcito agradable. El ritmo contagiante del
contrapunto cajamarquino que se canta en los carnavales comienza a gustarme. La
letra de sus estrofas son rimadas, ocurrentes y graciosas y en ellas los
mensajes tienen un doble sentido. Una estrofa lo cantan los hombres y la
siguiente contestan las mujeres. De esta manera nos vamos identificando con la
música cajamarquina a tal punto que al final del viaje le compro una
copia del CD al guía.
Vamos recorriendo media hora con el minibús y conforme nos acercamos, a lo lejos divisamos las cumbres rocosas de Cumbemayo. A estas alturas los grandes árboles han
desparecido del paisaje; así como van desapareciendo
las nubes del cielo, dejándonos ver un límpido cielo azul.
Después de aproximadamente una hora de viaje descendemos
del minibús y en la entrada se encuentra
un pequeño museo de sitio con una maqueta del lugar y paneles indicándonos la cronología
de la cultura Cajamarca que se desarrolló
del 500 a 1,000 a.C. abarcando parte de los actuales departamentos de
Amazonas y La Libertad, siendo sometidos finamente por el Inca Pachacútec. También encontramos
paneles con explicaciones de los lugares que en seguida vamos a conocer.
Lo primero que se observa a lo lejos son unas
inmensas murallas de rocas conocidas como el santuario y mucho más allá el
bosque de piedras donde sobresalen los frailones.
Conforme vamos descendiendo por un sendero delimitado
con piedras, divisamos una de las partes principales de Cumbemayo, el lugar conocido
como el Santuario. Un farallón de unos 20 metros de altura que dicen tiene la
forma de cabeza humana y que en la parte de lo que sería la boca tiene una
abertura como una especie de una gruta de unos 2.50 metros de diámetro.
En el interior de lo que sería la boca, se encuentran unos relieves de figuras confusas, difíciles de identificar, conformadas por trazos de líneas rectas y curvas, cuadrados, círculos, octágonos y otras figuras. Lo cierto es que hasta la fecha realmente no se sabe su significado o que cosa representa.
Para seguir conociendo y avanzando con destino al
bosque de piedras tenemos que trepar unas gradas de piedra en la misma roca
hasta llegar a la entrada de una pequeña abertura, el cual debemos atravesar
para salir por el otro lado. Las personas que tienen temor a la oscuridad o a
este tipo de lugares lo que tienen que hacer es bordear toda la muralla
siguiendo un sendero de piedra.
Saliendo del estrecho pasadizo por el otro lado.
Caminando por la explanada rumbo al bosque de
piedras me encuentro con esta linda niña que con su carnerito en mano se deja
fotografiar con la condición de darle una propina. Son recursos para obtener
algún dinero que utilizan los pobladores en muchos lugares turísticos,
aprovechando la presencia de turistas quienes no dejan pasar la oportunidad de
tomarse una fotografía con algún poblador de la zona ataviado con su vestimenta
propia.
Bajamos y llegamos a unos enormes farallones, con diversas y caprichosas
formas, siendo las más conocidas las que semejan a las siluetas de frailes que
muy juntos avanzan como si formaran
parte de una silenciosa procesión, es
por ello que esta parte se denomina "Los Frailones" o “Los Monjes de
la roca”
Subimos
nuevamente por un sendero que nos lleva
hasta el bosque de piedras, son rocas de origen volcánico en donde el tiempo y
la naturaleza ha erosionado la roca formando
figuras caprichosas, que son motivo para que nuestra imaginación comience
a andar y podamos ver la cabeza del pirata, la persona con boina, castillos y
todo lo que podamos imaginar.
Tal vez aqui logramos distinguir la cara de un pirata perdido en los andes, lejos de los mares.
Un gran bloque de piedra es conocido como “La piedra del sacrificio”. Una costumbre muy arraigada en muchas culturas del antiguo Perú eran los sacrificios de seres humanos y de animales, como ofrenda para aplacar la ira de sus dioses. Vertían la sangre del sacrificado en la piedra y según el lugar por donde discurría la sangre, los sacerdotes sabían si los dioses estaban contentos con la ofrenda. El satisfacer a los dioses significaba la llegada de tiempos mejores, buenas cosechas, éxitos en las guerras, etc. En algunas culturas se hacían sacrificios cuando moría el líder. Los sacrificios no son exclusivos de las culturas antiguas del Perú, sino que es un rito que lo practicaron muchas culturas del mundo antiguo.
Un gran bloque de piedra es conocido como “La piedra del sacrificio”. Una costumbre muy arraigada en muchas culturas del antiguo Perú eran los sacrificios de seres humanos y de animales, como ofrenda para aplacar la ira de sus dioses. Vertían la sangre del sacrificado en la piedra y según el lugar por donde discurría la sangre, los sacerdotes sabían si los dioses estaban contentos con la ofrenda. El satisfacer a los dioses significaba la llegada de tiempos mejores, buenas cosechas, éxitos en las guerras, etc. En algunas culturas se hacían sacrificios cuando moría el líder. Los sacrificios no son exclusivos de las culturas antiguas del Perú, sino que es un rito que lo practicaron muchas culturas del mundo antiguo.
En mi opinión la parte más importante de todo este
complejo arqueológico es el acueducto,
obra de ingeniería hidráulica del periodo de la cultura Cajamarca. Solamente se visita cierto tramo como de unos
700 metros, pero eso basta para quedar sorprendido de la capacidad creadora del
antiguo peruano.
La longitud total estimada del canal es de nueve
kilómetros con un ancho que varía entre
35 y 50 centímetros y una profundidad que varía de 30 a 65 centímetros.
Este acueducto pre-inca fue construido con la finalidad de derivar y
aprovechar las aguas que fluyen a la vertiente del Pacífico hacia el lado del
Atlántico. En lugar de que las aguas se fueran hacia la costa lo que hacían los
antiguos cajamarcas con este acueducto, era llevarlas a la sierra donde ellos
habitaban.
Sorprende ver en determinados tramos del recorrido
del acueducto como se labraron las piedras dándoles formas de ángulos rectos, en
algunos casos hasta de tres niveles, lo cual permitió controlar y disminuir la velocidad del agua en las
pendientes.
Cuando se mira al interior del acueducto parece que
el agua de los canales se encuentra estancada, pero la realidad es que el agua
recorre en un lento movimiento. Todo esto se logró con el uso de ángulos logrando
controlar la velocidad del agua. Las aguas cristalinas y transparentes del canal dejan reflejar el
cielo azul adornado con nubes blancas.
De alguna manera con el uso de herramientas
rudimentarias poco a poco dieron la forma deseada a la roca, tal como
observamos en la siguiente fotografía.
Lo lamentable es que el tiempo está erosionando las
piedras y muchos tramos del acueducto están debilitados y con hongos, requieren de urgente mantenimiento para
conservar su estado original y perdurar en el tiempo.
Otras piedras tienen gravados enigmáticos con formas antropomorfas y
felinas.
Después de recorrer todo el complejo por alrededor
de 2 horas, escucho la palabra no deseada del guía comunicando que el
paseo ha terminado y que debemos
retornar a la movilidad que nos llevará de regreso a Cajamarca.
En la zona crece el ichu, viven algunos animales
como las vizcachas, el zorro andino y algunas aves como las perdices.
Fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación con Resolución
Directoral Nº 034-94-INC/FC/D)
Este viaje los realice en Junio
del 2,010 cualquier dato puede haber cambiado a la fecha.
Finalmente algunas recomendaciones.
Contratar los servicios de una agencia de turismo.
La zona se caracteriza por un clima con una estación seca que va de
mayo a octubre, en la que abundan los días cálidos y soleados y otra lluviosa
entre noviembre y abril.
Cajamarca esperame.
ResponderBorrarCarlos P.